COYUNTURA URGENTE Y TRASCENDENTAL
El futuro de “la primera vía” sin UPyD
Por Enrique Calvet, Eurodiputado
martes 21 de julio de 2015, 10:16h
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Enrique Calvet, eurodiputado y miembro del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa. |
Si, objetivamente, se le ha de reconocer a UPyD que condicionó, para bien, la historia y la política de España, poniendo sobre la mesa temas tabúes fundamentales para los ciudadanos sugiriendo soluciones radicales indispensables y aportando un Manifiesto Fundacional/guía para norte de los que luchamos por una España de Ciudadanos libres e iguales ( no de taifas con derechos) impregnados de la convivencia bajo los valores republicanos de la Ilustración, es justo admitir que su caída deshonrosa y lamentable también está llena de lecciones a retener sobre la incompetencia y las miserias humanas. Es difícil encontrar una antología más completa. Pero la política, la de verdad y la noble, consiste en luchar por el mañana de las convicciones sin pararse en los capítulos cerrados. Para los electores y los políticos activos que añoramos y peleamos por una “primera vía” para nuestra Nación (no nos gusta nada lo de tercera vía), es decir una vía ciudadana que acrisole a una sociedad de ciudadanos libres, solidarios e iguales muy por encima del administrativismo territorial caciquil, e incluso para los que seguimos valorando aquel Manifiesto Fundacional, las próximas elecciones generales son fundamentales.
Casi nos jugamos el volver a las tinieblas o dar un gran paso hacia la España unida, europea y próspera en libertad que anhelamos. No es tanto que se haya debilitado el bipartidismo, sobre el que no caben los análisis simplones al uso, sino que la gobernabilidad dependerá de nuevos socios y ya no de chantajes insolidarios secesionistas. En ese contexto, hay dos buenas noticias recientes: una encuesta que ponía a Ciudadanos de tercera fuerza nacional y otra que afirmaba que la llave de las alianzas la tendrá Ciudadanos por encima de Podemos. Es en ese punto dónde, posiblemente, se juegue el futuro de un par de generaciones de españoles, al menos. Retengamos la respiración.
Y es en ese punto dónde entra la responsabilidad de electores y políticos que deseamos “la primera vía”. Hemos llegado a esta coyuntura urgente y trascendental como hemos llegado. A muchos nos hubiera gustado que fuera sin hegemonía de un sólo Partido, C´s. A otros incluso que la hegemonía fuera de otro Partido que tuvo su momento glorioso. Pero esto es lo que hay, y estamos hablando de alta política y del futuro de los españoles. De cara a las Generales, prácticamente inminentes, el peligro, entre caciques y frentepopulistas, es el de no ser decisivos, por lo que no se nos ocurre otra cosa que ayudar a la consolidación electoral de C’s, apoyar su propia mejora y remover obstáculos.
No hablamos de maniobras y dinámicas partidistas, ni mucho menos de estrategias de vuelo bajo al servicio de colocaciones personales y carguetes, dejemos eso para las ligas menores. Hablamos de una visión política para España, de una visión ideológica, ”la primera vía”, y de su reforzamiento práctico a muy corto plazo, para parar derivas reaccionarias o espeluznantes. Y ahí creemos que no es momento de ponerse de perfil. Tiempo habrá, si la “primera vía” se convierte en globalmente relevante, para calibrar matices diferentes, para rematar el corpus doctrinal en detalle, incluso para proponer organizadamente alternativas de mejora, ¡hasta para nuevas plataformas más ambiciosas y radicales! Pero sólo tendrán eficacia si la vía de la ciudadanía tiene peso en la España de la fragmentación.
Existen, además, muchas sendas de ayuda a nuestros ideales a través de la realidad actual de C’s. No suponen todas, ni mucho menos, una afiliación administrativo/partidista. Dos grandes amigos en Europa, D. Fernando Maura y D. Javier Nart, ayudan a nuestros ideales sin ser afiliados. Lo mismo podría decir de la Profesora Mercedes Fuertes o del Profesor Sosa, así como de mi admirado amigo economista D. Manuel Conthe, y tantos otros. Se puede ayudar perfectamente desde fuera, organizada o individualmente. (A mí nadie me ha ofrecido ningún carné ni entra en mis planes pedir ninguno). Tampoco supone el apoyo político de cara a las elecciones una renuncia a la crítica constructiva y a la vigilancia del respeto a lo que nos importa: la futura España de los ciudadanos. Antes al contrario, la capacidad destructiva de los entrañables palmeros acaba de ser puesta de manifiesto en UPyD. Nuestra “primera vía”, sin duda nos ha de convertir en exigentes de cara al C’s instrumento, para ser cada vez más eficaz en la revolución tranquila que nuestra Nación necesita. Y los peligros de desvío siempre acechan. Estas breves reflexiones pretenden situarse bastante por encima de disciplinas partidistas.
De lo que hablamos es de una toma de conciencia política, para los convencidos y amantes de una España de ciudadanos libres e iguales, de que el momento es crítico y necesita del apoyo, activo aunque vigilante, de todos, porque si no ganamos el momento, puede que no haya porvenir. Sólo graves estrambotes de Ciudadanos en estos cinco meses pueden demostrar que me esté equivocando (y ahora uso la primera persona). No los espero en absoluto, pero me afanaré en ayudar a que no ocurran. Y llevamos demasiado tiempo en nuestra lucha como para quedarnos quietos al borde de un paso trascendental.