Una televisión de la Iglesia Católica y ABC a favor de Podemos

A la vez y como “Proverbio moral”, en el diario ABC, Jon Juaristi también se fijaba en el nombramiento de Cueto y en su relación de parentesco con la alcaldesa Carmena (Es marido de una sobrina).

Bajo el lema NEPOTISMOS, Juaristi entraba en el asunto. Primero citando la definición del diccionario de la RAE: “Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones y empleos públicos”. Después suavizando el concepto con lo que llamaba una definición honesta: “Preferencia que se da a los parientes para las concesiones y empleos públicos”. Más adelante, recordando los orígenes latinos del término (“nepotem, acusativo de nepos, nepotis”) y citando al clero como “estamento vulnerable al nepotismo”.

Y más tarde, al tratar el concepto dentro de la actividad política, fijando como “condición necesaria para la existencia de nepotismo la alteración arbitraria y fraudulenta de los procedimientos de selección establecidos, o que, en el caso de tratarse de un cargo de libre designación, el pariente designado experimentase sustanciales incrementos en sus retribuciones o, más en general, escandalosas mejoras en sus condiciones de vida”.

Todo ello antes de matizar que, “como la propia Esperanza Aguirre ha observado al respecto, en el caso de Cueto es absurdo insistir en lo del nepotismo” y que, en consecuencia, “lo que se ha producido no es otra cosa que la sustitución de la alcaldesa por su sobrino político, o sea, el empoderamiento de Cueto a expensas de la kenosis de Carmena”.

Sin embargo, los dos medios que se ocupan del nombramiento del Coordinador de la alcaldía de Madrid se quedaron en eso: La televisión de la Iglesia Católica en la sinrazón del argentino. Y el ABC en el disfrute de la brillantísima pluma de Juaristi.

Pero en este nombramiento hay algo que es oportuno traer a colación con el fin de evitar lo que parece una manipulación por omisión: A Manuela Carmena se la colocó en el primer lugar de la lista de Podemos como banderín de enganche, para enganchar votos. Una vez en la alcaldía, el Ayuntamiento de Madrid y ella están en manos de Podemos.

Eso es así y no debe ocultarse. Se pueden recordar, o no, los episodios de un concejal haciendo bromas sobre el genocidio nazi y las víctimas del terrorismo; los errores municipales al considerar el número de niños desnutridos en verano; los avatares que surgen a diario; y las controversias entre lo que dice la alcaldesa y lo que le corrige, o no corrige, una portavoz municipal con una cierta propensión a confundir las cosas: la exhibición de ubres propias con el derecho de los ciudadanos al respeto de la religión que practican, entre otras. Pero lo que no puede obviarse es la realidad de un Ayuntamiento sometido a un grupo político sin experiencia en la gestión municipal y necesitado de gestores.

Las condiciones del grupo que Podemos tiene en el Ayuntamiento de Madrid y su ideología de izquierda radical son cuestiones importantes, claro que lo son. Pero también es trascendente la gestión diaria municipal, la defensa de los intereses municipales, y la coordinación de los efectivos y fondos municipales en servicio de los ciudadanos madrileños.

Esa coordinación es la que la alcaldesa de Madrid ha confiado a Luis Cueto, un gestor que, además de ser sobrino político de la alcaldesa, o a pesar de serlo, ha demostrado eficiencia y es respetado en los órganos de la administración en los que ha trabajado.

Y parece oportuno decirlo así, sin estridencias y sin ocultismos. Juaristi, pacato y culto desde ABC, lo llama “empoderamiento de Cueto”. El argentino, desde la tribuna que le presta la Iglesia Católica en 13 TV, se queda en la pamema de una búsqueda de poder entre los empresarios.

Tal forma de proceder, con ocultismo en un caso e innovando motivos absurdos en otro, lo que de hecho significa no es un ataque a Manuela Carmena, como pudiera parecer, sino el ocultamiento de lo que supone Podemos en el Ayuntamiento de Madrid, el olvido de la peculiar preparación de sus electos, y el camuflaje de las perspectivas que ya hoy amenazan el futuro de la ciudad.

El que la televisión de la Iglesia Católica y ABC lo traten como lo hacen, alguien ya ha bautizado a la tentativa como “Campaña a favor de Podemos”, es algo extraño donde no cabe otra opción que buscar unos motivos distintos a los que la razón entiende. Pero esos motivos, aunque estén y se atisben, parece que en vísperas de unas Elecciones Generales, deben quedar ahí... Quizá como un prólogo necesario para algo.