El acuerdo sobre la construcción de un Almacén Temporal Centralizado para almacenamiento de residuos radioactivos es posible. La iniciativa de acuerdo la promovió el diputado socialista José Segura Clavell, catedrático de Termodinámica y Profesor titular de Física Aplicada en la Universidad de La Laguna, que es el Portavoz de Energía del PSOE en el Congreso de los Diputados; y que basa en una serie de necesidades y realidades que la hacen oportuna. La apertura del contacto elegida por el PSOE tiene el formato de una “Proposición no de ley” que fue presentada en el Registro del Congreso de los Diputados el día 31 de julio pasado, dada la “absoluta necesidad de construir un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en España”.
En Principio, el Grupo Parlamentario Socialista “insta al Gobierno a actualizar el aún vigente VI Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) para su debate en el Pleno”. Y aporta unos motivos para hacerlo, que, dado el interés, merecen reseña:
- El combustible nuclear gastado y generado en España, con alguna excepción, se encuentra almacenado en “piscinas de almacenamiento de combustible asociadas a los reactores nucleares y en los contenedores de almacenamiento en seco ubicados en los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) existentes en los emplazamientos anexos de las centrales nucleares de Trillo, José Cabrera (en fase de desmantelamiento) y Ascó”.
- El total de elementos irradiados son 14.306, a los que habrá que sumar los que se produzcan en el futuro. Esto supone un grado de saturación, u ocupación de las piscinas, superior al 85 % del total disponible (Trillo: 80,89 %, Almaraz I y II: 80,89 % y 84,52 %, Ascó II: 92,41 %, Cofrentes: 83,26 % y Vandellós II: 75,42%); y con unas fechas de saturación que van desde 2019, la de Cofrentes, a 2021, las de Almaraz y Vandellós.
- La situación y envejecimiento de los residuos nucleares en uso hace aconsejable la construcción de un Almacén Temporal Centralizado (ATC), que ya fue considerado, por la “Mesa de Diálogo” establecida hace una década a instancias del Gobierno y por la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados, como la mejor de las entonces posibles. Y que condujo a la propuesta de esa Comisión al Gobierno para que, en colaboración con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), desarrollara “los criterios para construir un Almacén Temporal Centralizado” que, tras los trámites oportunos, produjeron un acuerdo del Consejo de Ministros, de 30 de diciembre de 2011, fijando la “ubicación del ATC en terrenos del término municipal de Villar de Cañas (Cuenca)”.
Sin embargo, a pesar de la conveniencia de la construcción y la necesidad de hacerla pronto, no significa que ésta deba hacerse a la ligera, “dado que se trata de una instalación nuclear de alto riesgo potencial”. Por eso, es aconsejable: La búsqueda de unas condiciones óptimas “tanto desde el punto de vista de las transparencia y la calidad de los procesos regulatorios como de las garantías de seguridad y de los costes económicos”. Reconsiderar si el lugar elegido para la ubicación del ATC es el idóneo. Y, “enmarcado en el referido Plan General de Residuos Radiactivos, (definir) un marco normativo que incorpore decisiones internacionales que nos mandatan”.
Es en esa incorporación de decisiones internacionales en las que se encuentra alguna salvedad en relación con el lugar elegido. “De hecho, algunas de las conclusiones de los informes realizados por el Área de la Ciencias de la Tierra (CITI) del CSN confirman las características desfavorables en el terreno de cimentación del ATC”:
“La evaluación realizada acerca de la idoneidad del emplazamiento propuesto por ENRESA para el ATC concluye que no se puede afirmar que resulte idóneo… Ello se debe a que se ha constatado que los terrenos en los que se asienta dicho emplazamiento presentan diversas características desfavorables, identificadas en los estudios de caracterización realizados por ENRESA, relativas a la presencia de materiales yesíferos y materiales arcillosos en contacto con el agua. Además, la valoración cuantitativa de dichas características indica la existencia de amplios riesgos de incertidumbre”.
Por ello, el cuerpo técnico del CSN, en la Propuesta de Dictamen Técnico redactada para el caso, “alerta de la imperiosa necesidad de que ENRESA realice, entre otros, análisis y estudios diversos: Plan de Actividades complementarias para verificar bases de diseño. Plan de medidas que minimicen las posibilidades de acceso de agua al subsuelo. Análisis de detalle de las medidas protectoras consideradas en el diseño. Y Programa de vigilancia durante la vida útil de la instalación.
Ocurre, sin embargo y además, que la normativa española, en virtud de la cual se redactó el Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) de 2006, se ha quedado obsoleta. Con posterioridad a 2006, el Consejo Europeo adoptó la “Directiva que establece un marco comunitario para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos (Directiva 2001/70/Euratom del Consejo, de 19 de julio de 2011, propuesta por la Comisión Europea el 3 de noviembre de 2010)” que establece normas vinculantes para la gestión de residuos radiactivos de la UE.
Es cierto, y conviene aclararlo, que el Gobierno español ya acomodó a las exigencias europeas la normativa española con el Real Decreto 102/2014, de 8 de marzo de 2014. Pero también es cierto que, a pesar de ello, el proyecto de ATC presentado por ENRESA no responde a la actualización vigente y se ha redactado conforme al obsoleto PGRR de 2006.
Por ello, el Grupo Socialista, mediante la Proposición que presenta, requiere que el Congreso de los Diputados inste “al Gobierno a elaborar a la mayor brevedad posible un nuevo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) ajustado al contexto tanto técnico como normativo actual, contemplando las necesidades (en materia tanto de capacidad, como de seguridad y de costes económicos) del proyecto de Almacén Temporal Centralizado (ATC). Completando y complementando el marco legislativo, reglamentario y organizativo establecido por la directiva 2011/70 EURATOM del Consejo, de 19 de julio de 2011 y lo contenido en el RD 102/2014 para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos”.
A partir de ahí, con la Proposición presentada por el PSOE, parece en camino de solución la construcción del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en España en Villar de Cañas.
Existirán, aún, algunas dificultades:
- Las “arenillas” para el deslizamiento que pudiera “echar” Cristina Narbona, incomprensibles dada su condición de ex ministra de Medio Ambiente en el Gobierno de Rodríguez Zapatero que propició el PGRR de 2006, que no impidió su voto en contra de la autorización el 27 de julio ante el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Y que es incoherente con lo que ella misma hizo como ministra y con lo que ahora promueve su partido ante el Congreso.
- Los “palos en las ruedas” del Gobierno de Castilla La Mancha, empecinado en la antigua “doctrina Bono”, de oposición al PP, que reverdece con un Pedro Sánchez atribulado por su situación personal. Y que, con García-Page como presidente, entorpece la construcción del ATC de Villar de Cañas declarando el área como Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) sin tener en cuenta lo que promueve su partido en el Congreso de los Diputados, y que la seguridad nacional y el problema de los residuos nucleares en España son temas prioritarios y de entidad superior a intereses personales o de partido.
- Y las actividades varias, de “podemitas”, “ciudadanitas”, IU, redes sociales, y un etcétera no corto.
Pero, por ser racional y aunque venga de la mano de la clase política, parece oportuno tender al optimismo y esperar que esta Proposición del PSOE, a pesar de las “arenillas” de Cristina Narbona y los “palos en las ruedas” de García-Page, prospere y produzca frutos. En este sentido, para esta misma semana se anuncia, y fuentes distintas lo confirmaban hace unos minutos, un contacto entre socialistas y el Gobierno, (acaso) en torno a la comparecencia del Secretario de Estado de la Energía en el Congreso de los Diputados, capaz de conseguir el maridaje de voluntades populares y socialistas para la construcción de un ATC en Villar de Cañas para almacenamiento de residuos radiactivos.