El Congreso había dispuesto que la presentación de credenciales de los diputados electos se hiciera desde el día 23 de diciembre al 12 de enero con un texto escueto: “Celebradas las elecciones generales el 20 de diciembre de 2015, el 13 de enero de 2016 tendrá lugar la sesión constitutiva del Congreso en la que los diputados electos, para perfeccionar la condición plena de diputados, prestarán juramento o promesa de acatamiento a la Constitución. Para ello, en los términos del artículo 20.1 del Reglamento de la Cámara, previamente deberán haber presentado en la Secretaría General la credencial expedida por el correspondiente órgano de la administración electoral, y cumplimentado su declaración de actividades en los términos previstos en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General”. Y en “Varón”, el poema en castúo de Gabriel y Galán.
Por lo anterior, durante esas fechas, los electos iban al Congreso, presentaban “La credencial” y cumplimentaban su “Declaración de Actividades”. También, uno por uno, posaban para una foto y recibían, entre otras cosas, unos portafolios, o carteras de mano, con El Reglamento de la Cámara, la Guía del Diputado y un ejemplar de la Constitución.
El día 5 de enero, las cámaras de la primera cadena de TVE recogían el movimiento de electos y mostraban al Jefe de Prensa del Congreso, Jesús Serrano, cerca de la sala en la que, además de la Credencial, debían aportarse los datos de Retención del IRPF.
Un momento después, apareció en pantalla Pablo Iglesias, escoltado por las electas de su grupo Irene Montero y Gloria Elizo. El líder de Podemos, una vez más, era noticia de telediario. Con coleta y cartera, pero sin mochila ni la compañía de Iñigo Errejón.
- Pablo Iglesias, PI. Y sin Errejón, “Pi-menos-erre”.- dijo una periodista.
El deje de la mujer, extremeño, tenía el acento propio de los cacereños del norte. En su boca, la frase sonó “pi-menus-erre”.
Tras los resultados electorales, atentos a pactos y conversaciones entre grupos políticos, se esperaba que la aparición de PI en el Congreso de los Diputados fuera aprovechada para algo importante: Quizá aclarar la diferencia entre lo obtenido en las urnas y los resultados previstos en campaña, cuando distribuía ministerios entre candidatos que no salieron electos. Acaso, corregir las ofertas al griego Tsipras, que resultaron improcedentes en la realidad política helena. O, ¿por qué no?, tratar de racionalizar alguna de las utopías ofrecidas en campaña con lo que alguien llamó “baño de cordura contable en favor de la gobernabilidad”.
Pero, ajeno al rol de líder, PI optó por algo distinto:
Primero, mostró la cartera y aventuró su intención de cambiar carteras por mochilas: “En la próxima legislatura seguramente será mochila”. Después, una frase vana: “Este Parlamento se tiene que parecer más a la gente”. Más tarde, en la puerta, una declaración: “Lo fundamental es dar la cara por la gente y frenar un gobierno del Partido Popular”.
Su postura, conocida a lo largo del tiempo, fue una mezcla de ilusiones frívolas, frases hechas, y verborrea ligera y un punto atrevida.
Podía haber más. Con la intención de encontrar disculpas para el PI líder, había que rebuscar en la red. Google, explícito, ofrecía algo:
- Un tweet reciente suyo: “Ya he recogido mi acta de diputado, con ilusión y con ganas de trabajar para devolver el Congreso a sus dueños/as”
- La definición del número pi, como cociente entre la longitud de la circunferencia y su diámetro, que no aclaraba la postura de PI.
- El momento pi (3,141592653), representado en la notación anglosajona y fijado en el mes 3, el día 14, del año 15, a las 9 horas, 26 minutos y 53 segundos. Un instante pasado y ajeno a PI.
- “Pi, fe en el caos”, que es una película de suspense y ciencia ficción, de Darren Aronofsky, que puede no corresponder a una definición de PI (aún).
- PI, Privacy International: ONG inglesa que vigila las invasiones de privacidad de gobiernos y corporaciones, puede que al margen de PI (también aún).
- El canto de memoria de 67.890 decimales del número pi, hecho por el chino Chao Lu el 20 de noviembre de 2005 y que consta en el libro de los records, parece que ajeno a PI.
- Y una parte de “Varón”, el poema de Gabriel y Galán que, escrito en castúo, está en su poemario “Extremeñas” y recordaba al “Pi minus erre” de la periodista.
En el poema, encontré una descripción que hacía el poeta: “paliucho y sin chispa de juerza… ¡Güeno está pa mandalo a bellotas…!
No lo relacioné con el líder de Podemos, pero, interesado en el “pi minus erre”, copié unos versos, con el razonamiento llano de un hombre sensato de pueblo que es una pura delicia:
Pa sabel sus saberis le ije:
«Sácame la cuentadel aceiti que hogaño mos tocadel lagal po la parti que es nuestra.Se maquilan sesenta cuartillosp’acá parti entera,y nosotros tenemos, ya sabis,una media terciaque tu madre heredó de una quintaque tenía tu agüela Teresa».¡Ya ves tú que se jaci en un verbo!Sesenta la entera,doci pa la quinta,cuatru pa la tercia,quita dos pa una media, y resultandos pa la otra media.Pues el mozu empringó tres papelisde rayas y letras,y pa ensenrearside aquella maeja,ijo que el aceiti que a mí me tocabaera «pi menus erre», ¿te enteras?¡Pus pués dil jacindulas sopas con ella!- “Cristu Benditu”.- leí el título del poema que venía a continuación.
Pero no era momento de seguir con los versos. Mejor, repasar lo hecho por Pablo Iglesias sin olvidar al poeta. Con sensaciones ambiguas, de desilusión y perplejidad, creí encontrar alguna afinidad entre el PI electo, que en el Congreso hablaba de mochilas, y la cantidad de aceite que el extremeño del poema mandaba hacer sopas: “Pi menus erre”.