“Ad hoc” es una expresión latina cuya traducción al castellano es «para esto». Se usa para definir que algo «es adecuado para un determinado fin o que se ha pensado para una acción específica». El acto de esta mañana, un desayuno informativo de la agencia de noticias Europa Press, tenía como orador al ministro de Economía y Competitividad; y era adecuado para mostrar lo que es un ministro en funciones. Dada la actualidad política, con el gobierno en funciones y los partidos políticos preparando la campaña electoral, la presencia del ministro merecía atención. Europa Press iba a “generar noticias”; y, si había preguntas incisivas, podían aparecer respuestas dignas de primera plana. El ministro, por su parte, podía aprovechar la ocasión para colocar “mensajes de partido” que pueden resultar útiles antes del inicio de la campaña electoral.
Pero ni lo uno ni lo otro: La agencia, profesional y sin agresividad, primero oyó el discurso y luego se limitó a “plantear cuestiones”. De Guindos, como a lo largo de la legislatura, y en otras ocasiones de su vida, fue el hombre «ad hoc», o «para esto», que ha tratado de encarrilar la Economía y mejorar la Competitividad; y que, al dimitir el ex-ministro Soria, hace unos días, se ha encargado de los asuntos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo sin “asumir la titularidad” del ministerio.
No “asumir la titularidad” fue algo más que un gesto. En el hecho de relevar sin otorgar ni recibir la titularidad de la cartera, Rajoy y de Guindos daban muestra de cómo este gobierno entiende el ejercicio de un “Ejecutivo en funciones”. La Constitución define la situación; y hay informes de Letrados de las Cortes al respecto, que se ocupan de actos tan concretos como el Control al Gobierno en esta situación.
Hoy era momento de ver como “guindaba Luis de Guindos”, y comprobar si el «subir la cosa (no tangible) que ha de colocarse en alto», que es el guindar, era para él lo que marca la Constitución, o si, por el contrario, aprovechaba la ocasión para tratar de subir (mejorar) la figura del gobierno.
Tras la presentación, en uso de la palabra, De Guindos, «independiente vinculado al PP» que no se debe a las obligaciones propias de los militantes populares, advirtió que se iba a ocupar de la situación económica dividiendo su discurso en tres partes para analizar: El Contexto internacional. La Situación Europea. Y la Economía española.
Y, prescindiendo de connotaciones partidistas, se aplicó a la tarea desgranando argumentos y recitando, casi disparando, series sucesivas de retahílas de cifras con las que fue ametrallando los tímpanos de la audiencia:
Contexto Internacional:
De pesimismo, con crecimiento menor al esperado y en el que destacan 5 factores:
- Desaceleración de la economía china, basada en el consumo interno.
- Alteración de precios de las materias primas, con la que se esperaba que la bajada de precios (del petróleo) fuera positiva, pero ha quedado difuminada por la incertidumbre creada en Rusia y Brasil.
- Volatilidad de los mercados de capitales, que han reducido los márgenes de maniobra.
- Tipos de interés ultra-reducidos, consecuencia de la política monetaria expansiva que influye en los sectores bancario y de seguros.
- Triada: deuda elevada, productividad y nivel de inflación reducido.
- Frente a esto conviene una política fiscal expansiva (en los países donde sea posible) incrementando la productividad con reformas en los mercados de valores y productos.
La situación Europea:
Se ha producido un crecimiento mediocre, entre el 1% y el 1,5%, «a pesar de las circunstancias favorables y los “vientos de cola” (Políticas expansivas, bajo precio del petróleo)» y soportando «las circunstancias desfavorables (“brexit”, terrorismo, inmigración..., incremento del populismo, y Grecia)».
«La estrategia es política monetaria expansiva..., con política fiscal en estado neutro... Y reformas económicas»
«La gobernanza económica de la zona euro es vital» y tiene tres pilares: Acabar con el proceso de la unión bancaria. Crear un Fondo de resolución. Y establecer un Fondo de Garantía de Depósitos europeo único.
«El debate es compartir riesgos y generar sistemas que mitiguen la generación de riesgos (o no)»
Economía española:
En el año 2015 inicia un periodo «de recuperación clara», con: «Creación de empleo», «inflación negativa», «reducción de la deuda (pública y privada)», «salida de la recesión», «reducción del déficit público como consecuencia del crecimiento económico y la reducción del gasto» y «esfuerzo de ajuste».
Después, datos, cifras y noticias: «La desaceleración ha sido más fuerte», «Los indicadores del crecimiento han sido negativos, pero el resto mejora»,«el mercado de trabajo, según datos anuales, es que el empleo crece en 500.000 puestos de trabajo», «el paro ha aumentado (este mes) en 12.000 personas pero en términos anuales ha disminuido en 653.000», «el número de hogares con todos sus miembros en paro es de 184.000», «Otros datos, exportaciones, créditos concedidos... son positivos» «el total de la deuda tiene una vida media de 7 años y tiene un coste medio inferior al 3%, que supone un ahorro de intereses, entre 2012 y 2015, de 21.000 millones de euros», «Previsiones prudentes..., la economía española mejora..., déficit para 2019 del 1,9%»
También, algunas frases: «El peso de la economía española crecerá sólidamente, sin tensiones», «De media, seremos capaces de generar 470.000 empleos al año», «somos vulnerables por déficit público y el contexto internacional».
Al final, terminó su discurso haciéndose dos preguntas, que respondió:
¿En el contexto político actual, qué efecto produce no tener gobierno?. «No lo sé, pero no se está notando mucho el gobierno en funciones»
¿Cuánto habríamos crecido de no tener que repetir las elecciones?: «Eso deberíamos preguntárnoslo en los próximos días»
Al analizarlas, aparece una impresión, muy personal, ausente a lo largo del discurso.
Se trata, también de forma personal y con más sentimiento y tendencia que raciocinio y equidad, de valorar lo dicho por Luis de Guindos, ministro en funciones, en el acto, “ad hoc”, organizado por Europa Press.