OPORTUNIDAD VALIOSA
Las terapias neurocientíficas
· Por Rudolf Helmbrecht, Coach personal y broadcaster en Radio Construyendo Relaciones
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Rudolf Helmbrecht (Corresponsalía en Barcelona)
sábado 23 de julio de 2016, 10:10h
Si les hablásemos de una forma de terapia que aprovecha las últimas investigaciones en neurociencias, ¿Qué pensarían ustedes al respecto? Si, acto seguido, añadimos que conforman un novedoso método terapéutico que contribuye (más que satisfactoriamente) a superar fobias, trastornos de ansiedad o estados de tristeza de una forma rápida, muy efectiva y permanente, seguramente su curiosidad crece, por momentos, a la par que su sentimiento de sorpresa… Si partimos del hecho de que nuestro hemisferio cerebral derecho es más emocional y, por el contrario, el izquierdo es más racional entenderemos el punto de partida de las conocidas como Terapias de Integración Cerebral (TIC).
Una situación traumática, como la pérdida de un ser querido puede provocar que nuestros hemisferios se desconecten. Mediante la estimulación bilateral se facilita que los dos hemisferios se vuelvan a conectar. El resultado es una drástica reducción del estrés y la ansiedad que nos permite comenzar pensar en un hecho dramático desde una nueva perspectiva dominada por la serenidad.
¿Es posible ayudar a una persona a superar sus miedos, fobias y bloqueos? La respuesta es rotundamente afirmativa. Los terapeutas Oriol Lugo y Anna Farré, del Instituto Psicológico OWL, han desarrollado una metodología propia que conjuga el enfoque propio de la psicología clínica con la aplicación práctica de las terapias neurocientíficas y que contribuye a que, por ejemplo, personas que procuran evitar subirse a un coche, a un avión o a un ascensor puedan hacerlo con absoluta normalidad tras una serie de sesiones cuya eficacia ha sido probada científicamente y entre las que cabe mencionar: el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), el Coaching Wingwave, las TIC (Técnicas de Integración Cerebral) y el Brainspotting.
La primera de ellas es el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares). Esta terapia vio la luz en los años 80 a través de la labor de la psicóloga estadounidense Francine Shapiro. La base de su descubrimiento consiste en emular el movimiento ocular de la Fase REM. Cuando estamos durmiendo movemos los ojos velozmente, activando un mecanismo natural que nos permite reprocesar nuestras experiencias vitales y reducir e incluso eliminar todo vestigio de estrés en el vigía de nuestras emociones: la amígdala. Sobre este particular, los Dres. Cora Besser y Harry Siegmund realizarán una aportación decisiva instaurando el Coaching Wingwave en 2001. Esta terapia es una evolución que nos permite llegar al fondo de un trauma o bloqueo, proyectando objetivos en clave futura y reduciendo los niveles de estrés en la amígdala.
En el año 2003, y de la mano del Dr. David Grand, nació el Brainspotting. Los Brainspots, o puntos de acceso a la experiencia son posiciones oculares donde la persona almacena una carga de material emocional. El método descansa sobre una premisa básica: que paciente y terapeuta conformen un dúo que promueva la sintonía neurológica necesaria para que la persona afectada pueda continuar su trabajo hasta lograr que no exista ninguna sensación o emoción que cause desasosiego o perturbación.
Las terapias neurocientíficas conforman, sin duda alguna, una oportunidad muy valiosa para enfrentarnos cara a cara con traumas, fobias o focos de ansiedad que arrastramos desde hace años y que pueden solucionarse definitivamente con unas pocas sesiones de terapia.