Lo cual va a ocasionar que el número de personas que no pueda llegar a emplearse , sea de un número tan ingente, que hará incluso que cambie el equilibrio Social que hemos conocido. Resulta obvio que el maquinismo sustituye con sus máquinas, a los trabajadores que evidentemente pudieran emplearse para realizar esas tareas. Y que ello hace que los impuestos que pudieran pagar esos trabajadores, ya no se paguen, por esa sustitución de las máquinas. Lo cual redunda, también , en las Pensiones al no haber suficientes ingresos para sostenerlas.
Cada día, por ello, somos más los economistas que abogamos por establecer algún tipo de impuesto a esas máquinas, relacionado, precisamente, con el número de trabajadores que en la práctica sustituye. Creo sinceramente, que inexorablemente se deberá crear alguna figura impositiva que equilibre, en cierta medida, este problema que se va a ver agrandado, sin duda alguna, por este motivo.