Los inversores continúan buscando oportunidades para incrementar el rendimiento de sus carteras. En esta búsqueda de un mayor rendimiento, modalidades de inversión como crowdfunding o inversiones en start-ups pueden permitir al pequeño inversor participar en oportunidades de inversión antes limitadas a gestoras, fondos de capital riesgo o grandes patrimonios. Y, en este sentido, la biotecnología juega un papel muy importante, pues la mitad del capital invertido en fondos de capital riesgo en 2016 en Europa fue destinado a compañías biotecnológicas. Pero, ¿por qué invertir en ella?
Los avances en investigación y desarrollo han permitido grandes progresos para mejorar la vida de las personas. Además, las compañías farmacéuticas necesitan renovar sus productos y las nuevas tecnologías médicas están capturando cuota de mercado. Ante este contexto, existen iniciativas como Capital Cell, primera plataforma de financiación colectiva (equity crowdfunding) de Europa especializada en biomedicina que permite al pequeño inversor invertir en compañías que están desarrollando nuevos productos para la industria biotecnológica con el objetivo de participar de este mercado en expansión.
Daniel Oliver, CEO de Capital Cell, explica que “ofrecemos al inversor una manera novel de participar en un sector atractivo y diversificar su portafolio”. A través de la plataforma de Capital Cell se puede invertir en los proyectos publicados desde los 100 euros. Oliver añade que “es importante recordar que no hay rentabilidades altas sin altos riesgos, siendo la diversificación clave en cualquier cartera”.
La inversión en biotecnología no solamente aporta beneficios económicos. Desarrollos en este sector pueden ayudar a curar enfermedades que actualmente no tienen tratamiento, como algunas formas de diabetes, Alzheimer, cáncer, Parkinson o la artritis.
Capital Cell es una plataforma de crowdfunding de inversión dedicada a la salud y la biotecnología. Nacida en 2014 (Año de la Biotecnología), Capital Cell permite a inversores participar en rondas de inversión que permiten a empresas de base tecnológica continuar su I+D para llegar a mercado. Como resultado, los inversores se convierten en socios de compañías españolas que desarrollan nuevos medicamentos, vacunas o dispositivos médicos.
Capital Cell ha sido fundada por miembros de otras plataformas de financiación colectiva y cuenta con destacados profesionales de la investigación, la industria farmacéutica o la sanidad pública en el consejo asesor. Las spin-off que aparecen en Capital Cell provienen de Parques Científicos y Universidades, con patentes y aprobaciones que garantizan su carácter innovador.