A pesar del buen clima, la alegría que nos caracteriza y la dieta mediterránea, España no queda muy bien calificada en este ranking y se sitúa en el puesto 34 del total de 155 países analizados, con un 6,403 sobre 10. Aun así, hemos ganado tres posiciones respecto al año pasado, quedando por detrás de Taiwán que tiene una puntuación de 6,42 y justo por delante de Catar, con un 6,37.
Si nos comparamos con nuestros países vecinos solo nos supera Francia, situada en el puesto 31. Italia está por detrás en el puesto 48 y tanto Grecia como Portugal se encuentran en puestos muy lejanos de la tabla, en el 87 y 89 respectivamente.
La salud es una variable fundamental para la felicidad
La variable de la salud es muy importante en este ranking. Las diferencias de felicidad entre los distintos países no se explican principalmente por la desigualdad de los ingresos sino por las diferencias en salud, y en el concepto de salud se agrupa la física y la mental. También son un factor fundamental las relaciones personales entre los ciudadanos. “Las relaciones sociales ricas nos mantienen más felices y sanos” afirma Gonzalo Peñaranda, Director General de Aora Health.
En esta línea se sitúa el “Grant Study de Harvard” que, durante 79 años, realizó un seguimiento de 268 hombres que estudiaron en Harvard para determinar qué factores predicen el bienestar y demostró que las relaciones personales están firmemente ligadas a una vida más longeva y, por tanto, a una salud mejor.
Otro ejemplo son las zonas azules, identificadas en 2006 por el explorador y escritor Dan Buettner, que publicó en la revista National Geographic un reportaje, Secrets of long life (secretos de una vida larga), donde mostraba tres lugares del mundo donde la tasa de longevidad era más alta que en el resto y donde los índices de achaques asociados a la vejez eran de los más bajos del planeta: Nuoro (Cerdeña), Okinawa (Japón) y Loma Linda (California). Posteriormente, añadiría La Península de Nicoya (Costa Rica) e Icaria (Grecia), que compartían con las zonas anteriores algunos factores, como una vida activa, dieta equilibrada, niveles moderados de estrés, relaciones personales satisfactorias y un motivo por el que levantarse todas las mañanas.
Qué podemos hacer para ser más felices
La salud física y emocional es clave para aspirar a la felicidad y hoy la ciencia pone a nuestra disposición una serie de complementos alimenticios o nutracéuticos que nos ayudan a estar más sanos, dormir mejor y reducir los niveles de estrés, favoreciendo nuestra capacidad de relación. “La idea es crear nuestra propia zona azul, allí donde estemos, de una manera sencilla y efectiva”, afirma Gonzalo Peñaranda.
En esta línea, AORA Health trabaja en el desarrollo de una amplia gama de nutracéuticos, totalmente naturales, que ayudan a reproducir un entonos físico y psíquico similar al de las Zonas Azules para tener una vida larga y activa, mantener una dieta equilibrada, reducir el estrés, fomentar las relaciones personales satisfactorias y desarrollar objetivos personales que nos enriquezcan. “Se trata de conseguir la mejor versión de cada uno de nosotros. Una versión positiva, saludable, generosa, solidaria, libre y feliz”, afirma Peñaranda.