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ENTREVISTA EXCLUSIVA A CARMEN MARTÍNEZ PINEDA

-«La Segunda República no puede ser el modelo que queramos para nuestro país»-

Carmen Martínez Pineda.
Carmen Martínez Pineda.

· "El gobernante siempre ha pretendido controlar aquello que difunden los medios de comunicación porque la comunicación es poder", dice la autora

martes 01 de enero de 2019, 11:29h
Carmen Martínez Pineda acaba de publicar ‘Libertad Secuestrada: la censura de prensa en la Segunda República’, un libro basado en su propia tesis doctoral donde la autora —periodista y doctora en Historia—sostiene que, lejos de esa idealización del régimen de 1931 a 1936, se produjo una notable falta de libertad de expresión. La autora ha trabajado como periodista en La Verdad de Murcia y El País. Su tesis La censura de prensa en la Segunda República fue becada por el Congreso de los Diputados. Ha publicado con Penguin Random House Confesiones sexuales de Madame Forner y Las aristas del tiempo. Finalista del XX Premio de Novela Ciudad de Badajoz (2016) y de la XVI Bienal de Novela José Eustasio Rivera (2018). Es profesora de Lengua y Literatura.
-«La Segunda República no puede ser el modelo que queramos para nuestro país»-

Durante la II República española, adalid de libertades en el imaginario de la izquierda
actual, en cambio se anuló la libertad de expresión. Todos los gabinetes que se fueron
sucediendo en el poder ejercieron una labor de control y de censura sobre la prensa que impidió, de facto, el ejercicio de un periodismo libre e independiente. Los primeros pasos de la censura ya se dan con el gobierno provisional. Después, el gobierno de coalición republicano-socialista elaboró muy pronto la Ley de Defensa de la República, decisiva para cercar más estrechamente a la prensa. En julio de 1933 el
gobierno supuestamente progresista del I Bienio dio un paso más: aprobó la Ley de Orden Público que instauraba oficialmente la censura previa. Se instauró entonces un aparato de censura que los gobiernos derechistas del II Bienio harían mucho más uniforme y robusto.

En una situación tan convulsa como la que vivió España en los meses que precedieron al golpe militar del 18 de julio, el Frente Popular siguió aplicando la censura. Este estudio relata con todo lujo de detalles cómo se ejerció la censura, qué cuestiones preocuparon a los sucesivos gobernantes, cuándo y por qué extendió sus tentáculos al exterior. Todo ello con la solidez de la prueba documental, rescatando de un olvido de ochenta años una nutrida documentación de primera mano que había permanecido inédita. Hablamos con la autora de "Libertad secuestrada: la censura de prensa en la Segunda República":

El Mundo Financiero.- La Segunda República es vista por la izquierda como un régimen idílico, y por la derecha como una época de represión anticatólica. ¿Qué fue lo mejor y lo peor de ese régimen?

Carmen Martínez Pineda.- Lo mejor de la Segunda República fue que permitió la celebración de unas elecciones libres. También creo que se adoptaron medidas acertadas en ámbitos como el educativo, en aras de extender y democratizar la cultura. Pero falló como modelo democrático. Lejos de consagrar la naciente democracia, los gobernantes se dejaron llevar por la tentación de controlar a los medios de comunicación. Los dirigentes republicanos se debatieron en una dicotomía entre seguridad y libertad y apostaron claramente por la primera. El contexto tampoco era propicio para gobernar serenamente y se acabó persiguiendo al disidente. Aquel que defendía un credo diferente era enemigo de la República. Tanto fue así que el gobierno del I Bienio elaboró una ley con este elocuente nombre con la cual se sometió a la prensa desafecta. Esta ley primero y la ley de Orden Público después anularon por completo derechos y libertades fundamentales en todo estado democrático, dejando en suspenso los propios preceptos que establecía la Constitución de diciembre de 1931, entre ellos la libertad de expresión e información, que jamás fue respetada.

EMF.- En realidad la Segunda República no era de izquierdas o de derechas, era un régimen democrático con gobiernos de todos los colores. ¿Por qué la derecha actual nunca reivindica el gobierno del bienio 1933-35?

CMP.- Me da la impresión de que tanto la derecha como la izquierda de nuestro país tienen una visión atrofiada de lo que en realidad fue y supuso la Segunda República. Es como si reprodujeran los mismos planteamientos enfrentados de hace 85 años, como si estuvieran atrapados en un bucle temporal y no lograran ver la Historia de ese periodo con la distancia necesaria. Tal vez el hecho de que la República no tuviera una muerte natural contribuya a polarizar las posiciones. Porque recordemos que hubo un golpe de Estado contra un gobierno que, pese a sus muchos defectos, había sido elegido democráticamente. Esto ha servido para que la izquierda reivindique sin descanso el sistema republicano como adalid de libertades, cuando en realidad no fue así, y a esto ha contribuido una labor historiográfica que tiende a silenciar los fallos democráticos del régimen y a encumbrar sus virtudes. Y desde esta perspectiva se ha impuesto una visión francamente negativa del II Bienio, al que se denomina Bienio Negro o Rectificador. Si lo contemplamos desde esta óptica, tal vez se entienda que la derecha no tenga demasiado interés en reivindicarlo.

EMF.- En su tesis mantiene que hubo censura. Decir que en la Segunda República había censura disgustará a Podemos y al PSOE de Pedro Sánchez…

CMP.- Pero es que decir lo contario sería mentir. El relato histórico de cualquier investigador debe ser lo más veraz y objetivo posible. Yo he intentado construir este relato basándome en las pruebas, en los múltiples telegramas (hasta ahora inéditos) de todos los protagonistas. Son documentos que demuestran de un modo incontrovertible que la censura de prensa fue una práctica cotidiana, asidua y aplicada contra periódicos de todas las ideologías, no solo extremistas. Podemos o PSOE se equivocan cuando presentan la Segunda República como referente democrático porque las pruebas dicen lo contrario. Recuerdo que el 14 de abril dirigentes de Podemos e IU volvieron a reivindicar la instauración de una Tercera República desempolvando el modelo de la Segunda República. Esta actitud revela un desconocimiento absoluto del pasado histórico de su propio país que, a mi juicio, resulta inadmisible en aquellos que aspiran a ser nuestros gobernantes. Conocer la Historia es fundamental para no cometer los mismos errores. A veces tengo la sensación de que parte de la izquierda española sigue anclada en postulados ideológicos de hace más de un siglo. La Segunda República no puede ser el modelo que queramos para nuestro país. Hay sobrados referentes democráticos entre los sistemas republicanos de nuestro entorno inmediato a los que la izquierda española debería mirar.

EMF.- Pero también mantiene que hubo más censura con el gobierno de la CEDA y el Partido Radical de Lerroux. ¿Esto tampoco gustará al PP y Ciudadanos?

CMP.- Cuando me planteé realizar esta investigación tenía claro que lo haría con total independencia, sin grilletes ideológicos. La censura fue más enérgica con la derecha, es cierto, pero las bases del aparato de censura fueron obra de los gobiernos del I Bienio. Todos censuraron por igual, sin excepciones. La Historia debe construirse con datos irrefutables, no con opiniones. Y no aceptar este axioma revela una gran mediocridad por parte de nuestros dirigentes. Me espanta el nulo interés que unos y otros tienen por recuperar esta parte de nuestra Historia, recuperarla de verdad, unificando y catalogando documentos que están dispersos por archivos de medio país y en muchas ocasiones completamente perdidos. Para que se haga una idea, cuando yo empecé esta investigación hallé los documentos más valiosos, todos los telegramas entre los diferentes ministros de la Gobernación y sus gobernadores civiles con las pautas de aplicación de la censura, en un expediente que llevaba por título telegramas sobrantes. ¿Cómo vamos a conocer los hechos si ni siquiera catalogamos los documentos que nos permiten adentrarnos en el conocimiento de nuestra Historia?

EMF.- Podemos tiene especial interés en dominar RTVE. ¿Vuelve la censura a la democracia española?

CMP.- El gobernante siempre ha pretendido controlar aquello que difunden los medios de comunicación porque la comunicación es poder. Y Podemos lo sabe muy bien. Pero no es el único, por desgracia. Lo hizo el PSOE, lo hizo el PP y mucho me temo que lo harán todos cuantos se sucedan en el poder mientras el gobierno tenga la capacidad de intervenir en el Ente público. Cosa distinta sería que se impusiera un sistema que garantizara la auténtica independencia de RTVE respecto del poder establecido, similar al de la BBC en Reino Unido, por ejemplo. La otra opción es suprimir los medios de comunicación públicos que, lamentablemente, siempre se acaban convirtiendo en un portavoz del gobierno de turno. Respecto a si vuelve la censura, ¿alguna vez ha desaparecido por completo? En España todavía se silencian muchas informaciones sobre la Casa Real, por ejemplo, se secuestran libros, publicaciones periódicas, se denuncia a artistas. No obstante, el menoscabo a la libertad de expresión que pueda existir en la actualidad no es en absoluto comparable con la censura aplicada por los gobernantes republicanos.

EMF.- Hay otros países donde está normalizado ser de derechas y republicano —los gaullistas franceses, los republicanos de Trump, hasta los viejos republicanos alemanes de extrema derecha—. ¿Por qué en España no hay una derecha republicana en el siglo XXI como la hubo con Alcalá Zamora?

CMP.- Porque en España jamás se ha permitido que la República sea una opción de gobierno. Las dos experiencias republicanas acabaron en pronunciamientos. Además, en nuestro país el paso de la dictadura a la democracia se realizó mediante un pacto de reconciliación, en virtud del cual la vieja derecha que provenía del régimen franquista encontró su acomodo dentro de la Monarquía parlamentaria. La derecha que nació en la democracia se hizo entonces monárquica. Creo que esta es la diferencia fundamental respecto a otros países de nuestro entorno, nuestra propia Historia. El trauma de la Guerra Civil y nuestro complejo de haber tolerado a un dictador durante casi 40 años tampoco ayudan a evolucionar en este sentido. Es como si la derecha, y también parte del PSOE, temiera que el debate sobre una hipotética Tercera República pueda abrir las puertas al golpismo. Una vez más, el problema de fondo es que nuestros partidos siguen aferrados al pasado, incapaces de dar el salto que nuestra Historia nos exige.

EMF.- ¿Cree que su libro tendrá eco en los medios de comunicación, o sufrirá censura?

CMP.- Más que temor a sufrir algún tipo de censura, me preocupa la dificultad de abrirme un hueco en los medios de comunicación siendo una completa desconocida. Además, el tema del libro es controvertido y, como usted ha dicho antes, ‘Libertad Secuestrada’ no contenta a nadie, no se adscribe a ningún credo ideológico ni interpreta la Historia desde una posición política determinada. No sé si el libro sufrirá censura en los medios, pero la investigación sí la sufrió en la Universidad donde defendí la tesis de la que surge ahora este libro. Mi directora quería que silenciara la censura de la izquierda y solo arremetiera contra la derecha. Yo me opuse y tuve que recurrir a otro profesor, en el último momento, cuando se agotaba el plazo para la defensa y ya tenía mi investigación finalizada. Ese es el precio de contar la verdad en nuestro país.

FICHA EDITORIAL:

LIBERTAD SECUESTRADA
Carmen Martínez Pineda
251 páginas
23 x 16 cms. con solapas
PVP 15,95€
Colección Última Línea de Ensayo

www.ultimalinea.es

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