Existen numerosas opciones de inversión en bolsa; acciones, índices, divisas, metales, materias primas, energía, inmuebles, bonos… Pero en este artículo vamos a centrarnos en el tipo de inversión en bolsa a largo plazo, posiblemente uno de los métodos más rentables y seguros para rentabilizar los ahorros.
Al contrario de lo que muchos puedan creer e incluso pueda sugerir el título de este artículo, invertir en bolsa no es un juego de azar, no tiene nada que ver con un casino. La diferencia fundamental es que los conocimientos adquiridos o los consejos de los profesionales posibilitan la opción de ganar en cada apuesta. Si, por ejemplo, confías en la comunidad de inversión, Eurekers, la referencia nacional en cuanto a formación en bolsa, tus posibilidades de conseguir suculentos beneficios al invertir en bolsa se verán exponencialmente potenciadas, ya que aprenderás a invertir y a concretar las posibilidades de ganar.
Conocimientos básicos para invertir en bolsa
Como hemos advertido, con un poco de información cualquiera de nosotros podrá realizar inversiones en bolsa y obtener beneficios con ello, sin tener que ser unos expertos en economía, matemáticas o ciencias de la estadística.
Las claves del éxito son conocer cómo funciona la bolsa, informarte sobre dónde invertir, crear una estrategia de inversión o dejarte asesorar por prestigiosos profesionales como Jose Antonio Madrigal, experto en encontrar la mejor información para que, aplicando una metodología lógica de su propio cuño, podamos conseguir la máxima rentabilidad en la gestión de fondos. Con los cursos de bolsa que puedes conseguir en su web, te convertirás en todo un experto, con lo que conseguirás actuar sobre seguro en los diferentes sectores de inversión, y sobre todo en el de largo plazo, que es al que queremos dar relevancia en este artículo.
Como en todo tipo de inversión es obligado el recurso e intervención del bróker, que es aquel que hace de intermediario en el parqué, el que consigue comprar los activos por los que tú, como trader, estás interesado, así como conseguir comprador cuando quieras deshacerte de alguna acción, divisa…
Una vez que tienes elegida la persona o entidad que hará de intermediaria, tienes que definir la estrategia y llevarla a cabo, realizar un seguimiento de las empresas más interesantes y elegir aquella que supongamos nos va a ofrecer mayores rendimientos. Por último, debemos conocer también las obligaciones fiscales que la inversión en bolsa conlleva.
Qué debemos saber de la inversión en bolsa a largo plazo
Para empezar, debemos saber que este tipo de inversión es la que mejores resultados ofrece al inversor con una misma cantidad si la comparamos con una renta fija o un depósito bancario.
También debemos reconocer que tanto la economía como el mercado viven inmersos en un comportamiento cíclico, es decir, que inevitablemente el inversor se va a encontrar con la rotación de las fases de recuperación, expansión, auge y recesión. Así mismo, debemos saber que el ciclo bursátil y el ciclo económico no se dan al mismo tiempo, el del mercado se da con anterioridad, puesto que se mueve según posibilidades y expectativas y no por hechos concretos, como sí hace la bolsa, por lo que acertaremos si pensamos que la bolsa actúa de barómetro adelantado a los ciclos de la economía.
Contamos esto para tranquilizar al inversor en bolsa a largo plazo, pues si una ventaja tiene este tipo de apuestas es que podremos estar completamente tranquilos en cuanto a las variaciones que se dan en la economía, si baja o sube el precio de la acción en cortos periodos de tiempo, pues lo que realmente cuenta son periodos mínimos de 10 o de 12 años y en estos tiempos los resultados siempre son positivos, puesto que la economía siempre crece.
Otra de las diferencias con el resto de tipo de inversiones y que, además, también es una notable ventaja es que no tenemos la obligación de realizar inversiones con grandes desembolsos de dinero desde el primer momento. De hecho, los expertos aconsejan ir aumentando la cantidad periódicamente, mensualmente con pequeñas cantidades, de entre 200 y 300 euros, cantidades que en ningún caso deben ser útiles ni necesarias para el inversor, deben ser aquella parte que se destina al ahorro, y también ir reinvirtiendo los dividendos que se vayan obteniendo.
Como norma general, la inversión a largo plazo viene ofreciendo un rendimiento del 4,6 % para periodos de tiempo de 10 años y siempre por encima del 7,5 % si supera los 13 años.