El euro cerró en positivo frente al billete verde en la sesión de ayer, aunque operó mayormente mixto a lo largo del día entre datos económicos desfavorables. El desplome de la producción industrial en Alemania e Irlanda señalaron el amplio daño económico al sector derivado de la crisis sanitaria, mientras que la recuperación del índice de confianza inversora en la Eurozona quedó por debajo de las expectativas. La comparecencia de Christine Lagarde ante el Parlamento Europeo, por otra parte, animó la operativa de la moneda única, que también se hizo eco en la reducción de costos en los mercados de deuda pública periférica.
La presidenta del BCE destacó que los riesgos de una crisis financiera han disminuido, al tiempo que ratificó el mensaje de que el banco actuará de forma puntual y orientada para administrar el estímulo monetario pertinente ante la crisis. El refuerzo de confianza del BCE es el mayor elemento de soporte para el euro en medio de un panorama ampliamente recesivo, mientras el plan de recuperación fiscal comunitario continúa en negociaciones. Hoy se publica la segunda lectura de contracción económica en la Eurozona en el primer trimestre del año, estimada en un 3.8% en su publicación preliminar.
El dólar operó en negativo por octava sesión consecutiva la racha bajista más prolongada en más de 9 años-, acumulando pérdidas frente a toda la cesta de monedas G10 y buena parte de sus pares emergentes. La debilidad del billete verde se acopla con un tono relajado en los mercados, derivado de perspectivas de recuperación positivas al tiempo que las economías relajan las restricciones de confinamiento.
El índice bursátil S&P500 borró ayer todas las pérdidas del año, después de ganancias continuas de las empresas cotizadas en la cesta durante las últimas 10 semanas. El optimismo se traslada a Nueva York, donde se registró la cifra más baja de infecciones desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, la rara combinación de este desenfreno bursátil con el desfavorable panorama económico, advierte que el modo arriesgado que han asumido los mercados podría demostrarse prematuro.
El repunte del yen frente a todos sus rivales y a máximos de una semana frente al dólar indica que los inversores no justifican totalmente la operativa alcista de los mercados mientras predomina un notable volumen de incertidumbre. La NBER declaró ayer el fin del ciclo expansivo más prolongado de los EE.UU. desde 1854, de unos 128 meses, con el inicio de la actual recesión marcado en el mes de febrero. El calendario de datos de hoy es ligero frente a la presentación de la Fed mañana, con la encuesta de sentimiento NFIB de los pequeños negocios y los inventarios de ventas mayoristas.
La libra esterlina logró avanzar con paso firme frente al dólar tras un inicio de semana a la baja, mientras se mantuvo generalmente en línea frente al euro. Después de operar sobre previsiones de estancamiento en las negociaciones del Brexit, el repunte de la libra se alineó al sentimiento optimista más amplio del mercado. En el día de hoy Boris Johnson se prepara para anunciar otro grupo de medidas de desescalada del confinamiento, al tiempo que Londres reporta el primer día sin bajas por el Covid-19 desde el brote de la pandemia.
El monitor BRC de ventas minoristas registró esta mañana una amplia expansión en mayo, con una variación interanual de -5.9% desde un desplome de -19.1% el mes anterior. El dato añadió una sorpresa positiva ya que indica una sólida recuperación de los patrones de consumo a pesar de que gran parte de los comercios minoristas se encontraban cerrados a la fecha. Con una parte importante de la red programada para reabrir a mediados de junio, se espera que la cifra continúe avanzando rápidamente.
El peso mexicano cerró en otra jornada de cosechas positivas frente al dólar guiado por un tono optimista imperante en los mercados. Tanto las bolsas como monedas de mercados emergentes han sacado ventaja del rally en los mercados financieros globales, a pesar de las escasas señales de recuperación. La economía mexicana presenta una de las proyecciones de recesión económica más severas dentro del grupo y, aun así, el peso ya ha recuperado más de un 40% del terreno perdido desde el brote de la crisis frente al billete verde en marzo. Hoy el calendario de datos ofrece las esperadas cifras de inflación doméstica, un indicador clave para proyectar la senda de expansión monetaria de Banxico.
La inflación anual se encuentra actualmente próxima a la banda inferior meta, en 2,15%, tras desplomarse desde su nivel de 3.70% de finales de febrero. Aunque la causa fundamental en la caída general de los precios responde a la contracción de los energéticos en marzo y abril, el panorama inflacionario está afectado por una amplia contracción de la demanda interna mexicana subyacente. El consenso de expertos prevé que la cifra repunte hoy al centro del rango meta, hacia un 2,98%, lo que justificaría una postura precavida de Banxico en sus futuras decisiones de política monetaria.