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CRISIS EN LA PENINSULA COREANA

Las disculpas de Kim Jong-un no minimizan la gravedad de la muerte de un funcionario surcoreano y tensa las relaciones (I)
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Las disculpas de Kim Jong-un no minimizan la gravedad de la muerte de un funcionario surcoreano y tensa las relaciones (I)

· Por Santiago Castillo, periodista y director de www.asianortheast.com

By Santiago Castillo
lunes 28 de septiembre de 2020, 18:50h

El monotema de las relaciones entre las dos Coreas va camino de eternizarse con altibajos de toda índole pero sin una solución política definitiva y son más de 70 años en medio de una realidad entre los dos países que no sólo cansa a la ciudadanía surcoreana sino que este último incidente ocasionado por Corea del Norte por haber matado a tiros a un hombre surcoreano para, al parecer, evitar la propagación del coronavirus, ha causado una enorme indignación pública y política, pese a la sorprendente disculpa de Pyongyang a Seúl que supone, pese a la gravedad del asunto, evitar más tensiones entre las dos partes. Tal vez las nuevas tensiones junto a lo infrecuente del líder norcoreano, Kim Jong-un, de ofrecer sus disculpas a Corea del Sur después de que el Ejército norcoreano abatiera a tiros la semana pasada a un funcionario de pesca surcoreano junto a la frontera marítima entre los dos países sirvan para reducir el voltaje de unas circunstancias políticas que marcan desde hace años la particularidad que vive la península coreana, la cual empezó a fraguarse una nueva realidad política a raíz de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang (Sur), en enero de 2018, y con el cambio de estrategia de Pyongyang y las dos cumbres entre EEUU y Corea del Norte.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, recibió de Corea del Norte una disculpa por carta un día después de que Seúl informara de la muerte del funcionario de pesca surcoreano, cuyo cadáver, según las primeras fuentes, fue rociado con gasolina y prendido, una situación dentro del país que ha supuesto al mismo tiempo que el jefe del Estado afronte presiones políticas por el incidente, que coincidió con un nuevo impulso para tomar medidas contra el régimen de Kim Jong-un.

Pero ahora todo indica que el cadáver no fue quemado y sigue ilocalizable en aguas norcoreanas que ha supuesto que la Armada surcoreana se haya movilizado con bastantes barcos, incluido buques de guerra, en una operación de búsqueda pero con la seria advertencia de Pyongyang sobre el peligro de que sus navíos traspasen la frontera marítima entre ambos países después del despliegue de Seúl en la zona para encontrar al cadáver del l funcionario sureño que murió por los disparos de tropas norcoreanas.

La frontera marítima occidental intercoreana, situada en el mar Amarillo y conocida como la Línea Límite Norte (LLN), es una de las zonas más tensas de la región y ha sido escenario de trifulcas entre ambos vecinos -técnicamente aún en guerra-, que en los últimos 20 años han dejado al menos 80 militares muertos de ambos bandos.

De esta forma, es obvio que la carta del líder norcoreano, en la que “lamentaba profundamente el incidente inesperado y desagradable ocurrido en nuestras aguas", representa la estrategia política de Pyongyang de no romper definitivamente con Seúl y pese al gravísimo incidente y a las deterioradas relaciones entre las dos partes, Corea del Norte aseguró que tomaría medidas para que no se repita lo sucedido.

Sin embargo, en Corea del Sur se pide más explicaciones y contundencia contra Corea del Norte, pues desde la oposición hasta una parte de la ciudadanía exigen, según medios surcoreanos, menos tibieza al presidente Moon en su respuesta al Pyongyang, así como detalles más concretos sobre la muerte del funcionario surcoreano, incluso su propio hermano resalta que es totalmente falso que quisiera fugarse a Corea del Norte como desertor. Una situación confusa, dado que primero se quema el cuerpo, luego se desmiente y más tarde las excusas vertidas con esta muerte están llenas de contradicciones, y ahora el Norte advierte al Sur del peligro de que entre en sus aguas para ubicar el cadáver en medio de nuevas tensiones entre los dos países.

Eso sí, Corea del Sur ha pedido una exhaustiva investigación conjunta, aunque con toda seguridad será difícil que Corea del Norte la acepte, pero lo que sí es evidente que el régimen norcoreano mostrará que es un país fuerte certificando su propia seguridad, además Seúl ha pedido al Norte reactivar las líneas de comunicación militares entre ambas coreas, que Pyongyang dejó de usar en junio pasado en protesta por el envío de propaganda a su territorio por parte de activistas desde el Sur.

Pero las versiones de ambos lados sobre la muerte del funcionario surcoreano, que desapareció el pasado lunes (21 de septiembre) cuando trabajaba a bordo de un buque del Ministerio de Pesca cerca de la frontera marítima intercoreana en el mar Amarillo, no concuerdan, de ahí la incertidumbre y las presiones al gobierno de Moon para esclarecer unos hechos que marcarán una vez más las inestables relaciones entre ambos lados.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

Las disculpas de Kim Jong-un no minimizan la gravedad de la muerte de un funcionario surcoreano y tensa las relaciones (Y II)

Por Santiago Castillo

Madrid. Corea del Norte no saca ningún beneficio si de forma unilateral abandonara todo contacto con el Sur, cuyo presidente, Moon Jae-in, que calificó el grave incidente de intolerable, se enfrenta a quejas dentro del país por este nuevo episodio con el Norte. Para Kim Jong-un la muerte del civil surcoreano es un "asunto vergonzoso" y se disculpó "por haber decepcionado al presidente Moon Jae-in y a los surcoreanos".

El hecho es que la disculpa norcoreana es un gesto diplomático que evita un posible conflicto a corto plazo entre las dos Coreas, pues Pyongyang sabe que su vecina del Sur es la que más beneficios le puede ofrecer. Algunos medios han difundido que esta disculpa de Kim es la primera vez desde 1976, cuando tuvo lugar el grave “incidente del asesinato con hacha" de la muerte de dos soldados estadounidenses asesinados por soldados norcoreanos en la Zona Desmilitarizada de Panmunjom (ZDM).

En suma, esta inusual disculpa norcoreana sirve para eliminar el riesgo de una escalada entre las dos partes y al mismo tiempo sustenta los planes del presidente Moon de conseguir la reconciliación con el Norte. Unas disculpas de Corea del Norte que llegan en un momento en que las relaciones intercoreanas están estancadas, así como las negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, sigue dispuesto a firmar un acuerdo de paz, que ponga fin al armisticio de 1953 (técnicamente la guerra coreana sigue en pie) con Corea del Norte, para lo que ha pedido la ayuda de la comunidad internacional, y este grave incidente de Pyongyang de matar a tiros a un funcionario surcoreano que llevaba desaparecido desde hace el pasado 21 de septiembre en las cercanías de la isla fronteriza marítima de Yeonpyeong, pese a las protestas internas, no desea que todo el esfuerzo hasta ahora realizado por mejorar las relaciones se venga abajo.

Desde Seúl se señala que Corea del Norte disparó a un funcionario sureño, de 47 años, desaparecido en la frontera marítima entre ambos países y que incineró su cuerpo, un acto que ha calificado de "brutal" y por el cual ha exigido explicaciones a Pyongyang, que las recibió por la carta de disculpa del líder Kim Jong-un.

Pero la muerte de este funcionario de pesca ha conmocionado a muchos surcoreanos, desatando una fuerte reacción de la oposición y gran parte de la ciudadanía, lo que provocó una respuesta inusualmente dura de Moon, que calificó el acto de "imperdonable".

Dentro de las relaciones entre las dos Coreas, es la primera vez que un civil surcoreano muere a manos del Ejército norcoreano desde noviembre de 2010, cuando un bombardeo norteño sobre la isla de Yeonpyeong, justamente en la misma zona donde desapareció el funcionario, costó la vida a dos habitantes de la isla y a dos soldados.

Por otra parte, después de un periodo de relativa distensión, las relaciones entre las dos Coreas volvieron a tensarse este verano cuando grupos de desertores norcoreanos soltaran desde Seúl panfletos con propaganda en la frontera entre ambos países y luego todo originó posteriormente que el líder Kim Jong-un decidiera cortar las líneas de comunicación directas establecidas entre ambas partes.

Desde el fracaso de la cumbre de Hanói entre Pyongyang y Washington en febrero de 2019, el régimen norcoreano ha endurecido su postura con Seúl y en junio pasado destruyó la Oficina de Enlace intercoreano en su territorio en protesta por el envío de propaganda por parte de activistas desde el Sur y también Corea del Norte dio en ese momento cortadas las líneas de comunicación transfronterizas.

Todo hace indicar también que esta brutal muerte del funcionario surcoreano esté relacionada con las fuertes medidas de Corea del Norte sobre el coronavirus, que al parecer en el país no hay casos de la pandemia, según fuentes oficiales del régimen, que ha cerrado fronteras a cal y canto desde el inicio de esta enfermedad epidemiológica para combatir la COVID-19.

En definitiva, seguimos alimentando el monotema coreano. Ahora Corea del Norte celebra (10 de octubre) el 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, el 3 de noviembre sabremos si sigue Donald Trump o gana las presidenciales Joe Biden y en los próximos días llega a Seúl el secretario de estadounidense, Mike Pompeo, para analizar una vez más la situación de la península coreana. Y de nuevo vuelta a empezar, y así más de 70 años que han marcado políticamente la península coreana.

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