Ayer el Parlamento de la Unión Europea levantó la inmunidad parlamentaria al fugado Carles Puigdemont. Eso significa que se le puede extraditar a España para ser juzgado por el golpe de estado que dio en Cataluña en octubre de 2017. Algunos han lanzado las campanas al vuelo pero, la realidad es que lo de ayer es teatro. Se cumple una realidad, por decirlo así. ¿Qué quiero decir? El Parlamento Europeo ha dicho claramente que lo hecho por ese personaje no es constitucional y que debe ser juzgado. Ahora bien, de aquí a que lo veamos ante un juez va todo un mundo.
Una cosa ha quedado clara. Le han retirado la inmunidad 400 parlamentarios, 248 en contra y 45 en blanco. El hecho significativo es que de esos 248 votos en contra todos ellos eran de extrema derecha y de extrema izquierda. Los partidos constitucionales votaron a favor de retirarle la inmunidad. Todos los que están en contra del sistema no se la querían retirar. Estos son los amigos que tiene actualmente Puigdemont. Y, con estos amigos, quien necesita enemigos. Han votado a favor suyo todos aquellos que van en contra de todo, incluso de la Unión Europea. Con lo cual, es significativo el resultado final.
Alguno se preguntará, ¿y ahora qué? Pues nada. Un día más fugado. Puigdemont continuará siendo eurodiputado. También lo serán Toni Comín y Clara Ponsatí. Esta votación no les ha retirado el acta. Lo cual tenían que haber hecho, porque se demostró que el personaje este es un golpista. De Haber sido coherente el Parlamento Europeo, la votación tenía que haber sido doble. En primer lugar la inmunidad y, en segundo, retirarles el acta.
Ahora se pondrán en marcha, de nuevo, las euroórdenes. El juez Llarena volverá a la carga. Lo que pasa es que una cosa es lo votado y otra la realidad. ¿Por qué? Tiene derecho a presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Seguro que alegan que el proceso no ha sido imparcial y que son víctima de una persecución política. El lloriqueo de siempre. Eso sí, no pueden salir de Bélgica. Si decide hacer una nueve performance en Perpiñán, posiblemente Francia lo detendría y lo entregaría a España. Por lo tanto, está condenado a no salir de ese país durante muchos años.
Mientras esto ocurría, en España se retiraba el tercer grado a los presos del 1 de octubre. Volvían a la cárcel porque no era legal haberlos dejado salir de la cárcel. El problema es que han tardado mucho. Hace muchos días tenían que haber entrado “estos demócratas”, como lo llamó Gabriel Rufián, en la cárcel. Estos demócratas, como Puigdemont, también dieron un golpe de estado. Ha quedado demostrado que ni son demócratas, ni están en la cárcel por sus ideas políticas. En España nadie es perseguido por sus ideas. De ser así, todo estaríamos en la cárcel.
Esto lo único que ha provocado es volver a haber de él. La prensa va llena de Puigdemont, de la inmunidad y volvemos de nuevo con la matraca del procés. Ese cansino tema que no nos sacamos de encima. Y es que llevamos demasiados años con esta rémora. Y volver al candelero en estos momentos también es significativo. Recordemos que el viernes se constituye el Parlament de Cataluña. En estos momentos se están pactando si gobiernan o no. Significativo es que ayer los presos del 1 de Octubre volvieran a la cárcel y a Puigdemont le retiraran inmunidad.
Justo ayer, a tres días de la constitución del Parlament. En política no existen las casualidades. Tanto ERC como Junts pueden sacar pecho por que se les persigue, que no hay democracia en España y que deben gobernar para conseguir o poder en marcha “el mandato del 1 de octubre”. Con esta fuerza y la de las CUP, pueden conseguir su propósito. Y este pasa por hundir Cataluña económica y socialmente. Porque estos personajes no quieren a Cataluña, sino a ellos mismos.
Así pues, ayer vivimos un nuevo episodio que sólo servirá para reforzar a dos partidos en el ámbito catalán. Porque seamos sinceros, a los europeos les importa poco si tiene o no la inmunidad. El problema es de los que debemos sufrirlos en Cataluña. Esta tragedia se volverá a repetir a partir del próximo viernes. Esperemos que las luchas internas les impidan pactar y volvamos a elecciones.