Alicia García, CEO de Repara Tu Deuda explica que "esta reforma elimina la necesidad de tener que llegar a un acuerdo de pago con bancos o entidades financieras, lo que agiliza mucho todo el procedimiento que, si es admitido por el juez, debe resolverse en un plazo máximo de 18 meses". García también señala que "se trata de una ley aun poco conocida, a pesar de llevar en vigor desde 2015, por lo que esperamos que con esta reforma el número de personas que deciden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad continué aumentando en los próximos trimestres".
Repara tu deuda, que ha conseguido la cancelación total de más de 135 millones de euros de deuda para sus más de 21.612 clientes, lo que supone una cuota de mercado del 87%, trabaja, además, en la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad como una herramienta útil para aliviar la carga económica que puede suponer una hipoteca y la cancelación de préstamos, tarjetas y/o avales.
Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
Para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad el deudor debe cumplir una serie de requisitos como son: la declaración del estado de insolvencia actual o inminente, la no declaración de culpabilidad en el concurso, una obligación total de deudas que no puede superar los 5 millones de euros, no haberse acogido a la LSO en los 10 años previos, no haber sido condenado por delitos económicos o falsedad documental en los 10 años anteriores y la buena fe del deudor. En el caso de que la deuda sea con Hacienda o la Seguridad Social, el tope a cancelar es de 10.000 euros cada uno o hasta 20.000 entre los dos. Si se sobrepasa esta cantidad, la cancelación es parcial y se requiere la aceptación de un plan de pagos. En este sentido, los autónomos y los medios para trabajar también pueden ser protegidos si el deudor desea conservar la vivienda habitual.
Además, la Ley de la Segunda Oportunidad permite a las personas que han fracasado en sus finanzas no tener que afrontar las deudas mediante su patrimonio presente y futuro (vivienda, vehículos, nóminas, etc.); ya que estas pueden volver a pedir financiación, desaparecer de los listados de morosidad, volver a tener tarjetas de crédito y empezar una nueva vida.