En cuanto a las relaciones entre ambos lados del Estrecho, Lai destacó que la República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí, y enfatizó que esta postura está en línea con la constitución de la República de China y ha sido adoptada por sus dos predecesores. El presidente instó a China a llevar a cabo intercambios recíprocos con Taiwán sobre temas mutuamente beneficiosos que promuevan la paz, la prosperidad y el bienestar de los pueblos en ambos lados del Estrecho.
Con respecto a la posición de Taiwán en la cadena de suministro global de semiconductores, el presidente indicó que, aunque Taiwán tiene una ventaja en el diseño de circuitos integrados, la fabricación, el embalaje y las pruebas de obleas, también comparte la responsabilidad de promover la prosperidad y el desarrollo a nivel mundial. Lai agregó que el Gobierno respeta las decisiones de las empresas locales de expandir su presencia en otros mercados.
En el frente local, Lai indicó que la nueva Administración se ha centrado intensamente en reducir la desigualdad económica mediante la mejora de los salarios y las vidas de la clase trabajadora. El presidente se comprometió a lograr este objetivo aumentando los salarios mínimos en función del PIB o los aumentos de precios y promoviendo las mejoras industriales y la transformación económica, entre otras medidas políticas.