La ausencia más destaca la han protagonizado las empresas y los intermediarios europeos a los que las sanciones económicas y financieras contra Irán impiden establecer cualquier relación comercial.
Por contra, entre los participantes ha destacado la notable presencia de representantes de países asiáticos, con China a la cabeza, y africanos, para cuyos empresarios y comerciantes la colaboración con Irán y el aprovechamiento de su experiencia puede suponer su fortalecimiento en sectores como la petroquímica, la minería o las industrias agroalimentarias.
Como subrayó el vicepresidente primero de Irán, Mohamad Reza Aref, en la ceremonia de inauguración, con este evento se trata de “mostrar las capacidades exportadoras de Irán” ante el mundo, presentar una imagen “segura y amable” del país y construir unas bases económicas con los países participantes “que nos permita crecer juntos”.
Además de los objetivos mencionados, Iran Expo quiere crear un espacio para establecer conexiones de negocios entre compañías iraníes y extranjeras, tanto del sector privado como del público, con el objetivo final de potenciar también las inversiones mutuas y no solo el comercio.
Y es precisamente en este punto donde la opinión generalizada entre muchos participantes consultados por El Mundo Financiero coincide en que Europa, y Occidente en general, puede quedarse retrasada en la futura carrera por las inversiones en el país una vez que Estados Unidos elimine las sanciones que actualmente lastran la economía iraní.
Según pudo comprobar este diario, numerosas empresas comerciales y financieras africanas han establecido en los últimos años oficinas permanentes en Teherán con el objetivo de establecer vínculos comerciales y prestar servicios financieros no solo en sus respectivos países sino de forma global para cualquier empresa interesada en entrar en el mercado iraní o invertir en sus empresas.
En este aspecto, todo depende del levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Irán por su negativa a abandonar su programa nuclear y que impiden a este país el acceso al sistema SWIFT de pagos internacionales y acudir a los mercados financieros para fortalecer a sus empresas, además de imponer otras muchas sanciones a titulo personal a numerosos empresarios iraníes.
Fuentes oficiales consultadas por El Mundo Financiero se mostraron cautelosas ante los posibles escenarios que abre la carta enviada recientemente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al presidente de Irán y en la que, al parecer, propone restablecer el diálogo sobre el desarrollo nuclear iraní que él mismo se encargó de bloquear durante su anterior mandato.