Los últimos sondeos confirman lo que muchos ciudadanos comenzaban a intuir hace meses:
El desgaste profundo de los partidos tradicionales. El bipartidismo clásico —PSOE y PP— atraviesa una fase de
necrosis política, visible en la pérdida de fidelidad de sus votantes y en el aumento constante de la abstención según comentaba este Medio semanas atrás. Según los datos publicados por
El País (40dB, octubre 2025), más de un tercio de los antiguos votantes se declaran hoy dispuestos a no votar o a hacerlo en blanco o nulo. El fenómeno se extiende por edades y géneros, con especial intensidad entre los más jóvenes y entre las mujeres, donde el desencanto hacia la política supera ya el 25 %.
Esta tendencia confirma que la abstención deja de ser un simple gesto de protesta puntual: para convertirse en una respuesta transversal y hasta ahora permanente, como modo de expresar cansancio ante un sistema que muchos perciben como repetitivo e improductivo.