www.elmundofinanciero.com

NUEVOS INQUILINOS, ¿VIEJOS RETOS?

Argentina, un país en contención

Argentina, un país en contención
Ampliar

· Por Rudolf Helmbrecht (Corresponsalía de Barcelona)

domingo 31 de enero de 2016, 09:25h
Durante el pasado mes de diciembre tuve la oportunidad de visitar Argentina y me encontré un país donde el tiempo parece detenerse y la población vive a caballo entre la resignación y la contención. Este último vocablo, a decir de los oriundos, se emplea para reflejar un estado de ánimo en el que se hace gala de un esfuerzo por dominar las emociones en aras de no alterar el sosiego en público o en la intimidad familiar. La reciente elección de Mauricio Macri como Presidente de la República ha llenado de júbilo y expectativas las alforjas de un pueblo acostumbrado a perder y resignado a ver frustrada toda tentativa de de reforma política profunda. Durante días, mientras disfrutaba del privilegio de contemplar la belleza del color de la puesta de sol en plena campiña de la provincia de Córdoba (sede de las Casas Museo de célebres personalidades como Manuel de Falla o Ernesto Che Guevara) , no pude evitar cavilar sobre el futuro inmediato de la nación.



Los datos macroeconómicos evidencian un sinfín de carencias que llevan incrustadas en el corazón de Argentina desde antes de que la memoria fuese memoria y los más mayores del lugar comenzasen a vestirse con pantalón corto. De Perón a Campora, pasando por Lanusse, la nefasta y terrible Junta Militar, Alfonsín, Menem , De la Rúa o los Kirchner, la pelota ha ido pasando de mano en mano, portadora de un crisol de sentimientos colectivos que retratan a un país que lo tiene todo y no tiene nada. Un lugar donde millones de almas, émulas de Messi regatean a la pobreza y su gemela la miseria (moral y económica) al ritmo de una melodía del gran Piazzola y en el que la palabra contención es la única que explica la razón por la que “el barco se ha mantenido a flote” a pesar de tantos agujeros causados por la mala gestión, la corrupción y una idiosincrasia nacional nutrida a base de contención, resignación e inagotable desaliento ante una adversidad congénita, casi perpetua.

Permítanme, estimados lectores que comparta una pregunta que me hago desde la victoria en las urnas de Mauricio Macri ¿Puede el flamante inquilino de la Casa Rosada verse desbordado por el un aluvión de esperanzas e ilusiones como el que atrapó en su día a su homólogo estadounidense, el actual Presidente Barack Obama? Sin duda alguna, el nuevo mandatario tratará de implementar sus promesas en el terreno social, poner en marcha planes de ajuste e incentivo empresarial, para lo que ya ha situado en puestos clave a técnicos en la materia de primer nivel. Sin embargo, no ha creado ningún gabinete de gestión de las ilusiones patrias y este nuevo periodo de la historia nacional requiere un esfuerzo adicional que pide dialogo transversal, pacto y una voluntad de acuerdo que debe contar con la anuencia, la comprensión y el apoyo de una gran mayoría social para resultar un éxito.

Haciendo un ejercicio de contención, una mayoría de argentinos ha dado su apoyo a un proyecto de cambio que, sobre el papel, rompe con el pasado inmediato sabedor del paso de una herencia recibida a la que no se puede renunciar ante la notaría de la historia. Esperemos que, por fin, de norte a sur de este a oeste, en la montaña, el campo o la ciudad los aires que se respiren en Argentina sean de cambio y que los acordes del tango del amanecer de la prosperidad general, el espíritu diligente, la buena gestión y la justicia social sustituyan a los tristes compases del tango del ocaso que, al mirarse al espejo, Argentina se parezca a sus sueños más bellos y tenga en los labios un sabor a merecido tan sabroso como el más refinado dulce de leche.



¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (6)    No(0)
Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
2 comentarios