Es precisamente este paso de la operación el que está en riesgo por las imputaciones y juicios de Sánchez-Asiaín, fichado en su momento por Grifols dado su conocimiento del sector salud tras la compra de las clínicas Vivanta por parte de Portobello, y ya los inversores alemanes están en alerta.
Cabe recordar que El Distrito ha contactado a Grifols para corroborar esta información, obteniendo como respuesta que «en la medida de sus posibilidades» responderá vía email. Al momento de la publicación de esta información, dicha respuesta todavía no ha sido emitida.
También es propicio acotar que el Juzgado Mercantil Nº 2 de Madrid verá los próximos 20 y 21 de octubre el juicio por la demanda de un socio minoritario de las clínicas dentales Vivanta contra la gestora Portobello, por el presunto perjuicio creado con la compra de Grupo Vera Dental, con un sobreprecio estimado en 6,2 millones, según informó Vozpópuli.
BNP Paribas y Ares también se ven afectados
Esta judicialización ha creado una grave crisis reputacional en BNP Paribas y Ares, que están siendo arrastrados por los varapalos judiciales de Portobello.
En julio de 2017 cuando adquirieron Vivanta había más de 100 franquiciados y, a día de hoy, apenas hay 30 que no paran de hacer reclamaciones a Portobello, Ares y BNP.
Tal como publicó Moncloa.com, la situación de los franquiciados está despertando un gran interés debido al escándalo mediático de las clínicas Vivanta y Portobello, fondo de inversión que ha sido acusado de presunta estafa, administración desleal y falsedad por el caso Vivanta, el cual ya reúne todas las papeletas para convertirse en un nuevo proyecto empresarial fallido, como lo fue el escándalo de Dentix.
La firma de franquicias empieza a inundar los archivos de los juzgados madrileños, pues ya ha dejado a pequeños propietarios en la «ruina», de acuerdo a un documento jurídico consultado por Moncloa.com en el que una propietaria lamenta cómo el error de adherir su local a la «franquicia Frankenstein» -apodada así por incluir locales de belleza o estética- ha acabado con su negocio.
Por si fuera poco, los fondos Ares y BNP pueden proceder a vender Vivanta, en caso de que esta no abone el préstamo que le fue concedido para su creación. Así lo estipula el contrato, el cual reza que «en caso de que Vivanta no abonara el préstamo, el prestamista procedería a vender la compañía que está conformada por 275 clínicas dentales y estéticas».