El dólar estadounidense cotizó ayer ligeramente a la baja a pesar del aumento de los rendimientos del Tesoro y del apoyo expreso del presidente de la Fed, Jerome Powell, a una subida de tipos de un cuarto de punto en marzo. Powell declaró ante el Comité de la Cámara de Servicios Financieros de los Estados Unidos que es partidario de una subida de 25 puntos básicos en marzo, pero dejó la puerta abierta a una subida mayor en caso de que la inflación siga siendo tan elevada. La mayoría dedujo de sus declaraciones que no era probable que se produjera una subida de 50 puntos básicos tan pronto, pero que podría producirse en una reunión posterior. Las declaraciones de los funcionarios de la Fed, aunque no aumentaron la probabilidad de una subida de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal, ayudaron a reactivar las expectativas del perfil de tipos de 2022: los mercados están valorando ahora subidas de 144,55 puntos básicos, frente a los 120 puntos básicos de ayer.
Las expectativas de endurecimiento de la política habían disminuido previamente, debido al conflicto en Ucrania. La Asamblea General de la ONU votó ayer a favor de denunciar a Rusia por invadir Ucrania y exigió a Moscú la retirada de sus fuerzas militares, una acción que pretende aislar diplomáticamente a Rusia en el organismo mundial. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que está abierto a aplicar una prohibición a la importación de petróleo y gas ruso. Aunque EE. UU. todavía no ha incluido a las materias primas rusas en su paquete de sanciones, los operadores estadounidenses ya han actuado para suspender esas importaciones, lo que ha alterado los mercados energéticos. Para hoy, los mercados estarán atentos a otra ronda de declaraciones de Powell y a la publicación del índice ISM de servicios.
La libra fue una de las divisas que mejor se comportó tanto ayer como esta mañana, a pesar de la continua aversión al riesgo, ya que las condiciones del mercado no han influido de forma generalizada sobre la libra hasta el momento. Los temores a la inflación siguen siendo importantes en el Reino Unido, pero son notablemente menores que en la eurozona, ya que el Reino Unido importa la mayor parte del gas natural que utiliza de Noruega y no de Rusia. Silvana Tenreyro, del Banco de Inglaterra, reconoció ayer en un discurso que la inflación seguirá aumentando en los próximos meses debido a factores externos y que el BoE actuará si las presiones salariales lo requieren. El tipo implícito en el mercado a un año y un día para el Banco de Inglaterra -un indicador de los precios del mercado en torno a las subidas de tipos en el próximo año- se ha situado en nuevos máximos desde las declaraciones de Tenreyro, después de que el indicador se debilitara inicialmente tras el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los mercados monetarios siguen valorando en unos 115 puntos básicos las subidas de tipos en el Reino Unido este año, lo que es inferior a los 130 puntos básicos previstos antes de la invasión rusa, pero el Banco de Inglaterra sigue estando en el lado más agresivo del espectro en comparación con los bancos centrales del G10. Hoy la atención se centrará en las cifras del índice de gestores de compras del Reino Unido que se publican a las 09:30 GMT. Estos datos deberían confirmar una mayor recuperación, ya que el Reino Unido ha relajado las restricciones por la Covid mucho antes que los países de la eurozona.