En cambio, en el caso del yen japonés, la divisa sigue sometida a una importante presión por el aumento de los rendimientos en EE. UU. La ruptura estructural de esta relación se pone de manifiesto en el tipo EUR/JPY, que ha subido casi un 3 % desde la reunión de la Fed del pasado miércoles. Dado que la valoración de las expectativas de política monetaria en los mercados de bonos ha sido tan relevante para la fijación de precios de las divisas, hoy los operadores de divisas centrarán su atención en el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, que participará en la conferencia del BPI junto con Powell, presidente de la Fed, y Bailey, gobernador del BoE.
Si bien los comentarios de línea dura del presidente de la Fed, Powell, apoyaron al dólar estadounidense a última hora del lunes y el martes por la mañana, la mayoría de las ganancias frente al G10 se revirtieron durante el resto de la jornada de ayer. La excepción a la regla fue el yen japonés, que es más sensible a la subida de los tipos estadounidenses. La política acomodaticia del Banco de Japón contrasta con la postura más estricta adoptada por la Reserva Federal y las declaraciones de línea dura de la Fed refuerzan aún más esta divergencia. Esto ha llevado al par USD/JPY a cotizar en un nuevo máximo de seis años en la sesión de ayer, lo que puede ser preocupante para el Banco de Japón, ya que la debilidad del yen no hace más que fomentar la inflación, dado que Japón se sitúa en el lado equivocado de la subida de la energía al tratarse de un gran importador.
El martes, otros funcionarios de la Fed se hicieron eco de las palabras de Powell, e incluso defensoras de una política moderada como la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, apoyan ahora una acción contundente. «Es hora de acabar con la política acomodaticia que hemos estado defendiendo», declaró. Por otro lado, Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, dijo que debería considerarse una subida de 50 puntos básicos. Sin embargo, con los mercados de renta variable de EE. UU., que se han tomado la subida de los tipos de mercado con calma, las declaraciones de los funcionarios de la Fed de ayer no impulsaron el dólar de forma tan agresiva a como lo hicieron los comentarios de Powell el lunes, a pesar de que el rendimiento a dos años aumentó en cuatro puntos básicos y el de a diez años en nueve puntos básicos. Con los futuros sobre acciones de Estados Unidos cotizando en rojo esta mañana y los rendimientos de Estados Unidos subiendo a pesar de los rendimientos europeos planos, el dólar ha vuelto a operar al alza esta mañana, subiendo frente a todas las monedas del G10, además de la libra. Además, los mercados se preparan para un mayor endurecimiento en vista de las intervenciones programadas para hoy de varios portavoces de la Fed.
La libra esterlina subió ayer un 0,7 % frente al dólar, al subir las divisas de mayor riesgo del G10 de forma generalizada frente al dólar. Debido a este movimiento colectivo, dudamos en sacar demasiadas conclusiones de la subida y no la consideramos como una posición de los mercados de cara a la publicación del presupuesto de primavera de hoy. Esta mañana, el entorno del mercado en general es menos favorable que ayer a la continuación del repunte de las divisas de factor beta elevado, pero la libra esterlina sigue siendo una de las divisas del G10 con mejor rendimiento frente al dólar.
Los datos del IPC de febrero publicados esta mañana han favorecido en parte el rendimiento de la libra, ya que la inflación sigue superando las expectativas de los economistas, al subir el IPC general hasta el 6,2 %, alcanzando el máximo de los últimos 30 años. Este dato se produce antes del ajuste del tope de precios de la Oficina de Mercados de Gas y Electricidad en abril, que hará que la inflación general se dispare por encima del 8 %. Si los datos de la inflación se ven agravados por nuevas medidas de política fiscal favorables al crecimiento en el presupuesto de primavera que se publica hoy a las 12:30 GMT, es probable que los mercados aumenten sus expectativas de que el Banco de Inglaterra siga endureciendo su política monetaria este año. Las expectativas se vieron un poco afectadas la semana pasada cuando los responsables de la política monetaria votaron por 8 a 1 a favor de una subida de 25 puntos básicos, señalando que era improbable que se produjeran incrementos de 50 puntos básicos en las próximas reuniones, al tiempo que surgió un defensor de mantener los tipos.