Así estamos desde hace casi catorce años. Debatiéndonos entre los vaivenes de la crisis provocada por Leham Brothers su eufórica recuperación. La inesperada (o no tanto) pandemia, el arresto domiciliario global y su patética “desenmascaración” y desde hace cuatro semanas el desastre de la guerra. De momento la cuestión está en salvar los muebles ante una coyuntura incierta: Invertir en valores seguros. Valores Refugio. De nuevo surge la pregunta ¿Y cuáles son?. Yo conozco dos: Oro (y metales preciosos) y Arte. Los que se pueden monetizar de manera más inmediata.
Las ventajas y desventajas también son conocidas. En ambos casos se trata de productos tangibles y de cotización internacional. La compra-venta de oro es más rápida pero sus oscilaciones también son más probables. La Compra-venta de arte siempre que se haga de una manera racional es una inversión que a medio-largo plazo puede generar beneficios superiores al 30-40% y muy raramente sufre depreciaciones. El oro, ya sean en monedas bullion o lingotes se pueden comprar unitariamente incrementando su compra poco a poco. La inversión de arte es diferente. Se realiza sobre una pieza o varias con un precio determinado por el mercado internacional.
La inversión en arte no es una fórmula muy conocida en España. En primer lugar porque no suele barajarse en las carteras de los Family Oficers y Asesores de Inversión. Eso se debe al desconocimiento y por tanto desconfianza. En segundo porque persiste la tradición patria de comprar arte al contado. Sinceramente no conozco inversiones en “B”. La tercera causa sería el tipo de inversión a realizar: Es decir autor, pieza y precio. Es una cuestión delicada no cabe duda. Por último estaría la cuestión de la autenticidad. Ésta última estaría solventada sí se cuenta con la asesoría correspondiente (Art Advisers y Consultores Privados de Arte).
No olvidemos que el arte es un bien escaso y único y así lo convierte en valioso en el mercado y en el tiempo.
Desde luego la primera de las causas indicadas de desconocimiento de esta realidad inversora es una realidad. El asesor financiero ofrece productos de compra o inversión inmediata (bolsa o fondos). El arte queda alejado de las opciones inmediatas. Es normal. La búsqueda y negociación de este activo y para que sea un valor sólido no es fácil, ya que no olvidemos que el arte es un bien escaso y único que es lo que lo hace valioso en el mercado y en el tiempo.
Por otro lado la inversión en arte se basa en el valor de la obra. Lo recomendable en mi opinión es centrarse en piezas de valor medio-alto (a partir de los 150.000-250.000 €) y si son inversiones más elevadas incluso en la diversificación para evitar riesgos innecesarios. Circunstancia muy similar al mercado inmobiliario. Usted puede comprar un piso de 50.000 € o de 500.000 € y su rentabilidad o monetización futura será proporcional y la inversión más alta será siempre la más rentable. Como siempre y siempre erróneamente alguno pensará en binomio crisis-oportunidad. En el caso de autores importantes eso no se da. Es más, suelen haber incrementos de precio.
El mercado del arte está sufriendo una cierta incertidumbre, es cierto. Uno de los principales mercados como es el ruso está paralizado. Los marchantes han tenido que variar sus estrategias acostumbrados a ventas importantes con clientes de este país. No hace falta que les diga cuales… Eso ha permitido que las piezas que estaban comprometidas en operaciones con ese segmento de compradores estén liberadas y a disposición de nuevos compradores. Y ahí es donde se van a dar verdaderas oportunidades de inversión ¿Por qué?. Un asesor me comentaba que no era raro ofrecer “paquetes de obras” de menor a mayor cuantía a sus clientes rusos (desde los 600.000 hasta los 15 millones de euros para entendernos). Ahora el mercado ruso y sus compradores se han “estancado” y esas obras vuelven a estar en el mercado. Desde las más asequibles hasta las más exclusivas. ¿Podría parecer más complejo?. Desde luego pero no descartaría esa circunstancia.
¿Podemos acceder a otro tipo de inversión más modesta y local? Por supuesto, aunque eso se emplazaría más en el entorno del coleccionismo, que no deja de ser una inversión pero a más largo plazo.
Por mi parte estoy rezando y mucho para que vengan los marcianos buenos y nos saquen de ésta aunque sea por pura caridad y misericordia con los pobres hermanitos tontos de la galaxia.