El EURUSD había estado cayendo drásticamente durante tres sesiones consecutivas, con varios relatos negativos que incidían en el par, antes de que la reacción de precios se consolidara un poco esta mañana. Los temores de un bajo crecimiento económico y una elevada inflación en la zona del euro, combinados con un dólar estadounidense más fuerte debido al aumento de las rentabilidades de los Treasuries de EE. UU., significan que el par está rondando justo por encima de un nivel de soporte psicológico clave. Unas expectativas más firmes de un BCE más severo podrían llevar a los operadores a volverse algo más alcistas con respecto a la moneda única, ya que cotiza en mínimos que no se veían desde marzo de 2020; sin embargo, solo han sido los miembros del BCE más agresivos los que han indicado su preferencia por la subida de tipos en julio de este año. El Sr. Kazaks, gobernador del banco central letón, afirmó ayer que hay margen para hasta tres subidas este año, en consonancia con las expectativas del mercado, al tiempo que dijo que terminar el programa de compra de activos a principios de julio es apropiado, aunque el Sr. Kazaks está en el lado más severo.
La presidenta del BCE, la Sra. Lagarde, ya afirmó el viernes que la compra de bonos probablemente terminará a principios del tercer trimestre, aunque también coincide en que existe una gran probabilidad de que los tipos suban antes de fin de año. Sin embargo, no reveló el número de subidas de tipos ni el momento en que comenzarán. Con el calendario económico repleto de ponentes del BCE en un momento en que tanto el Banco de Inglaterra como la Reserva Federal realizan un parón mediático, el foco se centrará en cualquier cambio de postura de los miembros del BCE más prudentes y hasta dónde podría hacer eso llegar al EURUSD. Su alcance depende en gran medida del perfil del ponente y de si los mercados tienen más preocupaciones por una inflación alta o por un escaso crecimiento. Esto dependerá en gran medida del impacto económico de la guerra en Ucrania. Por el momento, las inquietudes por el crecimiento son mayores que la semana pasada, ya que la renta variable europea se vio afectada ayer y las expectativas de los mercados sobre el aumento de tipos en la zona del euro han bajado de unos 85 puntos básicos la semana pasada a 71 puntos básicos actualmente. En otros lugares de Europa, el Banco Nacional de Hungría aumentará hoy su tipo central en 100 puntos básicos.
El dólar estadounidense parece estar en proceso de consolidación esta mañana después del golpe de fuerza del lunes causado por una revaluación de los riesgos de los confinamientos en China. Ese pánico se ha relajado un poco después de que el BPC anunciara nuevas medidas para aliviar la economía, incluido un recorte del coeficiente de reservas obligatorias en los contratos de divisas, pero la incertidumbre sigue siendo alta y las preocupaciones en torno a la ampliación y la prolongación de los confinamientos continúan acaparando toda la atención. Por el momento, las miradas se dirigirán a la publicación de la confianza del consumidor de The Conference Board en abril a las 15:00 BST, poco después de la publicación de los datos preliminares de bienes duraderos de marzo, pero esperamos que esto tenga poco impacto en la valoración por parte del mercado de la trayectoria de tipos de la Reserva Federal. Más allá de eso, los acontecimientos económicos fuera de Estados Unidos no revisten mucha importancia, mientras los mercados se posicionan para la reunión de la Fed de la semana que viene.
La libra continuó la caída libre del viernes en la sesión de ayer, descendiendo otro punto porcentual frente al dólar. Sin embargo, a diferencia del viernes, las pérdidas de la libra se contuvieron frente al euro a medida que los factores bajistas de la GBP se ampliaban. Aunque los malos datos de consumo del viernes siguen lastrando la confianza, especialmente en torno a las expectativas de la subida de tipos de mayo por parte del Banco de Inglaterra, la volatilidad generalizada del mercado impulsó ayer las pérdidas de la libra. Esta mañana, los datos del Reino Unido muestran que el endeudamiento neto del sector público, excluyendo a los grupos bancarios, asciende a 18 100 millones de libras, 1700 millones de libras por debajo de las expectativas. Dicho esto, el endeudamiento acumulado en el ejercicio fiscal 2021/22 se situó en 151 000 millones de libras, marcando el tercer peor año para las finanzas públicas desde 1947. Esto arroja dudas sobre el margen fiscal que tiene el ministro de Hacienda, especialmente porque las previsiones de crecimiento se han rebajado, mientras que prevé el mantenimiento de una alta inflación. Con el Banco de Inglaterra realizando un apagón en las comunicaciones antes de la reunión del próximo jueves y la práctica ausencia de datos económicos durante la semana, la libra cotiza hoy a merced de las dinámicas del mercado en general.