El estado experimentó una tasa de inflación anual del 9,4 por ciento en mayo, convirtiéndose en una de las más altas de EE. UU., donde la tasa de inflación promedio en todas las áreas urbanas, medida por el Índice de Precios al Consumidor del Departamento de Trabajo, fue del 8,6 por ciento en el mismo mes, según el informe.
En California, el precio promedio de la gasolina ya era el más alto del país, mientras que el aumento del precio de los alimentos y el combustible en el área ha provocado que los residentes busquen nuevas formas de reducir los gastos y generar ingresos adicionales.
Además de reducir drásticamente el costo de la carne y la conducción, algunos residentes comenzaron a recolectar materiales reciclables para convertirlos en dinero extra; algunos han estado buscando comestibles con descuento y muchos otros tienen que depender del banco de alimentos local para recibir donaciones.
La inflación en Estados Unidos se ha mantenido alta en cuatro décadas, lo que llevó a la Reserva Federal de EE. UU. a imponer otro aumento de tasas de 75 puntos básicos el miércoles, el mayor aumento de tasas consecutivo en décadas.