En este sentido, ya hace mucho tiempo que se está analizando y estudiando la psicología del regalo, un aspecto que destaca por su transversalidad: es decir, no solo es importante el contenido del presente en cuestión, sino que también resulta fundamental la misma presentación de lo que se regala o los costes y la dificultad que conlleva todo el proceso, por ejemplo.
Y es que un regalo, o el acto de ofrecer o recibir un regalo, son auténticas palabras mayores. Así lo describe un estudio publicado en 2020, donde se concretaba que un obsequio, o un buen obsequio, llega a fortalecer los lazos de una relación, así como su confianza, lo que provoca un refuerzo del rendimiento cognitivo y de las mismas conductas de cooperación.
La radiografía de un regalo
Hacer un regalo se interpreta como un acto de aprecio mutuo o, incluso, como un ‘contrato social’ entre dos personas que mantienen un vínculo específico. Sean tazas personalizadas o un viaje al Caribe, en todo caso existe un denominador común detrás: la presencia manifiesta de una muestra de afecto y de consideración hacia la persona que percibe el objeto.
De hecho, y aunque parezca complicado de asimilar teniendo en cuenta la sociedad materialista en la que nos encontramos, cada vez se valora con mayor ímpetu un regalo que luzca un significado emocional potente (sea amistoso, pasional, corporativo…) más que el obsequio que destaque por tener un valor económico notorio. Ahora bien, para realizar un regalo y que este obtenga buen resultado en su proceso hace falta que se cumplan algunos requisitos a veces obviados.
Así pues, una palabra clave es la empatía: resulta fundamental colocarse en los zapatos del otro para que el regalo cale hondo. Este atributo tiene que ir acompañado de otros elementos también claves, como por ejemplo la creatividad -si los regalos son personalizados se conseguirá un mayor y mejor impacto-; el tiempo -si la cronología para regalar se hace con tiempo, generalmente el proceso terminará con una sonrisa del receptor- o el momento -indispensable entregar el presente en el instante más afinado posible-.
En definitiva, el significado de los regalos ha generado interrogantes desde hace muchos años, décadas, y ha sido motivo de estudio de psicólogos, comerciantes o economistas. Muchos profesionales de la salud, por ejemplo, defienden que el hecho de regalar fortalece los lazos de interacción humana de manera muy significativa, mientras que existe una corriente de la psicología que apunta que a través de un regalo se alienta a los demás a socializar. “El hecho de regalar es indicativo de que se piensa en la otra persona y es ésta una oportunidad para fortalecer las relaciones”, indica Margaret Rooker.