En términos generales, una empresa debe someterse a una auditoría financiera cuando incurra en dos de las siguientes circunstancias a lo largo de dos ejercicios consecutivos:
- Registra una facturación cuyo total supera los 5,7 millones de euros.
- Posee un total de activos con un valor por encima de los 2,8 millones de euros.
- Cuenta con una plantilla de trabajo integrada por más de 50 trabajadores.
Por otro lado, las auditorías de las cuentas anuales también son de carácter obligatorio cuando una empresa sobrepasa dos de los siguientes límites, también a lo largo de dos ejercicios consecutivos:
- Registra una facturación por encima de los 22,8 millones de euros.
- Sus activos tienen un valor mayor a 11,4 millones de euros.
- Su equipo de trabajo se compone de más de 250 empleados.
Sin embargo, si vamos más allá de lo que dicta la legislación mercantil, también podemos identificar otras razones por las que puede realizarse una auditoría financiera (a pesar de que, desde el punto de vista legal, no sea algo obligatorio) como por ejemplo:
Optimización de recursos y mejora de la imagen corporativa
Muchas empresas deciden llevar a cabo una auditoría financiera de forma voluntaria con el objetivo de dotar a su proyecto de mayor transparencia. Hacerlo puede constituir un buen recurso estratégico a la hora de establecer relaciones de confianza con otras empresas, entidades bancarias o, incluso, con clientes.
Otros factores legales
Existen condicionantes legales que pueden llevar a una empresa a hacer una auditoría contable. Esto ocurre en el caso de entidades cotizadas, sociedades de intermediación financiera, algunas especialidades del sector de seguros o empresas generadoras de oferta pública.
Operaciones societarias
Aquellas empresas que están valorando la posibilidad de unir sinergias o llevar a cabo operaciones de tipo societario como, por ejemplo, una fusión o una escisión, requieren de auditorías financieras.
A petición de uno de los socios
En el caso de aquellas formaciones societarias que no están obligadas por ley a hacer una auditoría, aquellos socios que posean un nivel de participación por encima del 5% pueden tramitar una solicitud en el registro mercantil para llevarla a cabo. Normalmente, este tipo de situaciones vienen motivadas por la necesidad de obtener las máximas garantías en materia de transparencia.
Acceso a subvenciones
La aprobación de subvenciones a menudo va vinculada a pasar una auditoría contable obligatoria. Este requisito es común a aquellas empresas que reciben ayudas por importes superiores a 600.000 euros, independientemente si se perciben a través de la Administración Pública o mediante fondos de la Unión Europea.