La moneda única prolongó la subida del miércoles frente al dólar, aunque tuvo problemas para mantener las ganancias de la noche a medida que avanzaba la sesión. En línea con la evolución de los precios en otros pares de divisas del G10, la volatilidad se topó con un obstáculo en la tarde de la sesión europea al estar cerrados los mercados estadounidenses por el festivo de Acción de Gracias. Como se mencionó en el informe diario de ayer, es probable que la dinámica de hoy sea similar, ya que es probablemente los mercados estadounidenses, ya abiertos de nuevo, experimenten bajos niveles de liquidez. En cuanto a las publicaciones económicas de ayer, hubo cierta disconformidad entre los miembros del Consejo de Gobierno con respecto a las actas de la reunión de octubre del BCE, ya que «unos pocos miembros» estaban a favor de un aumento de 50 puntos básicos. Estos primeros indicios de que algunas autoridades se inclinan por un ritmo más lento de subidas de los tipos sientan las bases para que el consenso cambie en las próximas reuniones, siendo probable, en nuestra opinión, que en diciembre se produzca una subida de 50 puntos básicos. Sin embargo, la comparecencia de ayer de Isabel Schnabel, miembro del consejo del BCE, hizo que aumentasen los riesgos al alza para este punto de vista, ya que argumentó que el margen para la desaceleración sigue siendo limitado y que la política fiscal solo ha aumentado las presiones inflacionarias a medio plazo. En cuanto a los datos, la encuesta IFO realizada en Alemania mostró que las expectativas mejoran al margen, como se esperaba, dada la mejora de las perspectivas energéticas a corto plazo, aunque se mantienen en terreno negativo. Hoy, la medición GfK de la confianza de los consumidores de Alemania siguió los pasos de la IFO, mejorando de -41,9 a -40,2, pero manteniéndose significativamente deprimida según los estándares históricos.
En la sesión de ayer, el dólar volvió a bajar significativamente, a pesar de los titulares de que Pekín estaba volviendo a entrar en confinamiento debido a que los casos de Covid siguen aumentando hasta nuevos máximos históricos. Los acontecimientos idiosincráticos en el G10 propiciaron la caída generalizada del dólar, siendo el yen japonés el principal refugio para los flujos tras los titulares sobre China y las expectativas de más bajadas en la deuda estadounidense a 10 años una vez vuelvan a abrir los mercados del Tesoro. Como se mencionó anteriormente en la sección del euro, la caída del dólar durante la mañana de la sesión europea finalmente se desvaneció al agotarse las condiciones de liquidez por el cierre de los mercados estadounidenses por el día de Acción de Gracias. Hoy, como la mayoría de los comerciantes hacen puente, se espera una dinámica similar.
Otro repunte del 0,5 % hizo que la libra se situara ayer a la cabeza de las divisas del G10. Las ganancias diarias ayudaron a mantener el récord de la libra esterlina como la divisa del G10 con mejor comportamiento frente al dólar desde la caída del IPC estadounidense a principios de mes. Si bien las valoraciones bajas y la relajación de las intensas posiciones cortas permitieron que la libra repuntase de manera muy agresiva, los fundamentos subyacentes aún no han mejorado y probablemente pondrán un techo a la libra de aquí en adelante. Así lo señaló ayer en el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Ramsden, durante la Conferencia de Observadores del mismo. Ramsden afirmó que si la economía se comporta peor que las previsiones de los informes del Comité de Política Monetaria (MPC), en el sentido de que la caída del crecimiento sea más pronunciada y la inflación menos constante, es probable que se produzcan recortes en el tipo de interés del Banco de Inglaterra. Puesto que Ramsden se encuentra en el lado de la línea más dura dentro del MPC, sus comentarios sobre la posibilidad de flexibilizar la política monetaria para ayudar a la maltrecha economía contribuyeron a elevar el sentimiento general de riesgo en torno a la libra. Esto rompe la dinámica anterior de tipos al alza, divisa al alza que ha sido la tónica durante gran parte de este año, destacando el complicado equilibrio entre crecimiento e inflación al que ahora se enfrentan tanto inversores como legisladores.