CUENTAS FINANCIERAS TRIMESTRALES Y POSICIÓN EXTERIOR
La economía española ha continuado desapalancándose en el tercer trimestre de 2022, reduciéndose la deuda bruta de los sectores no financieros respecto a finales de 2021 32,3 p.p (264,2% del PIB). Sin embargo, en términos nominales, la deuda pública en circulación sigue aumentando hasta superar los 1,5 billones de euros, un incremento de 28.431 millones en un trimestre y 76.561 millones con respecto al último ejercicio cerrado, 2021.
La riqueza financiera neta de los hogares en el tercer trimestre ha sido un 1,1% menos que el año anterior, debido a la reducción del 0,5% de los activos financieros a consecuencia de la caída del valor de los instrumentos financieros como deuda, acciones y fondos de inversión.
Según datos publicados en octubre, la capacidad de financiación de la economía española frente al resto del mundo disminuyó en 1.667 millones respecto al trimestre anterior, explicado en gran medida, por la caída del saldo de hogares, más de 18.000 millones en un trimestre. La tasa de ahorro de los hogares se situó en el 5,7% de la renta disponible en el tercer trimestre, frente al 12,9% del trimestre anterior.
TIPOS DE CAMBIO Y COTIZACIONES MATERIAS PRIMAS, PETRÓLEO E ÍNDICES BURSÁTILES
2022 ha sido un año horrible para la mayoría de activos y mercados, aunque el último cuatrimestre ha supuesto una recuperación de las caídas que se estaban registrando en términos interanuales en los principales mercados financieros. Ha contribuido positivamente la mejora de expectativas económicas y de beneficios empresariales en la última parte del año con perspectiva de 2023, así como la recuperación de la paridad del euro contra el dólar.
Los precios de las materias primas, tras el pico alcanzado tras la invasión rusa de Ucrania, se han destensado. El precio del barril de Brent ha acumulado una caída en el año del 9,2% y las materias primas no energéticas un 2,2% mientras que los alimentos han tenido una subida del 3,8%.
El oro continúa su tendencia alcista. En el conjunto del año ha subido un 2,6% situándose por encima de los 1.800 dólares por onza troy.
TIPOS DE INTERÉS EN LOS MERCADOS INTERBANCARIOS Y EN LOS MERCADOS DE DEUDA
Las cuatro subidas de tipos de interés durante la segunda mitad del año han provocado una fuerte reacción en los mercados monetarios, provocando la normalización de todos los tramos del mercado interbancario europeo. El Euribor a 12 meses, que afecta fundamentalmente al pago de hipotecas, continúa una tendencia fuertemente alcista, y hacia una convergencia a medio plazo hacia el nivel terminal de los tipos de interés en la Eurozona.
En el mercado español, la rentabilidad del bono a diez años ha aumentado 268 puntos básicos con respecto al cierre de 2021, siendo el diferencial España-Alemania de 100 p.b. El aumento de la prima de riesgo ha sido más intenso en Italia, Grecia y Austria, por este orden.
El indicador de estrés de los mercados financieros españoles elaborado por la CNMV se ha moderado hasta 0,453, siendo el segmento de renta fija el de mayor estrés dado que es donde se ha concentrado la mayor parte de la volatilidad.
INDICADORES DE POLÍTICA MONETARIA
Conforme la inflación sigue en cotas muy altas con respecto al objetivo de política monetaria, el BCE continúa la subida de los tipos de interés oficiales hasta que se consiga controlar la inflación. En la última reunión se volvieron a subir los tipos hasta colocarlos en el 2,5%, situando la facilidad marginal de crédito se sitúa en el 2,75% y la facilidad marginal de depósito en el 2%. Son muy posibles nuevas subidas de tipos de interés –principalmente por el retraso en el control definitivo de la inflación y el intento de mantener un euro fuerte– al menos de medio punto si no cambian las condiciones vigentes.
El agregado monetario amplio M3 en la Eurozona y el M3 de España han ralentizado su crecimiento hasta noviembre, 4,8% y 4,1% respectivamente, más de dos puntos menos que a cierre de 2021.Por el contrario, la tasa de crecimiento interanual de los préstamos al sector privado en la Eurozona fue del 5,0% en noviembre, 1,6 pp más que a cierre de 2021, debido fundamentalmente al incremento de los préstamos concedidos a las sociedades no financieras.
La normalización monetaria en la Eurozona no está produciendo una restricción de crédito relevante al sector privado, al menos por el momento.
El balance consolidado del Banco de España se ha reducido desde los 878 m millones de euros en 2021 hasta los 520 mil millones de euros al cierre de 2022. Por su parte, el balance consolidado del Eurosistema también se ha reducido desde los 6,16 billones de euros a 2,33 billones entre diciembre de 2021 y diciembre de 2022.
CRÉDITO Y OTROS INDICADORES DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS
La desaceleración económica está empezando a dar señales desde el punto de vista de la calidad crediticia y el propio volumen de concesión de crédito, aunque la subida de tipos de interés ha reducido la demanda de nuevos créditos. Después de varios meses de incrementos del saldo positivo de operaciones nuevas frente a amortizaciones, ahora se está estabilizando el saldo vivo de crédito.
Se está constatando un comportamiento positivo de la tasa de dudosidad, que es uno de los aspectos más favorables de la coyuntura actual frente a otras crisis pasadas.
El ajuste bancario continúa especialmente en el número de oficinas y empleados. En el primer caso, el descenso es de 1.202 oficinas y el número de entidades se ha reducido en 2, hasta 192.
OTROS INDICADORES
Del análisis conjunto de los indicadores adelantados podemos concluir que en este cuatrimestre se ha producido un cierto estancamiento, sin llegar a la recesión que se podía prever en el cuatrimestre anterior, como puede inferirse del Economic Sentiment Index nacional que continúa en 98,4, o de los PMI que se mantienen por debajo de 50 puntos en los últimos tres meses.
En el plano internacional, el Economic Sentiment Index de la zona euro, después de caer a 93 puntos repunta levemente en diciembre, mientras que, el Baltic Dry Index, pese a subir hasta los 1.700 puntos durante el cuatrimestre, no se desliga de la tendencia global a la baja.
El índice de materias primas Dow Jones Commodity Index (DJCI) comenzaba el cuatrimestre con una corrección a la baja de casi 70 puntos para en los meses siguientes aumentar de nuevo hasta los 1.048 puntos de diciembre. Si comparamos estas cifras en un horizonte temporal amplio, –desde 2011 con la creación del índice-, el índice sigue situándose en cifras elevadas frente a la media histórica que se encontraría cerca de los 700 puntos. No obstante, hay que resaltar que desde los máximos del índice, que tuvieron lugar en mayo de 2022 con 1.230 puntos, la caída en términos relativos es de aproximadamente un 15% en 7 meses, hecho destacable dentro del contexto de desaceleración económica global.
CLAVES ECONÓMICAS DEL CUATRIMESTRE
Las importaciones y las exportaciones han aumentado en términos globales de manera más acelerada que tras la crisis de 2008. El precio ha sido un factor clave a la hora de definir la variación nominal de las mercancías negociadas con el exterior. España es, en el primer semestre de 2022, el segundo país líder -después de Italia- en el incremento de importaciones (40,7%), motivado esencialmente por la dependencia energética del exterior. También España ha sido el país en el que más se han incrementado porcentualmente las exportaciones en comparación con los otros países observados. Se consolida la posición importadora neta de bienes de nuestro país ante un crecimiento más rápido de las importaciones que de las exportaciones. Sin embargo, el sector exterior de servicios no solo no se ha visto dañado, sino favorecido, consiguiendo mantener el superávit externo.
A nivel agregado, España aún no ha conseguido recuperar los niveles de PIB real de 2019, los precios se han incrementado desde entonces cerca de un 12% acumulado para el cierre de 2022 y esto, a su vez, explicaría una parte del aumento de la cifra de negocios que eleva la tasa de variación interanual de septiembre al 31,1%. El empleo por su parte denota cierta mejoría, aunque las horas trabajadas efectivas semanales, desde el 3T 2019 al 3T 2022, únicamente han aumentado un 0,85%. De manera sectorizada:
Sector primario: único sector agregado que aumenta su PIB sectorial respecto a 2019. También se produce un crecimiento de los precios como demuestra el último dato disponible del Índice General de Precios Percibidos Agrarios, en máximos de toda la serie 2019-2022. El empleo en este sector cae, al igual que el peso de empleados sobre el total de ocupados de España, pasando en el periodo examinado del 3,8% al 3,5%.
Sector industrial (+ construcción): su PIB en el 3T 2022 se encuentra un 5,28% por debajo de la cifra del mismo trimestre de 2019, siendo un -12,24% en el caso de la construcción. Los precios industriales también recogen una apreciación fuerte. La cifra de negocios recoge esta sensibilidad al precio, causando aumentos destacables respecto a 2019. El empleo de este sector no ha experimentado ningún cambio sustancial. Respecto al total nacional, la industria representa el 14,2% de los empleados, y la construcción el 6,7%.
Sector servicios: en el 3T de 2022 el PIB real sectorizado todavía está un 0,54% por debajo de 2019. La desagregación en subíndices de este sector demuestra cierta escalada de precios, aunque el comportamiento resulta dispar entre los subsectores. La cifra de negocios también crece hasta los 150 puntos del índice, sin apreciarse por el momento tendencia a la baja. En cuanto a empleo, el sector servicios ha sido el más dinámico, con aumento del 4,23% en el número de empleados y un incremento de su importancia relativa sobre el total de ocupados desde el 75,2% en 2019 hasta el 76,3% de 2022. Por su importancia, destacamos los datos del sector turístico: la ocupación hotelera está prácticamente a niveles de 2019; los ingresos se sitúan por encima de los de hace dos años en cuanto a media por turista. No obstante, consideramos que estos incrementos en el ADR y RevPAR nacional se deben al factor precio más que al número de camas, pues no se observa incremento en la capacidad del sector.
El presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, ha presentado hoy el informe del Observatorio Financiero y Claves económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2023, elaborado por la Comisión Financiera y el Servicio de Estudios de dicho Consejo General, en un acto que ha contado con la presencia destacada de José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra y Premio Rey Jaime I de Economía, en el que también han participado el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, los coordinadores del Observatorio Financiero, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo, y el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín.
El presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich, ha explicado que el informe del Observatorio Financiero y Claves económicas del tercer cuatrimestre tiene por objeto hacer un análisis de lo acaecido en este período. En este sentido, Pich ha manifestado que “si hubiera que definir el estado de nuestra economía, podría ser el de `espera activa´. Es cierto que no se ha confirmado la recesión, pero las cifras oficiales atestiguan que sí se ha producido cierta desaceleración; y esto, en un contexto de incremento de la deuda pública, sin terminar de controlar los efectos de la inflación y aún pendientes de ver los efectos definitivos de los fondos Next Generación, nos está indicando que no podemos conformarnos con cifras coyunturales de empleo y de crecimiento esperado (un débil 1,5% para 2023)”. Para el presidente de los economistas, “deberíamos realizar unas reformas más audaces, tanto desde el lado del control de las cuentas públicas como desde las palancas de generación de actividad económica del medio y largo plazo, si queremos ir en contra de lo que las estadísticas y cifras oficiales nos indican. Es decir, la deriva futura de la economía española, a más de un año vista, va a venir explicada por lo que seamos capaces de hacer en este año 2023; si lo hacemos bien, estamos en condiciones de superar las propias previsiones oficiales, pero sigue existiendo un riesgo latente de que todo se quede en una situación transitoria de lo que pudo ser pero no fue”.
En su intervención, José García Montalvo ha manifestado que “el aumento de la inflación, y algunas de las acciones adoptadas para hacer frente al aumento de los precios, parece que está contribuyendo a la normalización del control de precios como una medida de política económica útil. Esta tendencia ha llevado a propuestas de control del precio de los alimentos, un renovado impulso al control de alquileres, etc. Estas propuestas olvidan los nocivos efectos de este tipo de políticas que muestran docenas de estudios académicos. Desgraciadamente, la intensa polarización política se está transmitiendo a debates sobre las estadísticas oficiales que se transforman en una intensa polarización estadística que dificulta el debate económico razonado e intenta transformarlo en una cuestión básicamente política. Como economistas profesionales no podemos aceptar esta deriva, menos aún cuando la economía es una ciencia cada vez más consolidada gracias a su creciente base empírica sostenida por la disponibilidad de información estadística y enormes bases de datos económicos”.
Durante la presentación del Observatorio Financiero, Salustiano Velo, quien ha hecho una síntesis de los indicadores macro así como de la situación de las cuentas financieras de la economía española, ha manifestado que “la evolución de los indicadores macroeconómicos básicos ha sido el reflejo de muchas incertidumbres a lo largo del 2022, motivadas por la situación geopolítica. El crecimiento a diciembre del 5% interanual debemos considerarlo como una excelente noticia –dado que no era predecible después del verano, cuando la recesión técnica era muy probable para el cuarto trimestre–, que se ha debido fundamentalmente al auge de las exportaciones y a la evolución del mercado de trabajo”.
Por su parte, Montserrat Casanovas ha señalado que “ha sido un año horrible para la mayoría de activos financieros y mercados, con fuertes caídas de cotizaciones –tanto en la Renta Fija como en la Renta Variable– y elevada volatilidad. Se espera que 2023 sea un buen año para la Renta Fija, que seguirá marcado por la política monetaria de los Bancos Centrales, pero continuarán las incertidumbres geopolíticas, por lo que recomendamos prudencia en la Renta Variable”.
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que “tanto los datos e índices del comportamiento pasado de la economía, como los adelantados, nos presentan un panorama de la economía española con sus luces y sus sombras, por lo que estamos ante una encrucijada pudiendo derivar en un sentido u en otro, y esa es una señal de incertidumbre que es necesario abordar con cautela, pero a su vez muy decididamente. En el segundo cuatrimestre de 2022 apuntábamos que una desaceleración de nuestra economía era muy probable, y en este tercer cuatrimestre, pese a que se confirma la desaceleración de la economía, es cierto que los índices adelantados parece que nos marcan un punto de estabilización señalándonos pues que debemos estar muy atentos a la evolución global de la economía e intentar desarrollar políticas activas por el lado de la oferta y la demanda acordes a las características de muestra economía, si realmente deseamos que sectores tan importantes como son los de servicios o industrial recuperen las cifras prepandemia y sean motores de un crecimiento con mayor vigor. Efectivamente, prevemos un crecimiento del 1,5% de la economía para 2023, que para una país como España entendemos está alejado de su potencial y debería tener mayor capacidad de crecimiento, con un mayor control de las cuentas públicas y una generación de empleo más estable y de mayor calidad; en definitiva, no debemos ni podemos conformarnos en ser los que menos bajan o más crecen entre nuestros homónimos europeos, pues por la estructura de nuestra economía futuros shocks de las economías nos afectarían de mayor manera tanto en déficit como en términos de empleo”.
Finalmente, el presidente de la Comisión Financiera, Antonio Pedraza ha hecho un resumen del informe del Observatorio y ha explicado las previsiones de este Observatorio para 2023, y ha manifestado que “nos espera un año difícil, con China resucitando y de nuevo subiendo el precio de las materias primas, redundando en la inflación de costes. Esto puede retrasar el control de la inflación por lo que el BCE seguirá alargando la subida de tipos y manteniendo un euro fuerte, que es la forma de compensar esa nueva subida de carburantes y materias primas cuyo comercio se nomina en dólares.”
Del informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas relativo al tercer cuatrimestre de 2022, cabe resaltar lo siguiente:
INDICADORES ECONÓMICOS
El año 2022 ha sido un año muy complejo a nivel mundial donde todas las previsiones han estado marcadas por un elevado grado de incertidumbre global por los riesgos geopolíticos de principios de año y la escalada alcista de la inflación, que hacían esperar un último trimestre de estancamiento o incluso de recesión que parece alejarse, al menos de momento.
La economía española ha tenido un crecimiento positivo a final de tercer trimestre del 4,4% en tasa interanual y se espera un crecimiento superior al 5% a final de año. La inflación se ha conseguido moderar hasta el 5,7% en diciembre con un diferencial de 3,5 puntos menos que la Eurozona (9,2%), siendo la tasa más baja.
El mercado de trabajo está respondiendo bien, con 285 mil parados menos a lo largo del año. La cifra de afiliados a la Seguridad Social está en cerca de los 20,3 millones, bajo los efectos de la reforma laboral, que está influyendo en una formalización mayor de contratos, pero con una parcialidad creciente.
El predecible crecimiento a diciembre 2022 de más del 5% interanual, debemos considerarlo como una excelente noticia, dado que no era predecible después del verano, cuando la recesión técnica era muy probable para el cuarto trimestre. Para obtener este crecimiento ha contribuido muy significativamente el auge de las exportaciones que supera el 40 por ciento del total de ingresos de la economía español, así como también ha contribuido, la evolución del mercado de trabajo con costes laborales moderados y el consumo de los hogares.
Las previsiones de la Comisión Financiera para 2023 son: