El euro se disparó ayer un 0,75% a niveles no vistos desde principios de abril de 2022. El tono más laxo del presidente Powell, que dejaría algo desconcertados a los operadores del dólar, no solo provocaría una venta masiva del billete verde, sino que estrecharía aún más los diferenciales de tipos de interés entre la eurozona y EE. UU. Sobre esta base, y una vez concluida la rueda de prensa del Gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey la reunión del BCE acaparará toda la atención. Con una subida prevista de 50 puntos básicos hasta el 2,5%, los observadores del euro se centrarán en el tono que utilice Lagarde y en el enfoque de endurecimiento del BCE a partir de marzo: si seguirán proporcionando una hoja de ruta para determinar el tipo terminal o si, por el contrario, si volverán con más fuerza a adoptar un enfoque de ‘reunión por reunión’ y que el tipo final venga dictado en última instancia por la fortaleza de la inflación subyacente. En cualquier caso, los mercados esperan una Lagarde en tono agresivo y cualquier indicio de optimismo podría ser leído de forma similar al visto ayer en Powell. Aparte de la decisión sobre los tipos de interés, la atención se centrará en los detalles de cómo el BCE planea deshacer su programa de compra de activos, que comenzará a principios de marzo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, cumplió las expectativas de los mercados… a medias. Si bien la subida de tipos de 25 puntos básicos, situando el rango objetivo de los tipos de interés en el 4,5-4,75%, estaba ya descontado, las sorpresas comenzaron con la publicación de la declaración de los tipos de interés. Si bien se mantuvo que la economía sigue creciendo a un ritmo moderado y que el mercado laboral sigue siendo sólido, se hace referencia por primera vez a que la inflación ha comenzado a disminuir «en cierta medida», aunque resaltando que «los aumentos en curso […] serán apropiados» como una señal de que la última desaceleración no era una indicación de que la Fed estaba a punto de pausar su ciclo de subidas. No obstante, el plato fuerte vendría con la rueda de prensa tras la reunión. En ella, Powell, que solo contestó a dos preguntas de la sesión de preguntas y respuestas, hizo saltar las primeras chispas de lo que se convertiría en un incendio en los mercados al calificar el reciente brote de desinflación como «gratificante». Al oír esto, los periodistas centraron la atención en los recortes de tipos en el segundo semestre de 2023 que los mercados habían anticipado, lo que hizo caer al dólar, impulsó la renta variable y pesó sobre los rendimientos del Tesoro. Hoy, la atención se centra en Europa, donde esperamos que tanto el BCE como el Banco de Inglaterra emitan un mensaje mucho más agresivo que el de la Reserva Federal de ayer. En caso de que sus orientaciones sean más restrictivas de lo que los mercados esperan, especialmente por parte del BCE, es probable que un mayor avance del EURUSD lastre el índice general del dólar y provoque una mayor caída del dólar frente a las divisas del G10.
Hoy el Banco de Inglaterra se reúne para anunciar su última decisión de política monetaria a las 13:00 CET, horas después de que lo hiciese la Fed y poco antes de que la atención fluya hacia el BCE. Al igual que con sus homólogos, no se esperan grandes sorpresas en el anuncio con una subida de 50 puntos básicos ya descontada, que situaría el tipo de interés bancario en el 4%. Aunque, en este caso, una sorpresa de 25 puntos básicos no está totalmente descontada. No obstante, lo más probable es que los analistas centren su atención en la división del voto, las actas de la reunión y el informe de política monetaria. En particular, buscarán pistas sobre el tipo de interés terminal previsto e indicaciones sobre cuándo podrían empezar a relajar las condiciones financieras, con una reducción a 25 puntos básicos vista como probable para la reunión de marzo. En general, la combinación de las previsiones de crecimiento e inflación del Banco junto con sus orientaciones implícitas sobre los tipos determinarán el resultado para la libra esterlina. Con una recesión todavía muy probable, una orientación más agresiva no es necesariamente favorable para la libra esterlina, en nuestra opinión.
El Banco Central de Brasil, al igual que su homólogo estadounidense, cumplió con nuestras expectativas y las de mercado manteniendo su tasa SELIC de referencia en el actual 13,75%. Las noticias positivas en forma de seis desaceleraciones consecutivas del índice IPCA de inflación parecen no ser suficientes todavía para que el BCB tome un tono más laxo, ante el riesgo de influir más allá en el reciente deterioro de las expectativas de inflación tras una última lectura en diciembre ligeramente superior a lo esperado. En lugar de esto, el tono fue más agresivo, llegando a sugerir no sólo la posibilidad de mantener los tipos durante más tiempo, sino incluso reanudar las subidas si fuese necesario. La apertura de hoy del BRL será clave para determinar el peso de esta decisión sobre las expectativas de los operadores de la moneda brasileña, ante el riesgo de que unos tipos más altos puedan llegar a lastrar los flujos de entrada. En cuanto al MXN, ayer cerró la jornada con una ganancia del 1,22% respecto al dólar estadounidense tras la rueda de prensa del presidente Powell. Hoy la moneda mexicana, al inicio de la jornada, alcanza nuevos máximos desde antes de la irrupción de la pandemia, y se prepara para la decisión de Banxico de la próxima semana que esperamos que no interrumpa este momentum.