De esta forma, se eliminan los traslados largos como pueden ser los desplazamientos a los lugares de trabajo, centros sanitarios o grandes superficies, y los ciudadanos ganan calidad de vida.
“Las ciudades de los 15 minutos, rehumanizan las urbes y mejoran el medio ambiente, a la vez que potencian el comercio local, ya que las tiendas de proximidad serán las que cubran todas las necesidades que tienen los ciudadanos en sus barrios”, explica Manuel Amat, experto en gestión empresarial de comercios de proximidad, formador y creador de la metodología ‘La Tiendología’.
Para Amat, algunas de las razones por las que los comercios de proximidad serán clave para impulsar estas nuevas ciudades de los 15 minutos, son:
Estimulan la economía local. Si los vecinos compran en su barrio, se potenciará la economía de la zona a todos los niveles. Por un lado, se fomentará el emprendimiento ya que abrirán nuevos negocios y, por otro, como los comercios locales suelen comprar a otros productores cercanos, se reactivará la economía de toda el área.
Dan vida al barrio. Las ciudades de los 15 minutos promueven que los ciudadanos hagan su vida diaria en su entorno cercano y eso implica realizar las compras en tiendas de proximidad. Si los vecinos compran dentro de su barrio, habrá más movilidad interna (a pie o en bici), una mayor actividad social y se estimularán las actividades comunitarias.
Favorecen el empleo. Si las tiendas de proximidad venden más, crecerán y, por tanto, necesitarán más trabajadores. Como las ciudades de los 15 minutos apuestan por comprar productos y servicios en comercios cercanos también es una forma de apostar por el empleo de los vecinos.
Aportan valor al barrio. Las tiendas de proximidad dan identidad al barrio, conforman su personalidad y reflejan el tipo de vecinos que tienen. Si se potencia el comercio local, éste aportará valor a la zona, fomentará el sentido del territorio y los vecinos se sentirán orgullosos y parte de él.
Generan vínculos emocionales. Los emprendedores de los comercios de proximidad generan vínculos emocionales profundos y duraderos con sus clientes. Además, al conocer a sus compradores pueden ofrecerles una atención más personalizada, que es el requisito más buscado por las marcas y negocios.