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INFORME MONEX EUROPE

Un breve descanso entre tanta niebla

Un breve descanso entre tanta niebla
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  • La jornada de ayer fue típica de fin de mes. Tras una sesión nocturna bastante favorable, el dólar comenzó a debilitarse mientras las acciones europeas abrían al alza, de nuevo con pocas noticias

martes 28 de febrero de 2023, 13:33h
La moneda única vivió ayer una jornada de remontada que la situó en niveles próximos a los vistos la semana pasada tras la publicación de aquellos sorpresivos PMIs que causaron todo un revuelo en cuanto a las expectativas de los operadores de los tipos terminales de los principales bancos centrales, cuando ya daban algunas de ellas por sentadas. En este sentido, un impulso de casi el 0,60% en la sesión de ayer ha sido un buen punto de partida para la publicación de esta mañana de la inflación en Francia que ha vuelto a situarse en febrero en máximos del 6,2%, vistos en octubre y noviembre, y de España, que repunta un 1,0% intermensual hasta el 6,1% en términos interanuales. No obstante, y sin restar importancia a la lectura general, la subyacente sigue estando en el punto de mira de los operadores del euro y los vigilantes del BCE tras una semana de reajuste de sus expectativas. En el caso de España, ha tocado nuevos máximos históricos tras un vertiginoso crecimiento por encima del 2% desde enero de 2022, registrando una lectura del 7,7% interanual. En Francia, la inflación de productos alimenticios se sitúa en febrero en el 14,5% interanual, respecto a la lectura del 2,1% para el mismo periodo del año pasado, mientras que la de productos manufacturados y servicios aumentan más lentamente, al 4,6% y 2,9%, respectivamente.
En vista de estos datos, las apuestas por un BCE más agresivo han aumentado. Si ayer el tipo terminal implícito en el mercado se situaba en el 3,75%, tras estas lecturas se descuenta un tipo máximo para este ciclo del 3,87% para este año, algo insólito en la eurozona, con los operadores valorando un tipo terminal del 4% a más largo plazo por primera vez en este ciclo. No obstante, y aunque esperaremos expectantes nuevas pistas a las que aferrarnos por parte de miembros del núcleo duro del BCE, parece que hasta la reunión de marzo no obtendremos nueva hoja de ruta para lo que será la política monetaria en el área del euro a partir de entonces. Cualquier intento de predecirlo será por tanto una forma de tratar de anticipar lo que la propia institución seguramente aún no haya perfilado dentro de esta estrategia de mantenerse dependiente de los datos.

La jornada de ayer fue típica de fin de mes. Tras una sesión nocturna bastante favorable, el dólar comenzó a debilitarse mientras las acciones europeas abrían al alza, de nuevo con pocas noticias. En ese momento, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. también estaban flotando alrededor de sus máximos recientes, lo que significa que el impulso al sentimiento de riesgo tampoco provenía de la dinámica de los activos cruzados. En última instancia, después de un descenso considerable de la renta variable europea y estadounidense durante el mes pasado, y de una oferta firme en el dólar, parecía que los operadores estaban cuadrando algunas posiciones a finales de mes antes de que los mercados entraran en el periodo de marzo previo al FOMC, en el que la volatilidad de los activos cruzados sólo iba en una dirección… al alza.

El impulso a la baja del dólar se vio exacerbado por la publicación de la muy volátil cifra de bienes duraderos de enero. El dato, que no cumplió las expectativas al registrar un -4,5% intermensual, pesó sobre los rendimientos estadounidenses en el margen, lo que a su vez dio a los operadores más motivos para prolongar la subida del riesgo que se había producido desde la apertura europea. Esto ocurrió a pesar de que los bienes duraderos básicos, que podrían proporcionar una mejor lectura de la economía de EE. UU., subieron un 0,7% intermensual. A la cabeza de las ganancias frente al dólar se situó la libra esterlina, que se vio favorecida por un ajuste aparentemente aceptable del protocolo de Irlanda del Norte. En nuestra opinión, esto pone de relieve una vez más el probable impacto que los flujos de fin de mes tuvieron en el mercado de ayer, ya que el acuerdo entre el Reino Unido y la UE proporcionó pocos beneficios económicos a corto plazo más allá de un impulso del sentimiento, que por sí solo no vale un repunte del 0,9% en el GBPUSD. Hoy, la atención del dólar seguirá centrada en la evolución de los mercados de bonos subyacentes, especialmente teniendo en cuenta la publicación de los nuevos datos de inflación subyacente de la zona euro esta mañana y los comentarios previstos del Gobernador de la Reserva Federal, Goolsbee.

La interminable historia del Brexit continuó ayer en el Reino Unido, con una reunión en Windsor entre el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La cumbre entre ambos líderes supuso la culminación de unas largas negociaciones para reescribir el Protocolo sobre Irlanda del Norte. Sorprendentemente, las reacciones al acuerdo sugieren que Sunak ha conseguido un logro casi imposible al asegurar un acuerdo que evita cualquier división significativa en el Partido Conservador, con reacciones casi universalmente positivas desde los bancos del Gobierno al anuncio en los Comunes.

La aparente cordialidad entre Sunak y von der Leyen en su rueda de prensa conjunta también fue notable, representativa de una mejora en las relaciones entre el Reino Unido y la UE. Aunque el acuerdo aislado es relativamente poco importante, desde el punto de vista económico, la perspectiva de una mejora de las relaciones con el continente y un partido conservador más apacible suponen un impulso significativo para el sentimiento general sobre el Reino Unido, y los mercados parecían estar de acuerdo. La libra esterlina subió casi un 1% frente al dólar y un tercio de punto porcentual frente al euro en la sesión de ayer, mientras los operadores digerían la noticia. Sin embargo, que se haya alcanzado un acuerdo no significa que la historia haya terminado. La aceptación, o no, de las comunidades de Irlanda del Norte será crucial para el éxito del acuerdo. Este es quizá el reto más difícil para Sunak, que ha partido camino a Irlanda del Norte esta mañana para intentar cortejar a los distintos partidos, y con el riesgo aún muy real de que este acuerdo sea torpedeado por las dificultades únicas de la política norirlandesa, es de esperar que este capítulo se desarrolle todavía durante algún tiempo.

El ruido político interno continúa acechando a las divisas LatAm. En Brasil, si bien la semana pasada se ha caracterizado por una relajación de estas tensiones tras el fuerte debate entre el Consejo Monetario Nacional y el Banco Central de Brasil sobre la necesidad, o no, de modificar el nivel de inflación objetivo del Banco a medio plazo, a lo que le siguieron varios días festivos en torno al Carnaval, el punto de mira vuelve a estar en el Gobierno esta semana. La presentación del nuevo marco fiscal por parte del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que, a priori, y a falta de luz verde por parte del presidente Lula y discusión en el Congreso, busca “suavizar los ciclos económicos en lugar de acentuarlos, dando previsibilidad a los gastos y mejorando el debate fiscal mediante revisiones del gasto”, acaparará todas las miradas.

Como decíamos, y pese a que parece que el punto de partida es positivo desde el punto de vista de la consolidación fiscal en el país, los posibles ajustes que puedan surgir a lo largo del resto del proceso presupuestario podrían mitigar los efectos positivos de la idea inicial. A esto se le suma la finalización del mandato de dos miembros de la junta del BCB en febrero y su posible reelección o el nombramiento de nuevas personas al cargo, y el debate existente sobre el restablecimiento del impuesto sobre los hidrocarburos y sus efectos sobre el aumento del precio de estos en los surtidores y, por tanto, sobre el IPC brasileño. Por su parte, las cosas no están mucho más tranquilas hoy en México, donde las protestas en contra de las reformas electorales han ido en aumento. Si bien la estabilidad política interna ha sido hasta ahora uno de los principales motores del rally del MXN en los últimos meses, parece que estos movimientos no serán, per se, negativos en tanto que podrían persuadir al gobierno de AMLO de llevar a cabo reformas más radicales. En el lado de Banxico, las cosas no están más tranquilas. Ayer el vicegobernador de Banxico, Jonathan Heath dijo en una entrevista que los tipos de interés en México no llegarán al 12%, estimando un tipo terminal de entre el 11,25%-11,75%. En esta entrevista, recalcaba la importancia no tanto de tratar de anticipar este nivel terminal, sino de determinar cuánto tiempo permanecerá en ese nivel antes de poder llevar a cabo recortes. Estas declaraciones son especialmente interesantes tras la última sorpresa al alza en su última decisión, seguido de una lectura de actas en línea dura, y con una Fed con las expectativas de su tipo terminal a la deriva… pero al alza.

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