La publicación de los datos preliminares de enero ha confirmado lo que ya nos adelantaron las lecturas nacionales de Francia, España y Alemania a lo largo de esta semana. Si bien ambas lecturas han sido superiores a las expectativas del mercado, y sin ánimo de restar importancia a la lectura general, la subyacente sigue estando en el punto de mira de los operadores del euro y los vigilantes del BCE que permanecen en un continuo reajuste de las expectativas del tipo terminal del BCE tras casi dos semanas cargadas de datos sorpresivos y de intervenciones de miembros del BCE cargadas de forward guidance.
Las expectativas del mercado de que el IPC subyacente de la zona del euro se imprimiría a un ritmo sin cambios del 5,3% interanual parecían bajas teniendo en cuenta los últimos datos que hemos ido conociendo en la última semana, que apuntaban a que la inflación subyacente de bienes seguiría subiendo, mientras que la inflación subyacente de servicios se mantendría sin cambios como mínimo. Si la lectura del mes de enero fue, quizá la más alarmante, el dato preliminar de febrero ha vuelto a sorprender al alza, esta vez con una lectura del 5,6% interanual. Esta lectura no solo fue mayor de lo previsto por los mercados, sino que no se limitó a los bienes básicos, que aumentaron un 0,8% intermensual situando la tasa interanual en el 6,8%, sino que la inflación de los servicios también se disparó, con un aumento mensual del 0,9% hasta el 4,8% interanual. Afortunadamente para el BCE, esto no provocó un repunte de la inflación general, que habría puesto la guinda al pastel para la parte más agresiva del Consejo de Gobierno.
La inflación general cayó ligeramente del 8,6% en enero al 8,5% en febrero, debido en gran parte a una caída del 1,1% intermensual de la inflación de la energía.El nuevo aumento de la inflación subyacente y la composición más amplia de sus impulsores suponen un quebradero de cabeza para un BCE que parecía ansioso por expresar su deseo de reducir el ritmo de su ciclo de subidas más allá de marzo. Con todo ello, la probabilidad implícita de una subida de 50 puntos básicos en mayo ha pasado del 40% a principios de semana al 66% actual.
No obstante, no parece haber pesado demasiado sobre los mercados, con una reacción del EURUSD limitada. En nuestra opinión, esto se debe a que aún se publicarán dos informes más de inflación antes de la decisión de mayo, con la esperanza de que la inflación de servicios comience a desacelerarse.