Ayer, la renta variable cayó y el dólar se fortaleció en general. Como ha ocurrido durante gran parte de la semana pasada, las discusiones sobre el techo de la deuda ocuparon el centro de atención de los mercados. Aunque desde Washington siguen llegando señales desconcertantes, según las declaraciones oficiales se han logrado algunos avances. Debido a la gravedad de la situación, el presidente Biden ha acortado su viaje previsto al extranjero para asistir a las cumbres del G7 y de los cuatro países, y regresará a la capital el domingo. Reflejando en parte el optimismo tentativo, los rendimientos de las letras del Tesoro a un mes cayeron ligeramente, pero en el 5,5% siguen siendo más de un punto porcentual más altos que hace quince días, ya que ahora abarcan la fecha potencial de impago.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron en el resto de la curva después de que las ventas minoristas subyacentes de EE. UU. cumplieran o superaran las expectativas, a pesar de que el dato principal fue negativo, mientras que una sorpresa positiva en el índice NAHB del mercado de la vivienda y un mayor rechazo a los recortes de tipos por parte de los funcionarios de la Reserva Federal consolidaron este movimiento. Aunque los mercados de renta fija leyeron el último informe de ventas minoristas con la opinión de que el consumidor estadounidense no ha capitulado necesariamente bajo la presión de unos precios y unos tipos de interés más altos, el informe nos pareció menos alentador, ya que mostró que el telón de fondo de la demanda de bienes básicos sigue siendo débil y que las ventas minoristas no siguen el ritmo de la inflación, lo que significa que los volúmenes de ventas reales siguen cayendo. A pesar de la continuación de la fortaleza del dólar, el índice DXY ha luchado por romper de forma consistente su máximo del 10 de abril y los movimientos durante la noche han sido bastante limitados en todos los ámbitos. Los rangos estrechos bien podrían ser un tema para hoy, con los titulares políticos que probablemente disminuyan y los limitados datos que mueven el mercado en el calendario económico.
Uno de los dos acontecimientos principales de la sesión de ayer fueron los datos del mercado laboral británico, por lo que la atención de los operadores se centró en las implicaciones de esta última publicación para el futuro de la política monetaria y, por extensión, para la libra esterlina. En este contexto, los mercados de tipos redujeron ligeramente las apuestas a nuevas subidas del Banco de Inglaterra, y la libra cayó un 0,35% frente al dólar y un 0,25% frente al euro durante la sesión, ya que los últimos datos publicados no cumplieron las expectativas y apuntaron a un debilitamiento del mercado laboral. El dato más notable fue la caída de 136.000 empleados asalariados, a pesar de que se esperaba un aumento, y el inesperado aumento del desempleo, que ahora se sitúa en el 3,9%. Aunque los mercados llevan algún tiempo esperando que el endurecimiento monetario empiece a pesar en el mercado laboral y en la economía británica en general, en nuestra opinión, la publicación de ayer sugiere que la desaceleración prevista ha llegado por fin. Dado que se trata de una sola publicación, se justifica cierta cautela. Pero si se repite el dato de ayer en la publicación de junio, combinado con una inflación que debería caer sustancialmente en el informe de abril previsto para la semana que viene, reforzaremos nuestro llamamiento al Banco de Inglaterra para que mantenga los tipos constantes en su próxima reunión de junio.
El primer indicio en este sentido podría llegar hoy con los comentarios del Gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, que intervendrá en un acto organizado por las Cámaras de Comercio Británicas. Será interesante ver si Bailey opta por abordar los datos de ayer a la luz de las recientes mejoras de las previsiones del Banco de Inglaterra, que ahora parecen subestimar el ritmo y el grado en que el mercado laboral y la inflación podrían debilitarse. Si los datos siguen siendo inferiores a las expectativas y nuestra opinión sobre la subida de tipos del Banco de Inglaterra es correcta, esto debería suponer un lastre para la libra esterlina en las próximas semanas, con un probable retroceso de las recientes ganancias frente al euro y al dólar.
Las divisas latinoamericanas sufrieron un retroceso generalizado durante la sesión del martes conducido por un empeoramiento del sentimiento global del riesgo en medio de un incremento de los temores de una recesión más temprana en EE. UU. o la incertidumbre alrededor de las discusiones sobre el techo de la deuda. Con una caída de 1,62% en el día, el CLP se sitúa como la moneda más perjudicada, seguido por el BRL, con una pérdida del 1,00%. El MXN, en este caso, fue la divisa que mejor peor comportamiento tuvo, con un retroceso del 0,39% durante la jornada, lo que hace que el par USDMXN permanezca aún en niveles mínimos históricos. Con unos fundamentales sólidos, una situación política interna estable y, por supuesto, un alto carry, el MXN se sitúa como la divisa latinoamericana con mejor comportamiento de lo que va de año 2023, con una subida del 11,21%, seguida muy de lejos por el COP y el BRL, ambas con una ganancia de en torno al 7%. La posición determinada de Banxico sería otro de los factores detrás de este fortalecimiento. Con su próxima decisión a poco más de 24h, creemos que esto puede ser un evento fundamental para que el MXN se estabilice alrededor de los nuevos máximos registrados. Si bien las opiniones están aún repartidas, en las últimas semanas se ha ido creando un consenso en torno a la postura, que nosotros defendemos, de que lo más probables es ver que mantienen el tipo de interés oficial en el 11,25% actual, abriendo la puerta a la posibilidad de llevar a cabo mayores subidas en el futuro, si los dato lo justifican. De cualquier forma, y pese a que este es el evento de la semana en México, lo observadores del MXN estarán también muy pendientes de lo que ocurre en torno a la situación de la deuda en EE. UU. y, en general, al avance del sentimiento global del riesgo que ha sido el principal motor del MXN en los últimos meses, desde la quiebra del SVB a principios de marzo.