Pocos ya confían en meter el dinero en el banco sin más. Ahora recurrimos a los fondos de inversión cuyas bondades son sobradamente conocidas. Pero es cierto que es un mundo nuevo, también tienen desventajas y las dudas surgen. Así, en primer lugar, ¿qué es un fondo de inversión? No todo el mundo puede responder con solvencia a esta pregunta. Por este motivo, conviene dejar claro que estamos ante un instrumento de financiero que consiste en un patrimonio formado por las aportaciones de un número variable de inversores denominados partícipes. De esta manera, con la suma de todas las aportaciones, se pueden negociar mejores condiciones de las que se obtendrían si cada partícipe fuera por su cuenta.
Dicho todo esto, vamos a exponer algunos sencillos consejos para quienes no sepan muy bien cómo invertir en fondos de inversión. Es importante tener muy en cuenta que no todos los fondos son iguales. De hecho, podemos distinguir algunos de los siguientes:
- Fondos de renta fija: invierten la mayor parte de su patrimonio en activos de renta fija, por lo que suelen presentar un riesgo moderado.
- Fondos de renta variable, invierten al menos un 75% de su patrimonio en renta variable y que, por lo tanto, ofrecen un alto riesgo.
- Fondos mixtos: invierten su patrimonio en renta fija y en renta variable.
- Fondos monetarios: se caracterizan por la ausencia de exposición a renta variable, riesgo de divisa y materias primas.
- Fondos garantizados: permiten la recuperación del capital invertido en una fecha conocida como vencimiento de la garantía.
- Fondos de gestión pasiva: su política de inversión consiste en replicar o reproducir un índice bursátil o financiero.
- Fondo de retorno absoluto: persiguen un objetivo de gestión, no garantizado, de rentabilidad y riesgo.
- Fondos globales: su política de inversión no encaja en ninguna de las vocaciones inversoras mencionadas previamente.
Atención al riesgo
Por supuesto, a la hora de escoger, debemos tener presente que todo fondo de inversión conlleva un riesgo. No hay que olvidar que cuanto mayor sea la rentabilidad potencial de los activos en los que se invierta, mayor será también el riesgo del fondo. Para ello, todos los fondos de inversión recogen en el documento de datos fundamentales el indicador de riesgo en una escala del 1 al 7, en la que el 1 indica el riesgo más bajo, mientras que el 7 indica el riesgo más alto.
Sin perder de vista las comisiones
Este es otro de los puntos en el que debemos fijarnos a la hora de elegir un fondo ya que las comisiones pueden reducir significativamente la rentabilidad neta. Las principales comisiones de los fondos de inversión son las siguientes: de gestión, de custodia o depositaría, de suscripción, de reembolso y de éxito.
Parece claro que invertir en un fondo requiere estudiar las posibles opciones, además de paciencia y, por supuesto, escoger aquél que mejor se ajuste a nuestro perfil inversor, que define la relación que existe entre los riesgos que estamos dispuestos a asumir y los rendimientos que esperamos obtener.