Nunca hemos creído prudente basar análisis políticos sobre proceso de intenciones ni sobre descalificaciones personales, absolutamente subjetivas o superficialmente morbosas, y preferimos opinar sobre hecho y declaraciones. En este punto es importante, por supuesto, hacerse una opinión sobre la realidad de la persona o del personaje que pretende seguir cogobernándonos. Por ejemplo el muy inteligente y experimentado profesor Tamames opina que el Doctor Sánchez está actuando esencialmente por un motivo de revancha personal ante el mal resultado de las regionales y municipales, herido en su orgullo, pero lejano del interés común de los españoles. No vamos a determinar aquí la verdad, pero sí exponer dos hechos que nos parecen de peso para la reflexión. En primer lugar nos ha chocado que el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, no cumpliera con su más elemental deber democrático para con el PSOE y los ciudadanos españoles dando la cara la propia noche electoral. Creemos que es el único caso en los últimos 20 años de las democracias de la UE y absolutamente significativo sobre sus convicciones democráticas. En cuanto al PSOE socialdemócrata, hace tiempo que lo destruyó y lo considera “su” instrumento para conseguir “poder”. No lo vemos como buena señal. En segundo lugar, en pocos días, ha hecho tres declaraciones, cada cual más enloquecidas. Primero afirmó que EUROPA, Europa ni más ni menos, había encargado a España (léase el Sanchismo) parar el fascismo galopante.
¿La Europa en la que Meloni se sienta en el G7 o en la OTAN sin crear ningún problema? Creemos que tiene otras preocupaciones por España. Pero acto seguido el Doctor Sánchez declaró ante su público que, si perdía las elecciones, en España se daría un “asalto al Capitolio” a la trumpista manera y que él acabaría encarcelado. Sin cortarse ni medio cabello. Ustedes juzgarán el hecho, pero entendemos que esto ya cae en el delirio más indicativo de cierto desequilibrio emocional. Puede haber sido pasajero y fruto de un calentón, pero hete aquí que dos días después clama sin pudor que “la derecha” traerá, o puede traer a España la explotación infantil y el trabajo infantil manchesteriano. Eso, a tenor de un texto europarlamentario muy complejo sobre las diligencias debidas exigibles a las empresas. Esa pasada de rosca entendemos que entra directamente en el ridículo de una persona que ha perdido el control. Pero esa persona es nuestro Presidente de Gobierno y candidato a. Y eso no es banal, ni tranquilizador.
Sería bueno para todos que el Doctor Sánchez, y su actual apéndice el PSOE de Sánchez, se calmaran y se dieran cuenta que lo que mucha gente va a votar, principalmente, es sobre un modelo de democracia, de sociedad y de España que provoca mucho rechazo. Va a votar si las cosas que le quitaban el sueño al Doctor Sánchez, tras haberlas probado amargamente durante cuatro años, nos siguen quitando el sueño a los ciudadanos.