En lo que respecta a la piratería, el 82 % de los europeos está de acuerdo en que acceder a contenidos digitales a través de fuentes ilegales puede conllevar prácticas perjudiciales, como estafas o contenidos inadecuados para menores.
A pesar de estos resultados positivos, el estudio también pone de manifiesto que 1 de cada 3 europeos (31 %) considera aceptable comprar productos falsificados cuando el precio del original es elevado, alcanzando la mitad (50 %) en el caso de los consumidores más jóvenes, de entre 15 y 24 años.
Pasando de las opiniones a los hechos concretos, el 13 % de los europeos afirma haber comprado falsificaciones intencionadamente en los últimos 12 meses. Esta cifra asciende al 26 % en el caso de personas de entre 15 y 24 años, el doble de la media de la UE, mientras que disminuye hasta el 6 % en el grupo de edad de 55 a 64 años y a menos del 5 % entre las personas de 65 años o más.
A nivel nacional, la proporción de consumidores que han comprado intencionadamente falsificaciones varía entre el 24 % de Bulgaria y el 8 % de Finlandia. Aparte de Bulgaria, la compra intencionada de falsificaciones se sitúa por encima de la media europea en España (20 %), Irlanda (19 %), Luxemburgo (19 %) y Rumanía (18 %).
Un precio más bajo de los productos originales sigue siendo la razón mencionada con más frecuencia (43 %) para dejar de comprar falsificaciones. El riesgo de experiencias negativas (productos de mala calidad para el 27 % de las personas, riesgos de seguridad para el 25 % y sanciones para el 21 %) también es un factor clave para que los consumidores dejen de comprar falsificaciones.
Incertidumbre entre los consumidores
La incertidumbre respecto a la autenticidad también va en aumento. Casi 4 de cada 10 europeos (39 %) se han preguntado alguna vez si han comprado un producto falsificado, mientras que la mitad de los jóvenes (52 %) afirma lo mismo.
Las diferencias entre Estados miembros también son significativas: mientras que en torno a una cuarta parte de los consumidores de Dinamarca y los Países Bajos (26 %) no estaban seguros de si lo que compraban era auténtico o no, esta cifra se eleva hasta el 72 % en Rumanía.
Los europeos también tienen dudas sobre la legalidad de las fuentes que utilizan para ver contenidos online: el 41 % se pregunta si la fuente a través de la que accedió era legal o no.
En palabras del director ejecutivo de la EUIPO, Christian Archambeau:
Conocer las percepciones de la ciudadanía nos ayuda a entablar un debate útil tanto con los consumidores como con las partes interesadas, en el marco de nuestras actividades de concienciación y divulgación. La última edición del estudio sobre la percepción de la propiedad intelectual aporta nuevas perspectivas sobre cómo se percibe la vulneración de los derechos de propiedad intelectual y pone de relieve, una vez más, la necesidad de apoyar y proteger a los consumidores. También confirma los avances positivos respecto a la concienciación y la disponibilidad de contenidos digitales de fuentes legales.
La piratería digital y los eventos deportivos
En general, los europeos se oponen al consumo de contenidos pirateados: El 80 % afirma que prefiere utilizar fuentes legales para acceder a contenidos en línea si se dispone de una opción asequible.
De hecho, casi 9 de cada 10 personas conocen al menos un tipo de oferta legal de contenidos en su país y, en el último año, más de 4 de cada 10 europeos (43 %) han pagado un servicio legal para acceder, descargar o ver por streaming contenidos protegidos por derechos de autor.
Sin embargo, una gran mayoría de las personas encuestadas (65 %) considera aceptable piratear cuando el contenido no está disponible en su suscripción.
Además, el 14 % de los europeos admite haber accedido intencionadamente a contenidos a través de fuentes ilegales en los últimos 12 meses. El porcentaje aumenta a 1 de cada 3 (33 %) en el caso de los jóvenes de 15 a 24 años. Se recurrió a la piratería sobre todo para ver retransmisiones deportivas, a través de dispositivos o aplicaciones ilícitos de streaming.
La proporción de personas que acceden a contenidos pirateados también varía según el país, desde el 9 % de Finlandia y Dinamarca hasta el 22 % de Malta.
Una mayor asequibilidad y variedad de contenidos de fuentes legales son las razones más mencionadas para no decantarse por contenidos pirateados.