www.elmundofinanciero.com

¿Nos duele España?

¿Nos duele España?
Ampliar

· La autocomplacencia es una práctica nociva y perjudicial a la que nos hemos tristemente acostumbrado

jueves 07 de septiembre de 2023, 07:36h
Deambulamos como jactanciosos Narcisos obviando cualquier equivocación y acrecentamos victorias pírricas o éxitos insustanciales. Una debilidad del homo sapiens que encuentra su culminación en la política. La administración del bien común, o aquello que beneficia a la sociedad incluyendo tanto a ciudadanos como a sistemas sociales o instituciones, se resiente desde hace tiempo de la mediocridad de nuestros gobernantes y de un sistema envilecido que se cimenta en el ombliguismo y no en la excelencia o buen hacer. Por estas razones toda crítica bien argumentada nos devuelve como Ícaro a la tierra, siendo el impacto contra el suelo más que doloroso. El editorial publicado en el Washington Post el 31 de agosto es un nítido ejemplo de caída libre. Los autores trazan un retrato inmisericorde de España, “rehén de una facción de extremistas regionales disidentes”. Ahondan en el despropósito del actual gobierno en funciones de otorgar carta de legitimidad a “aquellos que ponen en riesgo el modelo de democracias vibrantes y pluralistas que Europa se ha esforzado por representar”.

Resulta absolutamente caricaturesco que el rey quede desnudo y se enfrente al escarnio público a raíz de un artículo publicado a más de seis mil kilómetros de distancia. La lectura del ensayo no tiene desperdicio ninguno. Vinculan el incesante apoderamiento de formaciones nacionalistas con el descorche de champagne en Moscú. No es un misterio que el Kremlin quiso aprovechar el embate del separatismo catalán para agrietar la unidad comunitaria en 2017. Sus emisarios fueron bien recibidos por estrechos colaboradores del entonces gobierno autonómico.

Asimismo, los periodistas estadounidenses mencionan con amargura el poder desproporcionado que ejerce el independentismo en el Parlamento nacional y tachan de “enajenación y disparate” cualquier posible acuerdo con aquellos que llevaron a Cataluña al borde de un enfrentamiento civil. La imposibilidad de un pacto entre fuerzas constitucionalistas, repetidas veces demandado por el autor, expone el Estado a los vaivenes de formaciones “machistas, xenófobas y negacionistas” como Vox.

Una crítica despiadada pero absolutamente correcta. Hace unos días mencionábamos lo perjudicial de una eventual reunión de cualquier representante político nacional con el fugado en Waterloo. Como ocurre a menudo, la realidad ha superado cualquier fantasía. La imagen de la vicepresidenta segunda del Gobierno reunida con Carles Puigdemont y Toni Comín en una sala del Parlamento Europeo en Bruselas confirma todas las sospechas acerca de una eventual amnistía encubierta que facilitaría el regreso de quienes desafiaron el orden constitucional y pretendieron aniquilarlo.

Además, echa por tierra los ingentes esfuerzos y la valiosa labor de los servicios de inteligencia, fuerzas policiales, jueces y fiscales que lograron desbaratar la tentativa de secesión por parte del ejecutivo autonómico. Por supuesto la imagen de Yolanda Díaz conversando amablemente con los fugados invalida la constante actividad diplomática implementada para desacreditar al separatismo catalán en foros internacionales.

Si hay algo que acomuna tanto al gerundense como a la faschionaria, nunca un mote fue tan acertado, es su admiración hacia las purgas estalinistas. Ambos no tienen reparo en destruir políticamente a cualquiera que lleve la voz contraria o intente eclipsarles. Irene Montero, Pablo Echenique o Artur Mas son algunos de los cadáveres humeantes.

El desplazamiento de la gallega a tierras belgas no ha sorprendido del todo. Jaume Ausens, fiel escudero e íntimo amigo de Comín, en varias entrevistas mencionó la posibilidad y conveniencia de que “representantes institucionales” se reunieran con el gerundense. Desde hace semanas el sector más radical del Gobierno está sembrando el terreno para un delirante acuerdo. Marta Lois, nueva portavoz de Sumar en el Congreso, afirmaba complaciente que “tanto JxCat como Puigdemont son actores importantes para la investidura”. Palabras secundadas por Jessica Albiach, representante de los Comuns. La valenciana calcula que “hasta 600 imputados podrían beneficiarse de la generosidad institucional”.

Maniobras e intervenciones que encuentran el silencioso consentimiento de la Moncloa. No engañe la maniquea estupefacción de los representantes socialistas. Cualquier aproximación de Yolanda Díaz ha sido previamente acordada con Sánchez y su guardia pretoriana. El madrileño no interpreta en similar farsa el papel de Poncio Pilato, que lavándose las manos condenó Jesús de Názaret a la ascensión al Gólgota y relativa crucifixión. El presidente del Gobierno recibe a diario la información pertinente y no deja nada al azar.

En tales circunstancias se echa de menos el compromiso institucional de históricos socialistas como Nicolás Redondo Terreros, Txiki Benegas, Enrique Múgica, Antoni Asunción y José Luis Corcuera. Todos ellos transmitieron a servidor la imagen de políticos comprometidos con los valores constitucionales.

De momento lo cosechado es más que desalentador. Puigdemont ha logrado rehacerse con el liderazgo del partido silenciando cualquier voz discrepante. Su maximalismo ha obligado a ERC a considerar la eventual amnistía como “un punto de partida y no de aterrizaje” en palabras de Oriol Junqueras. La propuesta del lehendakari Iñigo Urkullu de una reforma constitucional, que tanto emocionó al anodino Félix Bolaños, ha sido despreciada por los líderes republicanos y los junteros. En aguas revueltas hay que exhibir la mayor ortodoxia posible. El enfrentamiento cainita que protagonizan es el único dato alentador en este disparate colectivo.

Mientras tanto el ridículo internacional se agiganta con el espectáculo kafkiano de Luis Rubiales y su conducta animalesca. El reconocido penalista Emilio Cortés afirmó que suspendería cualquier alumno que no considerara el beso forzado a Jennifer Hermoso como un delito. No albergamos conocimientos jurídicos de ningún tipo para llevarle la contraria. Pero lo verdaderamente escandaloso de todo lo relacionado con el motrileño es la omertà del actual Gobierno y su presidente sobre conductas anteriores y actuaciones machistas que invalidan cualquier propaganda a favor de la mujer y su apoderamiento. Los testimonios de Irene Lozano, María José Rienda y Beatriz Álvarez son más que elocuentes.

De la misma manera desconciertan los bamboleos de Alberto Nuñez Feijóo, llamado a protagonizar una oposición constructiva. “Nadie en el partido”, reconoce un trabajador de la calle Génova, “ha logrado entender su estrategia… Estirar el chicle de una investidura condenada al fracaso sólo beneficia al inquilino de la Moncloa”. Tampoco aquieta la consolidación de Jorge Buxadé como nuevo referente de Vox y el destronamiento de Espinosa de los Monteros.

Si tuviéramos que responder a la pregunta inicial, España duele y mucho…

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (16)    No(0)
Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios