“La madera vuelve a estar más de moda que nunca. Nuestra apuesta es recuperar la de antiguas casas de madera, conventos o barricas de roble para darle una nueva vida y una historia única a cualquier vivienda. La exclusividad de su origen y la belleza con la que se recupera encaja con cualquier proyecto decorativo” explican.
Con sus colores especiales de haber estado sumergidas en los canales venecianos, sus cicatrices de años de contacto con la luz o el aire y con una historia tras cada lama, los suelos que se proponen permiten hacer, a medida, proyectos llenos de alma.
¿Por qué apostar por la madera para los suelos?
Más allá de la belleza de uno de los materiales más nobles que ofrece la naturaleza y de la sensación de confort que ofrece, apostar por suelos de madera y, en este caso, recuperados, es todo un reto y acierto.
En primer lugar, es una clara apuesta por la sostenibilidad al dar una nueva vida a un material que aún puede seguir siendo útil.
En segundo lugar, es una de las elecciones más versátiles con cualquier tipo de decoración y estilo. Encaja tanto en viviendas más modernas como en aquellas que buscan un toque más clásico, con casas urbanas o de campo, de muchos metros o más pequeñas… La madera siempre luce.
Siguiendo con las ventajas, es uno de los mejores aislantes tanto térmicos como acústicos, dotando a las estancias de un sonido de mejor calidad y de un confort añadido en cualquier época del año. Además, este tipo de madera recuperada ha sido seleccionada por su calidad, lo que garantiza una larga vida adicional llena de historias y recuerdos por grabar.
Además, por último, es una apuesta por un material de fácil mantenimiento y que no emite tóxicos, mejorando la calidad del aire interior y, por extensión, incluso la salud.