Pues bien, la solución a los obscenos y terribles problemas éticos, sociales y democráticos que delatan las preguntas iniciales, en la presente coyuntura, sólo podrá venir, si viene, de ese clavo ardiendo que es la UE. Lo cual nos hace recordar la importancia crítica que van a tener las elecciones europeas de junio. Una importancia política clave para España. Sinceramente, ¿creen Ustedes que en las elecciones gallegas cambiará algo que pueda influir en la resolución de los gravísimos entuertos que comprometen la libertad, seguridad y prosperidad de los españoles de futuro? No puede ser. En cambio, las elecciones europeas, una vez convertida España en un problema europeo, tienen unas características que abren posibilidades para poder afrontar, con dificultades, nuestros problemas existenciales y democráticos. Citaría cuatro de ellas.
La principal es que esas elecciones van a nombrar representantes que inevitablemente se habrán de centrar en los problemas radicales de España, los que atentan contra su democracia, los que afectan a la destrucción de sus instituciones, al coqueteo con Partidos filoterroristas o radicalmente racistas, al acatamiento de los Tratados, etc…La segunda es que supondrá una expresión de la globalidad del pueblo español y no de una región o de una minoría, ya que todo el mundo puede votar en circunscripción única. Eso se complementa con la tercera que es que los resultados no dependen de una Ley electoral desastrosa distorsionante como la que tenemos y que ninguna minoría se verá obscenamente favorecida en la representación nacional, sino que la representación de los españoles será estrictamente proporcional a su peso en la población española, y así será su influencia en la política y legislación comunitaria. Y “last but not least”, la cuarta es que se presentarán Partidos que abogan por una España de ciudadanos unidos, libres, iguales y solidarios.
Unos, por primera vez, Izquierda Española a cuyo frente está don Guillermo del Valle, y el que nazca de la plataforma Nexo cuyo referente es don Edmundo del Val. Otro, Ciudadanos, que ya ha mostrado su labor europea. Entre los tres cubrirán un espectro que va desde la izquierda patriótica tradicional más a la izquierda que el PSOE de la Transición, pasando por el centro izquierda hasta llegar al centro derecha. Lo importante es que el centro, pero muy particularmente el centro izquierda patriótico e igualitario, por fin tendrá una o varias ofertas de representación de las que ha estado ayuno en los últimos años electorales (desde Zapatero). Ya no valdrán excusas de orfandad de propuesta ideológica para resignarse al voto tribal, al voto en blanco o a la abstención. Todo lo expuesto nos hace parafrasear al filósofo Ortega y Gasset : “Europa es (parte de) la salvación”. Los patriotas democráticos y progresistas (de verdad) debemos tomárnoslo muy en serio.