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ANÁLISIS PORTOCOLOM

La Reserva Federal Americana cambia de rumbo en su política monetaria

La Reserva Federal Americana cambia de rumbo en su política monetaria
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  • Por el equipo de inversión de Portocolom AV

martes 17 de septiembre de 2024, 11:42h
La actividad económica en Estados Unidos lleva tiempo mostrando ciertos síntomas de enfriamiento, y los últimos datos publicados refrendan esta idea. Las cifras y comentarios publicados en el libro Beige o en el ISM manufacturero, que se situó por debajo de lo esperado (47,2 vs 47,5), manteniéndose en territorio de contracción, han hecho que tanto al mercado como a la FED, le entren dudas sobre la marcha de la economía americana, si bien es cierto que el ISM de servicios apuntó una ligera mejoría hasta 51,5, superando los niveles de expansión. Adicionalmente, en la economía real nos encontramos con que en Estados Unidos, el número de grandes empresas que se han declarado en quiebra en lo que va del año, alcanza ya la segunda cifra más alta en más de una década, solo superado por el año 2020, cuando nos encontrábamos en plena pandemia.

En cuanto al empleo, también se atisba cierto cambio de tendencia desde hace meses. Los datos sobre nóminas no agrícolas vienen revisándose a la baja en los últimos meses, y además, el último dato publicado en agosto muestra que solo aumentaron en 142.000, cuando se esperaban 165.000. Por su parte, la tasa de desempleo bajó hasta el 4,2% tras el repunte que habíamos visto en julio. Parece que el mercado laboral americano se ha ajustado tras el gran exceso de demanda que se produjo en pandemia: el número de personas que buscan empleo prácticamente se iguala a las vacantes ofrecidas por las empresas, escenario bien diferente al que hemos vivido tras la pandemia, donde la oferta de empleo superaba claramente la demanda del mismo. Sigue produciéndose, no obstante, un claro desequilibrio entre el empleo a tiempo completo y a tiempo parcial. Y es que, en el último año el número de empleos a tiempo completo en EE.UU. se han reducido en 1 millón de personas, mientras que los contratos a tiempo parcial no paran de aumentar.

En el lado positivo de la balanza se encuentra la inflación, que cada vez está más cerca del objetivo del 2% marcado por la FED. La semana pasada se publicó el dato de IPC en Estados Unidos, donde el IPC general ha bajado de 2,9% hasta 2,5%, apoyado claramente por el descenso en el precio de los combustibles, mientras que el IPC subyacente se ha mantenido en 3,2%. A nivel mensual, el dato subyacente salió un 0,1% superior a lo esperado, lo que podría afectar a la decisión que tiene que tomar la FED en cuanto a política monetaria.

Y es que con todo esto encima de la mesa, la Reserva Federal parece haber encontrado argumentos por fin para tomar un nuevo rumbo. De hecho, a finales del mes de agosto, Jerome Powell compareció en Jackson Hole, dando un mensaje claro sobre el punto de inflexión en el que se encontraría la política monetaria americana. Anunció que había llegado el momento de ajustar la política monetaria bajando los tipos de interés, aunque no quiso precisar ni el tiempo ni la intensidad con la que ejecutarían dichos cambios, dependiendo en todo caso de los datos macro que se publiquen. Powell mostró cierta preocupación por el empleo, y además la evidente reducción de la inflación, unido al enfriamiento de la economía americana, han terminado de convencer en cuanto al cambio de política a los miembros de la FED. Una de las consecuencias de estas afirmaciones de Powell ha sido que el mercado descuenta ya más de 100 puntos básicos de bajadas de tipos de interés para lo que queda de 2024 (no se descarta un primer recorte de 50 puntos básicos en la reunión de septiembre) y otros 125 puntos básicos en 2025, para dejar una tasa terminal en 2026 en torno al 3%.

En Europa, las estimaciones para la inflación de agosto apuntan a una ligera bajada a nivel subyacente desde el 2,9% al 2,8% y un descenso más importante a nivel general (de 2,6% a 2,2%), que la situaría ya en el objetivo de Banco Central Europeo, apoyando el escenario de nuevas bajadas de tipos previsto para la Unión Europea. El Banco Central Europeo sigue manteniendo un tono de prudencia en sus declaraciones oficiales, pero lo cierto es que estos niveles de inflación, claramente cerca del objetivo marcado del 2%, y, sobre todo, el momento económico por el que está pasando la eurozona, con foco especial en Alemania (PMI manufacturero baja ya hasta 42,4 desde el 43,2 anterior), han reforzado la decisión tomada el pasado jueves de bajar otros 25 puntos básicos el tipo de depósito para la eurozona.

En los mercados esta semana:

Los mercados bursátiles reaccionaron de manera muy positiva la semana pasada tanto al hecho de que el Banco Central Europeo cumpliese con las expectativas de bajadas de tipos de interés, como a que los datos de inflación en Estados Unidos no defraudaron, a pesar de un leve repunte en la inflación subyacente. De esta manera, el S&P 500 se revalorizó un +4% y el Nasdaq 100 lo hizo en un +5,93%. En Europa las subidas fueron algo más moderadas, el Euro Stoxx 50 subía un +2,24% y el Ibex 35 un +3,28%.

Hay que destacar que al cierre de la sesión del viernes, el S&P se quedó a menos de un 1% de su máximo histórico, y eso a pesar de las importantes correcciones de principios de los meses de agosto y septiembre. En cambio, el Nasdaq y el Euro Stoxx se encuentran todavía a un 6% de sus máximos. Respecto al Ibex 35, cerró en niveles no vistos desde 2015 pero aún se encuentra a un 28% de su máximo histórico de 2007.

El impacto en los mercados de renta fija fue mucho menor como consecuencia de que tanto los datos económicos como las acciones emprendidas por el BCE coincidían con las estimaciones de los analistas. Así, el Treasury a 10 años bajaba su rentabilidad en -6 puntos básicos al igual que el Bono, quedándose sus retornos en el 3,66% y el 2,94% respectivamente. Por su parte, el Bund cedía -2 puntos básicos hasta el 2,15%.

En cuanto a los mercados alternativos se refiere, el oro cerraba a las puertas de su máximo histórico que marcaba unas horas antes en los 2.614,60$/Oz. La más que inminente bajada de tipos por parte de la FED junto a un dólar más barato favorecían las compras de este activo refugio. Por su parte, el crudo cerró la semana con subidas por primera vez el último mes, y es que la temporada de huracanes estaría afectando a la producción en el Golfo de Méjico, que junto a un nuevo parón en las exportaciones de Libia, han permitido tomar un respiro al precio del petróleo.

A nivel macroeconómico, destacamos la debilidad de los datos conocidos en China sobre inflación, producción industrial y tasa de paro, que ponen de nuevo en entredicho los objetivos de crecimiento para este 2024 de la segunda economía mundial, mientras que se acerca el momento de la toma de mayores y más contundentes medidas para reactivar el consumo interno por parte de las autoridades chinas.

La referencia clave para esta semana será la decisión de la Reserva Federal Americana (FED), que se prevé recortará los tipos de interés por primera vez desde 2020. Sin embargo, existen dudas en cuanto a si el tamaño del ajuste será de 25 o de 50 puntos básicos. Adicionalmente conoceremos los datos de IPC en Europa (se esperan sin cambios en el 2,2% y 2,8% para el IPC general y subyacente respectivamente), y las ventas minoristas y producción industrial en EE.UU.

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