www.elmundofinanciero.com

¡Por siempre Serrat!

J. Nicolás Ferrando, director de Artelibro; José María Sánchez Molledo, cronista de Carabanchel; Chelo Altable, directora de Eirene Editorial y Linda Hament, depositaria legal del legado del pintor Alfredo Ramón, en el cóctel celebrado en el Instituto Cervantes.
Ampliar
J. Nicolás Ferrando, director de Artelibro; José María Sánchez Molledo, cronista de Carabanchel; Chelo Altable, directora de Eirene Editorial y Linda Hament, depositaria legal del legado del pintor Alfredo Ramón, en el cóctel celebrado en el Instituto Cervantes.

· Por J. Nicolás Ferrando, director de Artelibro Editorial

viernes 11 de abril de 2025, 09:51h
El pasado 10 de abril de 2025, la Asociación de Editores de Madrid, de la que forma parte Artelibro, concedió el XXIX Premio Antonio de Sancha a Joan Manuel Serrat. El acto tuvo lugar en el majestuoso Instituto Cervantes, un espacio emblemático para la lengua y la cultura españolas. La elección del premiado no pudo ser más acertada: Serrat representa como pocos la fusión entre literatura y música, entre palabra y emoción.
Joan Manuel Serrat entregando su legado personal en el Instituto Cervantes.
Ampliar
Joan Manuel Serrat entregando su legado personal en el Instituto Cervantes.

El evento comenzó con un gesto de enorme carga simbólica. El cantautor catalán hizo entrega de parte de su legado personal, que a partir de ahora quedará custodiado para las futuras generaciones. Entre los objetos donados destacan una partitura manuscrita de sus primeras canciones y su vieja máquina de escribir, compañera fiel de tantas madrugadas creativas. Con ella compuso algunas de las canciones más memorables de la historia reciente de la música en español, piezas que hoy forman parte del imaginario colectivo de Hispanoamérica.

Durante su intervención, Serrat emocionó al auditorio —compuesto por más de un centenar de editores, escritores, periodistas y admiradores— al declararse un lector insaciable de libros en papel. “Soy incapaz de leer en otros formatos modernos. Necesito pasar las páginas, subrayar, marcar, doblar esquinas…”, confesó con humor. “Quienes hereden mi biblioteca podrán seguir perfectamente el rastro de mi lectura, porque escribo en los márgenes, tacho, remarco. Vivo la lectura con intensidad”, añadió entre sonrisas cómplices del público.

El acto continuó con un coloquio que permitió repasar su impresionante trayectoria artística. Serrat compartió anécdotas sobre su relación con poetas, músicos y editores, muchos de ellos compañeros de viaje en tiempos difíciles. “He trabajado en circunstancias mucho más adversas de las que vivimos ahora. Mi obra no se entiende sin la de Antonio Machado o Miguel Hernández”, subrayó. Fue un homenaje implícito a aquellos versos que supo musicalizar como nadie y que acercaron la poesía a miles de personas.

Uno de los momentos más conmovedores fue cuando recordó su estrecha amistad con Mario Benedetti, el poeta uruguayo del que adaptó numerosos textos. “Benedetti escribía una poesía que pedía ser cantada. Fue siempre generoso con sus creaciones, especialmente conmigo. Me permitió poner voz a sus versos, que son una referencia ineludible en Latinoamérica. No hay nombre más relevante en el ámbito de la poesía popular en países como México, Argentina, Uruguay o Chile”, afirmó con profunda admiración.

A sus 81 años, con la lucidez intacta y la sensibilidad a flor de piel, Serrat habló también del paso del tiempo. “Lo más difícil es la pérdida. Siempre he tenido amigos mayores que yo, y la vida sigue su curso. La existencia es la que es”, expresó con serenidad. Como colofón, leyó uno de sus propios poemas, un texto cargado de melancolía en el que reflexionaba sobre el tiempo y la memoria, sobre lo vivido y lo que queda por vivir.

Antes de despedirse, hizo un llamamiento que resonó con fuerza en la sala: “Pido una tregua. Este mundo se vuelve cada vez más complicado. Necesitamos respirar, escucharnos, entendernos”. Y, con una media sonrisa, añadió en voz baja: “Trump lo pone complicado…”.

Joan Manuel Serrat, con su voz serena y su palabra lúcida, sigue siendo un faro en tiempos convulsos. Su música, su poesía y su compromiso ético lo consagran como uno de los grandes referentes culturales del mundo hispano. El Premio Antonio de Sancha no solo reconoce su obra: rinde homenaje a una forma de estar en el mundo, a una mirada crítica y compasiva, a una trayectoria que, en efecto, merece ser celebrada por siempre.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)
Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios