Empresaris de Catalunya, organización representativa de empresarios y directivos catalanes favorables a la estabilidad institucional y respeto al marco legal vigente, ha manifestado su oposición a la cesión a la Agencia Tributaria Catalana (ATC) de la recaudación de impuestos estatales como el IRPF o matriculación de vehículos hasta ahora gestionados por la Agencia Tributaria Estatal. Desde la asociación empresarial se considera que muchas empresas actúan en varios lugares de España y tener que lidiar con dos agencias tributarias, como si Cataluña y España fueran dos países distintos, generará un aumento de costes por gestiones y mayor conflictividad entre las empresas y la administración tributaria dado que la experiencia de gestión de las Comunidades Autónomas demuestra que todas actúan con criterios distintos y en este caso no será distinto.
Para Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya: “Existe un gran riesgo que con la implantación de una Agencia Tributaria propia en Cataluña muchas empresas opten por mover su sede a comunidades donde puedan liquidar todos sus impuestos a una única agencia tributaria con la que ya están acostumbrados a lidiar”.
El presidente de Empresaris de Catalunya cree que “el problema de Cataluña no es de quien recauda sino de gestión. La Generalitat debe reducir su deuda, adelgazar su administración y centrarse en administrar sus ingentes recursos”.
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