¿Y si tomar decisiones se pareciera menos a una partida de ajedrez y más a una apuesta de póquer? El ajedrez es un juego con unas reglas definidas, donde todas las piezas están a la vista y el azar apenas interviene. La vida, en cambio, está marcada por la incertidumbre, el riesgo, los factores ocultos y las decisiones que dependen de variables que escapan a nuestro control. Incluso cuando se toma una buena decisión, el resultado puede no ser el esperado. Entonces, ¿cómo podemos jugar nuestras cartas de la mejor manera posible? La autora es Annie Duke, ganadora de importantes torneos como la Serie Mundial de Póquer y el Campeonato Nacional de Heads-Up. Ha publicado varios libros, entre ellos, “¡Abandona! El poder de saber cuándo retirarse a tiempo” y es cofundadora de The Alliance for Decision Education, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a enseñar habilidades para la toma de decisiones desde la escuela.
En este trabajo se nos propone un cambio radical de mentalidad: pensar como jugadores de póquer, decidir en términos de apuestas, evaluar mejor los riesgos y aprender de cada resultado. Con ejemplos brillantes inspirados en el mundo del deporte, los negocios, la política y, por supuesto, del póquer, Duke ofrece un manual práctico y transformador para quienes deseen mejorar su capacidad de decisión en un mundo cada vez más incierto. Se trata de pensar en el riesgo, aprender a tomar mejores decisiones con alguien que lo hizo para ganarse la vida. Señala los peligros de lo que denomina resultadismo: “Estoy dispuesta a apostar a que tu mejor decisión precedió a un buen resultado y la peor a un mal resultado. Es una apuesta segura para mí, porque el resultadismo no es solo algo que hagamos desde la distancia. Quienes critican a toro pasado son un blanco fácil, como también lo son los escritores y los blogueros que hacen análisis instantáneos para un público masivo. Sin embargo, como descubrí gracias a mis propias experiencias en el póquer, el resultadismo es un patrón de pensamiento rutinario que nos aqueja a todos. Establecer una relación demasiado estrecha entre los resultados y la calidad de la decisión afecta a nuestras decisiones diarias y podría tener consecuencias catastróficas y de largo alcance”.
La buena noticia es que podemos encontrar soluciones prácticas y estrategias para sortear las trampas que se hallan entre las decisiones que nos gustaría tomar y la puesta en práctica de esas decisiones. La promesa de este libro es que si pensamos como si apostáramos, tomaremos mejores decisiones en la vida. Se nos dará mejor separar la calidad de los resultados de la calidad de las decisiones y descubrir el poder que tiene la frase “No estoy seguro”, aprender estrategias para planificar el futuro, tomar decisiones de manera menos visceral, crear y mantener grupos con otras personas que también buscan la verdad para mejorar nuestro proceso de toma de decisiones y trabajar con nuestros yos del pasado y del fu-turo para tomar menos decisiones regidas por la emoción.
“Yo no me transformé en una persona que siempre toma decisiones de forma racional y libre de emociones al pensar en términos de apuestas. He seguido cometiendo (y cometo) muchos errores. Pensar en términos de apuestas me acercó a la objetividad, la precisión y la apertura de mente”. Pensar en términos de apuestas comienza por reconocer que hay exactamente dos cosas que determinan cómo se desarrolla nuestra vida: la calidad de las decisiones que tomamos y la suerte. Aprender a identificar la diferencia entre las dos es justamente lo que implica pensar desde esta perspectiva. Así que este no es un libro sobre estrategias de póquer o sobre apuestas. En cambio, sí trata sobre lo que el póquer enseña acerca del aprendizaje y la toma de decisiones. Las soluciones prácticas resultan ser estrategias muy buenas para alguien dispuesto a tomar mejores decisiones.
Ficha técnica:
Decide y apuesta
Annie Duke
Editorial Península
348 páginas