Desde Europa se está invirtiendo tanto de forma financiera como con una ambiciosa planificación, ha incidido. Por ejemplo, con la red transeuropea de transporte TEN-T, que es “la columna vertebral de este esfuerzo” para “conectar Europa”. También ha destacado la financiación, que a partir de 2028 prevé un aumento de la partida pasando de 25.000 millones a 51.500 millones.
De hecho, completar la red TEN-T “podría aumentar el PIB de la UE en un 1,8% para 2030 gracias a viajes más rápidos y a una mayor capacidad de transporte de mercancías”. El caso de éxito es el AVE Madrid-Sevilla, inaugurado en 1992, que logró pasar de 1,3 millones de pasajeros anuales a 3,5 millones de la actualidad. El turismo en Sevilla incluso ha aumentado en un 35% durante la primera década que la línea estuvo en servicio.
“Estos ejemplos nos inspiran”, ha subrayado el comisario, que fija el objetivo en “completar una red europea más rápida y sin interrupciones para 2040, abordando los cuellos de botella fronterizos, asegurando la financiación y mejorando los sistemas de billetes y reservas entre países”.