Vender antes del cambio de ejercicio puede ayudar a evitar ajustes fiscales o trámites que podrían resultar más costosos si se pospone la operación. Idealista situó el metro cuadrado de Cartagena, el segundo municipio más importante de la Región por población, en 1.506 €/m² en septiembre de 2025, lo que supone casi un 20% más que el año anterior. Es una subida llamativa, pero, sobre todo, sostenida: la vivienda de segunda mano en Cartagena también creció alrededor del 19 % interanual, confirmando que nos encontramos ante una situación generalizada del mercado.
En cuanto a la situación de la ciudad, el anuncio de una inversión de 356 millones para transformar el puerto ha disparado el interés de locales y extranjeros. Cada vez hay más compradores que buscan una vivienda para entrar a vivir, pero también una oportunidad en un entorno con proyectos en marcha y expectativas de crecimiento. Y cuando el foco se desplaza hacia una ciudad concreta, los pisos bien situados —o simplemente listos para entrar a vivir— ganan valor.
Por si fuera poco, la oferta no está creciendo al mismo ritmo que la demanda. No es raro ver cómo los pisos que salen a buen precio se reservan rápido. Para un propietario, este escenario juega a favor. De hecho, adelantar la decisión y poner tu piso en venta en Cartagena antes de que acabe el año puede permitir cerrar la operación con un comprador motivado y con menos competencia alrededor.
La demanda actual también tiene un componente sociológico interesante. Cartagena ha reforzado su atractivo para trabajadores que buscan un equilibrio entre precio, calidad de vida y buenas conexiones con Murcia y el resto del litoral. Ese perfil, cada vez más frecuente, tiende a buscar viviendas listas para ocupar y muestra menos resistencia a comprar cuando percibe que los precios seguirán al alza. Vender ahora permite captar precisamente a ese tipo de comprador.
A la hora de acceder al mercado, el papel de las inmobiliarias es lo que determina muchas veces el éxito de este tipo de operaciones. Firmas como Gesprocasa, con años de trayectoria en Cartagena y un conocimiento muy preciso de cada barrio, suelen conseguir que el piso llegue al comprador adecuado en menos tiempo y con una valoración más ajustada a la realidad del mercado. Desde el punto de vista emocional también tiene sentido: cerrar la venta antes de fin de año puede liberar una carga, cerrar ciclos y preparar el año siguiente con un objetivo cumplido.
Por supuesto, la decisión final depende de la situación de cada propietario, pero los datos del mercado señalan claramente que se está viviendo un momento favorable para cualquiera que quiera cerrar una venta antes del 31 de diciembre. Entre la revalorización acumulada, la presión de la demanda y los proyectos que transformarán la ciudad en los próximos años, Cartagena atraviesa un ciclo en el que adelantarse puede traducirse en una operación más favorable en términos económicos.