El origen del proyecto no está en los fogones, sino en el deporte profesional. Fuentes, exjugador de fútbol, trasladó al mundo de la restauración la
mentalidad competitiva propia del alto rendimiento. “La excelencia solo se alcanza con disciplina, rigor y mejora continua”, explica. En Tiki Taco, esa filosofía se traduce en procesos afinados al detalle, control exhaustivo de la operativa y un objetivo claro: "que cada cliente se sienta transportado a México desde que cruza la puerta del local".
Precios bajos, pero no a cualquier precio
En un sector tensionado por el aumento de costes, Tiki Taco ha apostado por una estrategia poco común: optimizar antes de subir precios. Según su CEO, la sostenibilidad del modelo se apoya en tres pilares. El primero es la mejora continua de procesos, eliminando ineficiencias sin tocar el producto. El segundo, la incorporación de inteligencia artificial y tecnología para optimizar la gestión diaria. Y el tercero, una relación muy estrecha con los proveedores, a los que define como “compañeros de viaje”.
“La clave está en saber dónde invertir y dónde recortar”, señala Fuentes. “Nunca en la materia prima ni en la experiencia del cliente”. Para ello, la compañía ha reforzado su ingeniería financiera, la automatización y el control de gastos superfluos, de modo que cada euro generado se destine a lo que realmente aporta valor.
Consolidación y crecimiento controlado
Desde el punto de vista del ciclo empresarial, Tiki Taco se encuentra en una fase de consolidación, aunque con un crecimiento previsto. Eso sí, bajo una premisa clara: abrir solo cuando es posible garantizar el estándar de calidad, ambiente y atención al cliente que caracteriza a la marca.
“No abrimos locales por abrir”, afirma el directivo. “Nuestra expansión nunca puede mermar lo que nos ha hecho exitosos”. Por el momento, la compañía prioriza los locales propios para mantener el control directo de la operación, aunque no descarta franquicias o alianzas estratégicas en el futuro, siempre bajo procesos extremadamente rigurosos.
Marca, datos y experiencia: el triángulo de la fidelidad
El peso del branding es otro de los ejes del modelo. Tiki Taco ha construido su identidad sobre tres conceptos: calidad, experiencia y cercanía. Una combinación que, según Fuentes, es la base de las ventas recurrentes. “Los clientes vuelven porque saben que cada visita será igual o mejor que la anterior”.
La digitalización juega un papel relevante, aunque con límites claros. El uso de datos permite analizar flujos de clientes, rotación de mesas y eficiencia operativa, pero siempre al servicio de la experiencia. De hecho, la compañía ha renunciado al delivery para no perder el control del producto y del servicio. “Preferimos que todo se viva dentro del local”, subraya el CEO.
Mirando al futuro sin perder el ADN
De cara a los próximos años, la prioridad es clara: crecer de forma sostenible y mantener viva la esencia de la marca. Como mexicano, Fuentes insiste en que el objetivo nunca ha sido solo vender tacos, sino ofrecer una experiencia auténtica. La diversificación no está descartada, pero siempre dentro de su especialidad y sin diluir el concepto.
“Nuestra obsesión sigue siendo la misma: ofrecer el mejor taco posible y que el cliente se sienta en casa”, concluye.
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