Honda Integra, las ventajas de una scooter con las prestaciones y estabilidad de una moto

La carrocería ha sido retocada aerodinámicamente y protege más tanto al conductor como al acompañante, con más espacio libre para colocar las rodillas, sobre todo si el piloto tiene una talla media alta. El motor bicilíndrico ha subido de cilindrada de 700 a 745 centímetros cúbicos, por lo que ha ganado en potencia y eficiencia, ahora entrega 54 caballos con un consumo de 3,46 litros, lo que se traduce en una autonomía de casi 400 kilómetros.

El cambio es el DCT de doble embrague automatizado con seis marchas que mediante un software ayuda a que su funcionamiento resulte más intuitivo, pues reduce los tirones entre marchas y mejora las reducciones, ayudando al freno motor. Se puede usar en modo automático, semiautomático o manual.

La adopción del nuevo bastidor, más las llantas de 17 pulgadas y el monoamortiguador trasero permiten una conducción efectiva y segura en todo momento. Un solo disco en caja eje se encarga de detener esta Integra, ayudados con el sistema antibloqueo de frenos ABS que monta de serie. El reparto de los pesos resulta ahora perfecto -50% en cada eje- gracias en parte al nuevo basculante de aluminio que también ayuda a ganar en agilidad de marcha.

Al igual que las scooter tiene una hueco debajo del asiento que puede transportarse un casco integral, además de contar con una pequeña guantera en la zona del manillar que comparte espacio con el freno de estacionamiento. También ha sido mejorado el cuadro de instrumentos para dar más información al conductor como consumos o temperatura. Con todo incluido de serie, la moto tiene un precio final de 8.999 un precio que se acerca más a una moto que a una scooter, pero que su conducción se agradece ahora que llega el buen tiempo.