TEATRO
Cutty Sark Secret Club, un viaje en el tiempo sin salir de Madrid
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Beatriz Jiménez (@beathecoolplan)
viernes 20 de marzo de 2015, 10:17h
Una idea diferente de teatro en la que el espectador forma parte de una historia que le traslada en el tiempo viviendo de primera mano la historia del whisky Cutty Sark desde el siglo XVIII hasta los años 20 y la ley seca en Estados Unidos.
Desde que en a finales del siglo XV aparecieran los primeros whiskies en Irlanda, está bebida ha sido protagonista de la historia. Una historia llena de aventuras y desventuras que ha sido llevada al teatro de una forma muy especial.
La marca de whisky Cutty Sark quiere trasladar al espectador de forma directa a un recorrido por su historia, una historia única que se inicia en 1790, año en el que Robert Burns escribió un poema en el que dio protagonismo a un personaje vital para la historia de Cutty Sark. El espectador viajará hasta un cementerio a las puertas de una iglesia, en una noche oscura y un agricultor traído desde la Escocia del Siglo XVIII les dará la bienvenida e iniciarán el viaje a los largo de los siglos.
Equipados con mascaras, los invitados harán todo el recorrido empezando por el Londres de 1923 donde descubrirán a uno de los mejores ilustradores, darán un salto en el tiempo hasta el comercio de vinos y espirituosos más antiguo de Gran Bretaña. Además, los espectadores se sentirán envueltos por aromas, sensaciones e imágenes que, años atrás, vivieron personajes como Lord Byron, William Pitt o Aga Khan.
La tercera parte del viaje trasladará a todos hasta el puerto de Nueva York en la época de la ley seca donde conocerán al mayor contrabandista de alcohol de la historia, Bill McCroy y se sentirán parte de una tripulación en lucha con los agentes de la ley que impedían el transito del alcohol.
Para finalizar el viaje les espera una auténtica fiesta de los años 20 donde los invitados disfrutarán de los mejores sonidos de jazz y swing, los movimientos más sensuales de artistas del cabaret neoyorkino.
Todo un espectáculo que huye de la idea clásica de que el espectador esté sentado en una butaca. El objetivo es hacer sentir al espectador que es parte de la historia que se recreará los días 26,17 y 28 de marzo.