Mostrando, puede que sin darse cuenta, o no, contradicciones socialistas un punto escandalosas, con César Luena y Manuel Robles como testigos de excepción. El 29 de octubre es el día en que el Secretario de Organización del PSOE, César Luena, cumple años. Este año, lejos de su Rioja natal y parece que por motivos del cargo, lo comenzó en el Hotel Palace de Madrid junto al presidente del PSOE-M y alcalde de Fuenlabrada Manuel Robles. Allí, en el desayuno que organizaba Executive Forum, debía presentar a Abel Caballero, socialista tras una juventud comunista, Doctor en Ciencias Económicas por dos universidades, antiguo ministro de Transporte, Turismo y Comunicaciones con Felipe González, alcalde de Vigo desde junio de 2007, y Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) des-de el mes pasado. Antes de comenzar el acto, mientras se servía el café, en la mesa de la prensa se reparó en algo: En la organización del evento participaban Aqualia y FCC Medio Ambiente. Una consulta en internet bastó para relacionar Aqualia con el Servicio Municipal de Aguas de Vigo, ya que desde el mes de octubre de 1990 la explotación del Servicio de Aguas de la ciudad corresponde a la que fuera la Unión Temporal de Empresas (UTE) Seragua-FCC Vigo. Una segunda entrada en internet aclaraba que “A finales de 2002, Seragua pasó a denominarse Aqualia”.
Es decir, una empresa concesionaria de la explotación del Servicio Municipal de Aguas de Vigo durante veinticinco años colaboraba en la organización de un acto en Madrid en el que se ofrecía la tribuna al alcalde de la ciudad. Lógicamente, aparecieron algunos nombres (Gürtell, Púnica…) que nadie se atrevió a vincular con los croissants y los cafés del desayuno.
Ya se le había entregado el micrófono a Luena y éste, en su rol de Secretario de Organización del PSOE, realzaba la figura de Caballero “alcalde de los alcaldes” y declaraba que los alcaldes socialistas son “el mejor patrimonio del partido”
Una vez cedida la palabra al alcalde, éste, tras la galantería al presentador “Luena será ministro”, empezó un discurso reivindicando la acción política en los ayuntamientos:
Los debates políticos están en otros sitios, algunos están en Cataluña, pero la demanda de los ciudadanos es la acción política desde el ámbito local. La política local es la política total. La política total es que los municipios se vuelquen en las cosas que interesan al ciudadano (trenes, aeropuertos, depuradoras, transformación de infraestructuras, mejorar las Smart city,...)
Cuando una empresa que fabrica automóviles quiere un interlocutor busca al alcalde de Vigo o de Valladolid, como Citroën o Renault.
El Gobierno de España, en vez de dar más competencias a los ayuntamientos, se las ha quitado. Como resultado: Si no se toman decisiones para el día uno de enero, en que entra en vigor la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), habrá un Caos General en España. Se empezarán a cerrar escuelas infantiles, comedores sociales, servicios de ayuda…
En Vigo, si esto no se arregla, el uno de enero habría que: Dejar de dar de comer a 5.000 niños. Cerrar albergues que hacen posible que no duerma nadie a la intemperie. Dejar de prestar ayuda a perjudicadas por la violencia de género…
“No voy a cumplir la LRSAL”. Hay que saber cómo se va a hacer la racionalización y sostenibilidad de la Administración Local.
“Hay que re-municipalizar la política del país”, para dar más poder a los ayuntamientos. “Los gobiernos locales estamos jugando un papel fundamental en el proceso de legitimación política…necesitamos y queremos una capacidad real para actuar” e intervenir en la resolución de problemáticas que terminan siendo globales, ya que “la nueva política demanda nuevos escenarios desde la transversalidad del ámbito local”.
Si el PSOE llega al Gobierno de España, lo primero que ha de hacer es derogar la LRSAL. Se debe, también, reformar la Constitución para hacer una Administración Local independiente, “con una lealtad completa al conjunto de España”, con autonomía, competencias y unas vías de financiación parejas a las de las Comunidades Autónomas.
Los ayuntamientos deben estar presentes en el Consejo de Política Fis-cal y Financiera. No queremos que los ayuntamientos estén debajo del Gobierno y de las Autonomías. Los ayuntamientos no tienen competencias en Sanidad o Educación, pero sí deben saber qué pasa en los hospitales y en las escuelas.
Después, en respuesta a preguntas, siguió exponiendo:
- Los de Podemos hacen lo contrario de lo que decían que iban a hacer.
- Las Mareas en Galicia tienen mucha atención mediática pero poco respaldo popular. Los nuevos partidos se quedarán con la importancia que tienen.
- Los pactos son buenos. Tras el 20-D, que gobierne el que tenga mayoría parlamentaria.
- En la Federación Española de Municipios y Provincias, frente al problema de Cataluña, seremos leales, pero en ella está también el Presidente de la Diputación de Barcelona que es del CDC.
- Cuando se abra la Reforma Constitucional hay que saber qué hacer.
- La Reforma Laboral no se puede utilizar como un arma política. No a un modelo de país de bajo costo, que puede competir en calidad con otro modelo productivo.
También hubo una pregunta que hacía notar la contradicción entre la política municipal, que reivindicaba Abel Caballero, y la importancia de los alcaldes socialistas, que había proclamado el Secretario de Organización del PSOE, con lo ocurrido en Madrid en las pasadas elecciones municipales:
“Señor alcalde. Madrid hoy no tiene un alcalde socialista porque el PSOE prefirió a Carmena en vez de a su candidato. La pregunta es doble: ¿Fue un error del PSOE? ¿Cómo cree que va a pagar el PSOE esa desafección con Madrid en las próximas elecciones Generales?
Abel Caballero, en discordancia con lo que había dicho, optó por justificar lo hecho por los socialistas madrileños entendiendo como mensaje de los electores un “no queremos que siga gobernando el PP”. Desde esa óptica, hubiera sido un error permitir que siguiera gobernando el PP. Una vez resuelto, el ciudadano verá qué pasa.
Podía haberlo hecho, pero no lo hizo. Podía haber considerado una oferta de Esperanza Aguirre explícita, pública y escrita. Podía haber manifestado, pero no lo hizo, que el candidato socialista Carmona es parte de “el mejor patrimonio del partido”, que consideraba Luena.
También podía haber entrado a considerar las consecuencias electora-les para el PSOE por su desafección con Madrid, con sus afiliados madrileños y con su candidato a la alcaldía de la capital de España.
Pero no lo hizo.Por eso el acto se cerró como un palo, a no se sabe quién, del gallego Abel Caballero, que, puede que sin darse cuenta, o no, ponía de relieve unas contradicciones socialistas un punto escandalosas, con César Luena y Manuel Robles como testigos de excepción.